¿Donde estaban? Era la mayor incognita de Kisame. En esos momentos forzaba su mente para recordar donde vivian ¿como lo sabia? Habia tenido varias charlas con ellos y estaba seguro que habian mencionado de donde venian pero no lo recordaba.
Era su dia de descanso y como siempre se dedicaba a buscar. Manejar o caminar, lo que sea estava bien. En aquellos momentos pensaba en lo mucho que habia cambiado el mundo y eso le daba cierta nostalgia. Extrañaba las caminatas largas en los bosques, el aire freso y la libertad. Por que se sentia encerrado, este mundo habia olvidado sus origenes y no estaba preparado para volver a verlos. Los shinobis estaban extintos.
Pero lo que mas extrañaba era a Itachi. Ese callado joven que se guardaba muchos cosas para si. Pensaba mucho en como seria su vida y si seria correcto devolverle la memoria de la otra. Era inevitable, pero queria evitarle ese dolor.
Sasori ignoraba su celular que vibraba una y otra vez, era su exprometida. El ya no tenia nada con ella a si que no tenia motivos para responder, la ultima vez que lo hizo ella le pedia a gritos explicaciones. Habia terminado de arreglarse para el trabajo, cuando paso por la sala de su casa observo las fotos en las paredes y muebles. Fotos con amigos, desconocidos ahora.
Dos ligeros golpes llamaron su atencion, alguien estava en la puerta. Pero habia sentido algo revolverse dentro de el.—Tal vez ya se fue a trabajar —escucho la voz de un hombre, extrañamente familiar para el.
A paso lento se dirigio a la puerta y tomo la perilla. Estava temblando, esa voz que recordaba vagamente le causaba estragos en la mente. Lentamente abrio la puerta y la luz del sol le cego brevemente, de entre la luz dos figuras aparecieron.
—¿Estas bien hijo?
Sus padres, en carne y hueso. No marionetas, estavan frente a el observandole con una geninua preocupacion. Dijieron mas cosas pero no las escucho, su mente estava surcando sus recuerdos de la ultima vez que los vio cuando era niño y ahora los tenia frente a el.
—¿Sasori? —llamo su madre preocupada ante la falta de respuesta de su hijo.
Su cuerpo se movio solo y los atrapo a ambos en un abrazo, preocupando mas a sus progenitores.Konan tenia una pequeña bolsa de hielo en el lado izquierdo de su cara. El padre de Zerin le habia puesto un golpe en la cara, inicialmente era para Zerin pero se habia metido en medio para defenderla.
—¿Te duele mucho? —pregunto Zerin mientras le acariciaba un poco el rostro.
—Un poco, no te preocupes.
Ambas estavan en un avion directo a España. Konan habia llevado a Zerin con su familia, solo queria que sus padres supieran donde estaria pero su padre le habia gritado que no regresara y de paso intentado golpearla, la madre no nizo nada. Y ahi estava Konan, arrepintiendose de muchas cosas.
La excusa que le habia dado a Zerin para el viaje: visitar amigos. La chica no habia puesto objecion alguna.
Habia pasado tiempo y las marcas en el cuerpo de Zerin habian desaparecido. Estava conciente de que la chica estava un tanto asustado por el cambio de una persona a otra.
Deidara habia hecho de las suyas, manadar un clon a la escuela en su lugar. Habia cosas que debia atender o recuperara en su caso, a si que transformado en otra persona salio de la ciudad y fue a una zona lejana. Una zona desierta donde podia conseguir arcilla personalmente y otra cosa. Para su suerte el lugar estava libre de cualquirer persona, sin perder tiempo comenzo a escavar en una pequeña montaña de rocas. Usando un kunai, que habia conseguido tiempo atras, y sus manos logro conseguir arcilla. Solo faltaban un par de cosas, con el mismo kunai que habia usado para escarbar corto sus manos formando bocas. Con una sonrisa ansiosa, dejo el kunai de lado e hizo unos sellos.
Ejem, se que no es mucho. ¡Pero disfrutenlo!