C18: Tú eres la llave.

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—¿Te pasa algo…?—cuestionó la voz de Shelby a su lado. Era bastante notable que el semblante de Zabdiel había cambiado por completo en una fracción de segundo. El muchacho se giró lentamente y se quedó en silencio contemplándola fijamente mientras las palabras de su prima retumbaban dentro de su cabeza desestabilizándolo un poco y golpeando todo a su paso como una gran bola de demolición.—¿Zabdiel…?

—William se está muriendo.—respondió lentamente.

—¿Qué?

—¿Entonces a donde iremos a cenar…?—les preguntó Danna acercándose a ellos. La sonrisa de la muchacha se esfumó de golpe cuando se percató de la seriedad de su rostros.—¿Qué sucede…?

—Willy…—susurró.

—Tenemos que volver a Miami…—decidió la mujer.—En este mismo momento.

(…)

—¿Zabdiel?—lo llamó su padre apenas lo vio atravesar las puertas de cristal del hospital con pasos apresurados ignorando a su tía y a su prima que permanecían sentadas en frente de él.—Danna…

—Hola, señor.—saludó en voz baja.

—¿Cómo está Willy?—preguntó sin dejar de mirarlo.—Por favor dime que está bien, por favor…—pidió con los ojos empañados.

—El Ictus volvió…—susurró.

—No.—murmuró afligido.—Papá…

—Escucha, lo tuvo una vez y lo logró pero la enfermedad volvió y está vez es más agresiva, Zabdiel…el cuerpo de William sabía cómo combatirla la primera vez pero no esta vez…—el chico soltó un sollozo. Danna tomó su mano tratando de darle ánimo. Pero ella conocía el proceso y sabía que nada de lo hiciera iba a animarlo. No en una situación así y no en ese momento.

—No se puede morir.—susurró.—William no se puede morir, papá…

—Le dio un derrame cerebral…el doctor dijo que la enfermedad estaba bastante avanzada y él siempre dijo que estaba en perfectas condiciones pero todo este tiempo mintió… nos estuvo mintiendo y no podemos ayudarlo en  este momento, Zabdiel…—hizo una pausa.—Entiendo que te duela…pero no podemos hacer nada más que esperar…los doctores están haciendo todo para ayudarlo…

—Quiero verlo.—respondió.—Por favor, quiero verlo…

—No creo que sea prudente, Zab…—murmuró el hombre.

—No puedes no permitirme ver a mi abuelo cuando los dos sabemos que será probablemente la última vez que lo voy a ver.—respondió entre dientes.—Así que con o sin tu consentimiento voy a verlo…

—Zabdiel…—susurró Danna atrayendo su atención.—De verdad lo siento muchísimo y probablemente me odiarás por lo que voy a decir pero creo tu papá tiene razón…

—¡Tú no sabes nada!—le espetó antes de soltar su mano y alejarse de ella.

—Danna…—comenzó el padre de su novio.

—Está bien, entiendo la manera en la que se siente…

—Gracias…

(…)

Shelby se quedó en silencio contemplando el cristal delante de ella. William De Jesús permanecía recostado en una camilla completamente inconsciente conectado a un montón de cables. El dolor que sentía en el pecho era tan increíble que más lágrimas rodaron por sus mejillas.

Ese William débil no se parecía para nada al William que ella había conocido en la plaza Kingston hacía tantos años atrás. Lo había perdido una vez y ahora lo estaba perdiendo otra vez. Y esta vez la culpa era suya.

K E Y || Zabdiel De Jesús|Terminada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora