C6: La abuela de Danna.

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—¡Buenos días a todo el mundo!—saludó Danna entrando en el comedor de su casa. Cuatro pares de ojos se posaron en ella. Les lanzó una pequeña sonrisa antes de tomar su lugar.

—¿Te pasa algo?—cuestionó Sebastián llevando hasta sus labios un trozo de piña.

—No realmente, simplemente creo que el día de hoy es un buen día.—respondió encogiéndose de hombros.

—Me alegra mucho que estés más animada, Danna.—murmuró su madre. Danna le ofreció otra sonrisa y asintió lentamente.

—Tener a Sebastián y a Shelby con nosotros definitivamente era lo que necesitaba.—articuló antes de posar su atención en su desayuno.

—También estoy feliz de estar de regreso con mi familia.—anunció la mujer.—Los echaba mucho de menos aunque tengo que admitir que el crucero era increíble...tengo que admitir que había hombres condenadamente guapos; hice buenos amigos...—comentó a modo de broma moviendo ambas cejas de manera divertida. Danna se echó a reír de inmediato.

—Mamá, por favor.—replicó el padre de la chica.

—¿Tenemos nuevo abuelo, Shelby?—cuestionó Sebastián con renovado interés.

—¡Sebastián!—lo retó su madre.

—No realmente.—respondió encogiéndose de hombros.

—¿Tienen planes para hoy?—preguntó Elizabeth.

—Bueno...yo esperaba que los chicos me acompañaran a hacer las últimas compras navideñas...me faltan un par de regalos pero...no lo sé, creí que podríamos ir al centro comercial, pasar un buen rato...podría invitarlos a comer...—expuso la mujer.—Elizabeth tiene que ir a su oficina y Renato; bueno...siempre ocupado...

—¡Cuenta conmigo!—decidió la castaña de inmediato.—¿Te unes, Sebas?

Dos pares de ojos demasiados similares se posaron en el muchacho. Entornó sus ojos con fastidio y soltó un largo suspiro.—Ustedes lo hacen a propósito...

—¿Qué se supone que hacemos?—cuestionó la muchacha inocentemente.

—Verme de ese modo, ambas. Saben perfectamente que cuando me mira así es totalmente imposible que me niegue...—se quejó en medio de un gruñido.

—¡Supongo que eso es un sí!—decidió la chica compartiendo una sonrisa cómplice y chocando palmas con Shelby.

—¡Son unas manipuladoras! ¡De lo peor!

—¿Hola?—cuestionó la voz de Danna del otro lado de la línea telefónica

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—¿Hola?—cuestionó la voz de Danna del otro lado de la línea telefónica. El corazón de Zabdiel comenzó a latir descontroladamente dentro de su pecho y un agudo nudo se formó en la boca de su estómago.—¿Zabdiel...?—lo llamó.—¿Estás ahí...?

—Hola.—respondió finalmente. Inspiró profundamente y cuando una pequeña risita escapó de los labios de la chica sintió su piel erizarse por completo. Era abrumadora y ridícula la manera en la que reaccionaba ante la voz de la chica pero su cuerpo era traicionero y no entendía que era lo que estaba pasando consigo mismo en ese momento.—Eh...sólo quería saludar...y...saber cómo estabas...esto no está funcionando...

K E Y || Zabdiel De Jesús|Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora