GRACE ROTTIMARIE
Al bajar las escaleras pasé mi vista de los escalones que rechinan hacia las manos atadas de mi madre.
Siempre anhelé este momento, el poder tenerla lo suficientemente cerca con la seguridad de que no iba a lastimarme.
Anhelaba el momento en que se haría justicia.
Anhelaba el momento en que tendría una libertad confirmada, y no una que podría ser temporal y donde el temor me comía los nervios de dentro.Al llegar abajo, de nuevo a la cocina, note cómo las luces azules y rojas de los carros de los oficiales se reflejan en la madera de la vieja casa, la casa donde crecí.
-¡LA VEO!-. Grita un oficial de policía, que alerta a todos a su alrededor.
Realmente, y en lo más profundo de mí, me sentía apenada al llevar a mi madre directamente con la policía que se encontraba a punto de entrar por la fuerza a nuestra cabaña.
Ambas en el peor aspecto que podrías imaginarte.
Ahora con la luz de las linternas y las sirenas, podía ver su rostro claramente.Esa noche, al volver a casa de los Peterson, no pude dormir.
No quitaba de mi mente aquella imagen, aquella escena.
En plena oscuridad, Ella luchando con todas sus fuerzas por no hacerme ningún daño, y mi corazón en una controversia sobre lo que era correcto y lo que me haría sentir bien.Los policías llevándose a aquella mujer que me dio la vida, y que se encargó de hacer cada día de esta, una tortura.
Aquella mujer que estaba cegada por el rencor y el dolor, de no poder ser feliz.Supongo que a veces culpamos a otras personas sobre las consecuencias de nuestras malas decisiones.
Me rodearon, y comenzaron a interrogar entre varios oficiales, mientras desinfectaban ciertos rasguños a los que no había tomado importancia.
Me examinaron, dejaron al descubierto la cicatriz de mi brazo, el raspón de mi rodilla y unos cuantos moretones con los cuales me había acostumbrado a vivir.
No dije una sola palabra.
No encontraba lo que realmente debía salir de mi boca en ese momento.A lo lejos vi a aquella pequeña valiente que le avisó a su familia, a su hermana mayor quien sabía muy dentro de si lo que debía hacer, a su hermano quien me ayudó a tomar la decisión de perdonar, en vez de herir y escapar.
El Padre, aquel que con solo verme decidió darme una segunda oportunidad, aquel que vio más en mi que cualquier otra persona.
Y su Esposa, que a pesar de que al inicio le costaba abrir su corazón más que a mi, decidió dejar de lado aquellos prejuicios y ayudar a un alma rota, que escapaba de su propia historia.Charlotte abrazaba fuertemente a Georgie entre lágrimas, mientras que Jackson observaba a su alrededor, como si estuviera buscando algo (o a alguien).
Michelle jugueteaba con los rizos de su hija más pequeña mientras mantenía su mano firme en el hombro de su marido, Tom, quien estaba siendo interrogado por un hombre de barba blanca y traje oscuro.Los ojos de Jackson conectaron con los míos, y al hacerlo, gritó mi nombre.
La Familia Peterson me vio, y corrieron hacia mi.
Todos excepto Tom, quien se quedó hablando con aquel hombre de expresión seria.
¿Quién diría que esa familia cambiaría mi vida para siempre...? Extraños que se volvieron amigos... y con el tiempo: Familia.
¿Qué era exactamente esa palabra? "Familia"
¿Qué definía lo que hace una "familia" algo oficial?
¿Un simple documento? ¿La sangre que corre por tus venas? ¿Un parecido? ¿Un apellido?
No lo se, pero desde hace tiempo que comencé a ver a esa gente como mi familia.Así que... cuando decidieron hacerlo oficial... no lo dudé ni un segundo.
Era una niña, necesitaba brazos que me acogieran, un techo sobre mi cabeza, necesitaba educación, amor, y paciencia.
Aprender de mis errores y superar mis miedos.
Y, aunque esa familia no es la familia perfecta, ¿Quién lo sería? Es decir, todos somos humanos, todos cometemos errores, nos dejamos llevar por las emociones...
¿...no?El juez dio su palabra final.
Y después de una pregunta definitiva y unas cuantas firmas... al asentir mi cabeza con lágrimas en los ojos......comencé a llevar con gran orgullo el apellido "Peterson"
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Encuéntrame
Mystery / ThrillerLa vi, Estaba temblando, La encontré en medio de la carretera, con sólo una mochila. Estaba huyendo? Quizas escapó de casa. Intentaba hablar con ella pero nunca salió una sola palabra de su boca. Era tan tierna, inocente, tímida. Era un misterio, un...