Deidara habia armado un escandalo en su preparatoria. La "chica" de ropa provocativa, habia desparecido. Ya no habia vestidos, ni shorts. Ahora caminaba por los pasillos con una blusa negra olgada, pantalones cortos negros con bolsillos a los lados y tenis. El cabello rizado y bien peinado habia vuelto a su original cola alta. Le dijo adios al maquillaje cargado y labiales, su delineado de ojos era suficiente.
Habia sido sacado de su grupo de "amigas" en segundos pero poco le importo. Ahora se la pasaba en el movil, buscando por redes sociales a los demas, en especial a su danna.
Un dia Kisame le pregunto:
—¿Por que te vestias como chica?
—Es complicado, hum —respondio.
Dificil, era dificil. Cuando se es pequeño, los padres te manipulan para cuidarte. Pero ahi padres que los usan, sin darse cuenta, para sus sueños frustrados. El ejemplo mas sencillo, la madre que pinta o riza, el cabello de su hija de 4 años. ¿Es desicion de la niña o madre? Es mas que obvio que semejantes quimicos son peligrosos.
El caso de Deidara.
La pareja esperaba una niña no un niño. Pero la madre no lo acepto y lo crio como niña sexualizada. A corta edad la maquillo, la obligaba a usar tops ajustados con leggins. Nunca le dejo jugar como un niño, limpia y ordenada, le arruino la infancia. A los 10 años tenia novios por todos lados en vez de divertirse como un niño y a los 13 años ya habia estado en la cama con muchos chicos mayores. Ahora que se habia revelado contra sus padres, habia dado un cambio necesario a su vida.
—¡Es inaseptable! ¡¿Que hize mal contigo?! —grito la madre a Deidara. —¡Yo quiero una hija!
—¡No tengo una puta vagina! ¡Tengo pene! ¡Soy un hombre, hum! —respondio Deidara. Pero semejantes palabras solo intensificaron la pelea.
Kisame estaba sufriendo de un tic nervioso. Por que habia un chico que clasificaria como acosador, persiguiendo al pelirojo que debia cuidar. Solo despues de una golpiza, se quedo quieto.
—Son muy insistentes —dijo el de gafas negras.
El guardia suspiro cansado. Ya estaba pensando seriamente en renunciar. Al salir del trabajo se encontro a Deidara dentro de su casa, comiendo.
—¿Problemas con tus padres? —pregunto.
—¡Ellos no son mis padres, hum! —grito
Deidara.
—En esta vida, si.
Deidara bufo enojado. Saco el movil de su sudadera y se puso a teclear. Kisame lo acompaño en la meza, hasta que una duda llego a su mente.
—Oye... ¿Seguiras con tu arte?
—Si, hum —respondio en seco.
Quizas no del mismo modo. Si tienes una segunda oportunidad, y no cambias. No mereces ni saber de ella.
Antes de que Kisame dijiera algo mas, Deidara dijo:
—Mira lo que encontre, hum —y le mostro su movil. Era un periodico digital.
"Feliz union, demuestra que no importa el origen de dos individuo" era el titulo. Y abajo la foto de dos hombres, uno vestido con traje e insignia familiar, el principe de España. Y el otro era Hidan. Ambos sosteniendose las manos enamorados.
"Se acerca el matrimonio del año. Una pareja con una inusual historia unira sus almas muy pronto"
—¡¿Que mierda?! —exclamo Kisame.
—¿Tienes pase para España, hum?
—¿Como iremos hasta alla?
—Ese no es el problema, hum. ¿Como aremos que recuerde todo, hum?
Y como agua fria. Un nombre llego a la mente de Kisame.
—Kakuzu.
—¿Busco entre ratas de politicos, hum?
—No.
—¿Mercenarios?
—No.
—¿Dueños de bancos?
—No.
—¿Casinos?
—Pues, no se me ocurre nada, hum —Deidara dejo su celular de lado y se recargo en la silla. —Pensemos como Kakuzu, hum.
—Pensemos como el lider. ¿Que aria Pain en esta ocasion? —se pregunto Kisame.
—Dominar el mundo, hum.
El celular de Deidara vibro escandalozamente. Pero el no se inmuto.
—Por cierto, ¿podemos matar personas, hum?
Kisame no nego que esa pregunta lo tomo por sorpresa. El habia asesinado a varios soldados en la guerra, pero Deidara.
—No lo hagas.
—¿Que? ¿Por que no, hum?
—Estas en preparatoria. Intenta vivir como un adolesente.
Una persona llamo a la puerte insistente, Kisame solo tenia a su abuela. Y dudaba que lo visitara. Se levanto para abrir la puerta, no sin antes escuchar como Deidara subia al segundo piso.
—Hola buenas tardes vecino —dijo una mujer rubia y muy alta. Vestida formalmente.
—Buenas tardes.
—Disculpe que lo moleste. Pero a visto a mi hija, una chica pequeña cabellera rubia ojos azules.
"La mama de Deidara" penso Kisame.
—No, lo siento.
—Bueno gracias. Si llega a verla, ¿me avisa?. Vivo en la casa blanca de a lado.
—Ok, si la veo —y cerro la puerta.
"¿Por que no pudo ser, Sasori? ¡Hasta Konan!" se lamentaba mentalmente Kisame.
Con pereza subio a su habitacion, donde estaria Deidara. Y lo encontro en la cama usando el celular.
—¿Se puede saber por que te buscan tus padres?
—Me fui en la mañana sin despedirme. Y no fui a la preparatoria —y antes de que Kisame dijiera algo. —Mira que encontre, hum.
Le mostro la imagen de un museo. Donde reconocio a Samehada, kunais, la guadaña de Hidan y el resto de las bandas.
—¿Como fue que acabaron, ahi?
—"Cosas extrañas de la historia" en un museo juntando polvo, hum —Deidara tecleo mas cosas en su celular. —Esta a dos ciudades de a qui, hum.
—¿Planeas ir y robar todo?
—No. Vamos a ir, hum.
—Te recuerdo que no somo ninjas —se justifico Kisame.
Deidara se sintio retado. Se paro e hizo sellos con sus manos y se transformo en varias personas.
—No te enseño una de mis obras de arte por que no tengo arcilla, hum —y se miro las manos.
«Necesito a Sasori, que yo no puedo controlar a este loco» penso Kisame. Adivinando lo que pensaba Deidara.
Kisame, por mera curiosidad, hizo unos sellos teniendo a Deidara como publico. Y en menos de un segundo, la habitacion se habia inundando, el agua salio por la ventana y corrio por las escaleras.
—¡¿No pudiste hacer algo mas pequeño, hum?! —se quejo Deidara.
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