Tocó la puerta de los Kaspbrak con nerviosismo, había pasado un buen tiempo desde que no lo hacía, y esperó. Oyó los típicos pasos en las escaleras acercándose cada vez más a la entrada hasta que, finalmente, abrieron la puerta.
Gracias a dios que era Eddie.
Sonrió sin dientes, contrario al dueño de casa que sólo le observó serio. Sus pupilas se encontraban rodeadas de un tono rojizo a causa del incesante llanto y aún mantenía el labial negro de esa mañana.
El más curioso ─y tierno─ detalle que Richie no dejó pasar, era el gran camisón amarillo pastel que llegaba hasta los muslos descubiertos de Eddie, rompiendo con la estética oscura de sus labios y su expresión neutra.
Para Richie, ese era el mejor plan indirecto para causar que su corazón palpitase, además de otro órgano.
─¿Vienes a resucitar a mi gata? ─su melodiosa voz se había convertido en una temblorosa y frágil; casi podía sentir el nudo de Eddie llegando a su propia garganta.
El mayor mordió su labio. No aguantaría demasiado tiempo sin abrazarlo.
─Ojalá pudiera hacerlo, querido Eds; no sabes cuanto lo deseo. De hecho... quiero disculparme por lo de esta mañana. Tienes razón, me cuesta bastante tomarme algo en serio ─miró el suelo y asintió despacio─, lo cual me preocupa, pero no estoy aquí para hablar sobre mí ─suspiró─. Realmente lo siento, Eddie.
El azabache observaba a su amigo con ternura y atención. Siempre supo cómo identificar entre lineas cuáles eran las palabras que Richie decía seriamente y cuáles cubrían a éstas con bromas verdes. Sonrió dulcemente al recibir sólo oraciones limpias por parte de él.
Algún día deberían hablar sobre lo que le sucedía a Richie, pues realmente quería ayudarlo a superar lo que sea que le haga actuar de tal manera.
─Richie, te-
─No terminé, Edward ─puso su dedo índice sobre los labios contrarios─. Lo que hice estuvo muy mal. Te doy mi más sentido pésame por tu pérdida, y para que veas que realmente lo siento ─metió su mano derecha en su bolsillo y de allí sacó una cajita rectangular rosada─, te traje esto.
─No hace falta que-
─Ábrelo.
El menor suspiró, abrió la pequeña caja para sacar su contenido y acto seguido sus orbes se abrieron más de lo normal. Era un labial rosado con brillos, de esos que tanto le gustaban y catalogaba como sus favoritos.
Sonrió mientras admiraba el maquillaje entre sus manos. Era el más precioso que había visto en mucho tiempo.
─No trato de comprar tu perdón con un objeto sin significado, pero sé que te gustan los brillos, así que conseguí el más lindo que tenían. No preguntes el precio, ese hijo de puta casi hace que venda un riñón por este labial. Ahora que lo pienso, creo que robó un poco de mi dinero ─se encogió de hombros─. En fin, ¿qué te p-
No acabó su pregunta gracias al apretado e inesperado abrazo que Eddie le estaba regalando. Sonrió, le correspondió y aspiró el dulce aroma que Eddie emanaba.
─Me encanta ─respondió suave y se separó de él─. Acepto tus disculpas. Gracias por el labial y por... mejorar mi día.
Caminó dos pasos, acercó lentamente su rostro al de Richie, se detuvo cuando estuvo a centímetros de sus labios y le miró fijamente; Tozier imploraba para que sucediera lo que tanto querían. Sin embargo, Eddie se sostuvo de uno de los hombros del más altos, desvió su camino hacia la mejilla izquierda y plantó un beso pegajoso en ella. A pesar de ser un beso cotidiano y en otra zona que no era los labios, Richie lo sintió como la cura a cualquiera de sus males, delicado, sin ninguna falla. Parecía que uno estaba más rojo que el otro.
─Hueles a margaritas ─Eddie rio, todavía cerca del rostro contrario─. ¿Dónde estuviste?
─Una buena compra requiere de algunos riesgos ─la ceja alzada del azabache le indicó a Richie que hasta la persona más ingenua sospecharía de eso. Desvió su vista e hizo una mueca─. Un estúpido perro quería morder mi pierna y tuve que ocultarme en las flores de la señora Vella. Pero es entendible que quiera morderme, apuesto a que tú también lo deseas ─Guiñó su ojo para Eddie.
El rostro entero de Kaspbrak se tiñó por segunda vez, por lo que soltó una risa en un intento desesperado por ocultar su sonrojo y golpeó vagamente el pecho de su amigo.
Comenzaba a caer en cuenta que cualquier frase de Richie le afectaba de alguna forma, le hacía sentir cosquilleos que antes nadie había desbloqueado. Lo hacía sentir vivo.
─Que tengas un lindo día, Rich.
Oh, sí que lo estaba teniendo.
━━━━ • ✿ • ━━━━
Hola bbs, lávense bien las manos y no salgan de sus casitas si no es completamente necesario. Cuidemonos para cuidar a lxs otrxs ;(
Lxs quiero<3
-ᴍ.

ESTÁS LEYENDO
La texture de tes lèvres💄|| Reddie [CANCELADA]
FanfictionEn donde Eddie lleva sus labios pintados de un color distinto cada día. Le gustaba sentirse bonito. Especialmente para Richie. •💄•💄•💄• Fanfic 100% mía. No acepto copias ni adaptaciones, de lo contrario serás denunciadx.