💄• Beso

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Richie afirmaba que este había sido su mejor cumpleaños.

Sus amigos eran lo más preciado que tenía y lo único que deseaba conservar por mucho tiempo, además de los buenos de sus padres, claro.

El sol de la tarde se escondía entre las altas ramas de los árboles, iluminando cada vez menos los rostros de los adolescentes, oscuridad aproximándose.

¿Lo mejor de su día? Richie no lo sabía con exactitud, ya que cada momento le había fascinado tanto que sus mejillas dolían por sonreír. Un buen dolor sin dudas.
Los postres, juegos, risas, abrazos, chistes y un par de lágrimas fueron los anfitriones de su cumpleaños.

Oh, y también los roces que Eddie le otorgaba a Richie e intentaba disimular, lo cual no funcionaba puesto que el mayor notaba los pequeños e inocentes toques de su amigo más cercano, por no decir mejor amigo. Tozier tan solo mordía su labio y sonreía feliz; había veces que juraba haber muerto y resucitado al instante.

Amaba demasiado la pureza de Eddie.

También amó el gloss con brillos plateados que utilizó en esta ocasión, reemplazando los brillos rosados de esa mañana y dándole un estilo sencillo y adorable que casi nunca se apreciaba por la delgada capa de base.

Richie tenía la necesidad de combinar mordidas y fricción contra sus labios para crear su propio "gloss" natural en ambos. Brillante, único y vivo.

Finalmente la noche llegó, los integrantes del club se dirigieron a sus respectivas viviendas a eso de las 8:25 p.m., uno de los pocos días que se les permitía quedarse fuera a esa hora de la noche.

Y justo en el momento en el que Richie saludó a Ben, el último en irse, Eddie le propuso quedarse un tiempo más, sin prisas ni números que limiten su noche a solas ─mientras que Sonia ya veía a su único hijo descansando en casa de los Denbrough─.

Richie accedió al instante, sin problema y sospecha alguna.

Ambos recostados en el suelo y con sus pechos hacia arriba, observaban la luna brillar en su punto máximo, siendo ésta la única fuente de luz cerca de ellos. Curiosamente, el gloss de Eddie había comenzado a brillar otra vez, luego de cuatro horas de habérselo puesto.

"¿Acaso Eds regenera su propio labial cuando éste se gasta?"

─Rich... ─susurró.

─¿Si, bebé?

El menor comenzó a sentir las paredes que rodeaban su corazón extenderse con más intensidad; Richie no ayudaba en nada llamándole así. Era la primera vez que hacía esto y realmente quería hacerlo, pero...

¿Cómo le pides permiso a tu mejor amigo para besarlo?

Se puso de costado para observarlo y el pelinegro hizo lo mismo, sonriendo al darse cuenta que en la cangurera de Eddie se asomaba la tapa plateada del brillo labial.

─Tengo un regalo para ti.

Acomodó sus lentes, apoyó su peso sobre su codo y frunció su ceño.

─Te he dicho que no es necesario que me compres algo ─habló despacio y bajo, como si alguien los pudiese escuchar─, es decir, aprecio el gesto pero sabes que con ver tus lindas piernas me basta ─Palmeó repetidas veces uno de los muslos descubiertos del castaño.

La texture de tes lèvres💄|| Reddie [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora