—¡Maldición!Exclamó HoSeok al ver la mediana fuga que había en la cañería del lavaplatos. Era algo desagradable y el fontanero seguía sin aparecer.
YoonGi había llegado esa mañana tal y como se lo aseguró el día anterior antes de partir a Daegu; sin embargo, se vio obligado a salir, dejando como resultado a Ho nuevamente solo en el hogar.
—¿Debería llamar de nuevo al fontanero? Se me hace que se arrepintió de venir, aunque sería absurdo porque le tengo asegurado un buen pago por su trabajo— se dijo a sí mismo mientras trapeaba el residuo por tercera vez.
Iba a continuar con su retahíla de quejas con respecto al desperfecto en su casa y a la demora de quién tenía que repararlo cuando de repente sonó el timbre: una persona anunciando su llegada.
Jung salió disparado al encuentro con el sujeto que estuviese tras la puerta, la cual abrió con prisa hasta darse con ese alguien que había estado esperando.
—¡Demoró mucho!— soltó con desesperación y una pizca de enojo.
Frente a él, con una camisa negra y overol azul turquí por encima de esta, y una caja de herramientas en la mano izquierda, yacía Min YoonGi en el marco de la entrada, ofreciendo una leve reverencia ante su cliente.
—Disculpe, señor Jung. Mi carro presentó una falla en camino a acá y me vi en la tarea de solucionarlo para así cumplir con mi cita laboral.
El menor a duras penas asintió, tratando de no soltar la risotada y seguir en el papel. Le dio paso al trabajador y le direccionó a la cocina, en donde enseguida le explicó cómo había roto el tubo por el que debían bajar los desechos.
—Le juro que jamás pensé que esto sucedería. La llave se veía defectuosa y no imaginé que en cambio funcionaría y aflojara todo.
—Tranquilícese. Ya estoy aquí y lo repararé.
El del overol colocó las herramientas sobre el mesón; acto seguido, desabotonó la prenda superior y tomó una linterna. HoSeok le miró preocupado, actuando como un genuino hombre de hogar.
—¿Será que necesitará un repuesto?— preguntó temeroso.
—Permítame inspeccionar en primer lugar.
Gi se agachó a la altura del detrimento y, con ayuda de su foco manual inspeccionó cada uno de los detalles, paseando la linterna de arriba a abajo con el propósito de lanzar un concepto y plantear una posible estrategia de arreglo.
—Pues no parece nada grave— anunció el mayor mientras se incorporaba en el sitio—. Solo tendré que ajustar unos dos tubos y meter dos tornillos de un modelo que justamente traigo conmigo, ya que son los más comunes a emplear.
—Eso suena perfecto. Entonces prepararé un té helado mientras usted trabaja en el problema.
Min asintió y se dispuso a sacar todos los implementos a la vez que Jung extraía unos vasos de vidrio de la alacena. El primero se agachó hasta quedar en cuclillas frente al pequeño desastre que había generado su cliente, el cual solo se limitaba a rebuscar los ingredientes para la bebida, totalmente ajeno a lo que realizaba el fontanero.
El trabajador hizo uso de una de las llaves para ir cambiando los artefactos dañados y, en cambio, ir colocando los nuevos. Por supuesto, acompañado de guantes para que sus manos no se vieran empapadas por los residuos y su labor se afectara.
Por otro lado, ahí a unos pocos metros de distancia, HoSeok se paseaba de un lado a otro: batía con una cuchara, probaba qué tal estaba la bebida en cuanto a su nivel de azúcar, buscaba hielo. Sabía que ser fontanero era un trabajo duro y por ello aprovechaba para recompensarle así fuese con un delicioso té mientras trabajaba.
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Una semana para probar [YoonSeok]
FanfictionYoonGi tenía una proposición muy interesante para su lindo esposo, a quien imaginaba aceptando su idea sin rechistar. ― Seokie. ¿Harías lo que fuera por mí? ― Por supuesto, hyung. ― ¿Estás seguro? ¿No te arrepentirías? ― Para nada. Estoy a tu dispo...