La texture de tes lèvres💄|| Reddie [CANCELADA]

💄• Otoño de besos

La mayoría de los perdedores se encontraba pasando el rato en Los Barrens, disfrutando de la brisa fresca de otoño, oyendo los pájaros cantar y los chistes malos salir de la boca de Richie. Merecían hacer nada luego de una agotadora semana de exámenes. Sólo faltaban Mike y Eddie.

─¿El otoño no les da una sensación de tristeza? ─cuestionó Stan, quien recostaba su cuerpo en una de las grandes raíces salidas de un árbol y mantenía su vista en el cielo. Nunca faltaban sus preguntas random pero profundas.

─¿P-por qué d-dices eso? ─Bill le observó desde arriba; a diferencia de Stan, él estaba de pie junto al árbol─. El otoño es lindo.

─¡Sí! El clima no es lo suficientemente caliente pero tampoco demasiado frío ─acotó Bev, manteniendo el equilibrio en un camino de rocas que había creado por su cuenta─. Así es perfecto.

─Te da mucho en qué pensar... Prefiero la primavera.

─Opino igual que Ben. ¡El otoño es horrible! Hay hojas por todos lados, ensucian las calles, te enfermas rápido ─el bocazas del grupo pateó las hojas anaranjadas lejos de donde daba vagas vueltas con un palo en su mano. No podía estarse quieto─. ¡Estúpidas hojas!

─¡Hey! ¿Por qué tan enojado, Richie? ─Mike lo miró extrañado y se sentó junto a Ben.

Finalmente había llegado el par de ausentes y presenciaron lo ocurrido hace unos segundos. Richie automáticamente giró sus orbes al rostro de Eddie y su boca se abrió ligeramente al ver el color que decoraba los labios del menor.

Anaranjado.

─El señorito odia el otoño y sacó su ira contenida con las hojas secas ─La pelirroja encendió un cigarrillo.

─Yo amo el otoño. Inspiró mi maquillaje de hoy ─Sonrió.

Tozier no quería creer lo que escuchaba. A Eddie, su Eds, le gustaba la misma estación que él aborrecía, aunque ni siquiera sabía porqué le disgustaba tanto; no tenía más de cinco razones para hacerlo de la manera exagerada en que la odiaba.

Era algo con lo que debería aprender a lidiar dolorosamente.

Sin embargo, no iba a mentir en que ese labial resaltaba los ojos avellana de Eddie y quedaba en perfecta sintonía con el paisaje a su alrededor.

Lucía precioso.

─Además, no es tan malo ─todos oyeron atentos─. Puedes juntar todas las hojas secas y saltar sobre ellas; adoro el sonido que hacen cuando las aplasto. Y... ¡Puedes vestirte con suéters y shorts al mismo tiempo! ─unió su mirada a la de Richie─. O simplemente puedes tomar helado con alguien especial en el parque, rodeado de un ambiente cálido.

El pelinegro soltó un suspiro y relamió sus labios. No soltaría ninguna broma sobre eso.

─Eso es muy cursi, Eddie ─escupió Stan.

Beverly se acercó a él para golpear su cabeza y susurrarle alguna grosería.

─Lo dice el que compara los ojos de Bill con un océano ─atacó Eddie con un secreto que no debía revelar.

Bill miró hacia abajo y sonrió, pero su felicidad duró lo mismo que demoró el cerebro de Bev en procesar aquellas palabras.