Mis padres murieron cuando yo aún era un niño, tuvieron un accidente automovilístico cuando iban de camino a una de las fiestas que organizaba la empresa donde trabajaba mi padre, el auto resbaló a causa de la fuerte lluvia, mi padre perdió el control de el auto y no supe mas de ellos. Sonará un poco raro e incluso un poco... ¿Frío?, pero nunca me dolió su partida, ellos jamás me amaron, jamás se preocuparon por mí o por lo que yo sentía, para ellos yo simplemente fui un accidente y un error en sus vidas.
Antes del accidente vivía con mis padres en una pequeña casa en medio de la nada, estaba a unos cuantos kilómetros de un viejo y tranquilo pueblo.
Aún después de su muerte, yo sigo viviendo aquí.
El pueblo que estaba cerca de casa, era pequeño y silencioso, era algo raro decir verdad, era muy extraño si lograbas ver a alguien en las calles o si escuchabas a alguien riendo en sus casas, era como si la felicidad se hubiera evaporado de aquel sitio.
Me llamo Alastor, ¿Mi apellido? En realidad no lo sé, mis padres jamás me lo dijeron, ni cuándo aún podían hacerlo, luego de su muerte, decidí valerme por mi cuenta, digo, no es como si no lo hubiera hecho siempre, me dediqué a la caza utilizando el viejo rifle de mi padre y de esa manera conseguía algo de dinero para poder vivir, cuando cumplí quince conseguí trabajo en la vieja estación radial del pueblo, y luego de eso solo salía a cazar los fines de semana por diversión.
Y así fue mi vida durante muchos años, siguiendo la misma monótona rutina de siempre.
¿Asi pasaría el resto de mi vida? ¿Sin ningún propósito o meta la cual seguir?
Cada noche, diariamente, esas mismas preguntas hacían mella en mi cabeza, preguntas las cuales nunca fui capaz de contestar, haciéndome imposible la tarea de poder conciliar el sueño en algunas ocasiones.
Mi vida se había vuelto una mismísima mierda, o al menos asi lo era, hasta que oi tu voz por primera vez.
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Todo empezo un día normal como cualquier otro, yo me encontraba en la carretera de camino hacía el pueblo para poder ir a la estación radial, la cual no se encontraba tan cerca de mi casa, asi que tenía que salir al menos unos 30 minutos antes para poder llegar a tiempo. No era como si alguien me controlara el horario de llegada, pero la estación era lo mas entretenido en mi cotidiana vida. Caminaba tranquilamente por el medio de la carretera, era raro que pasara algún automóvil por esta zona asi que caminaba totalmente despreocupado.
Pero mientras mas avanzaba, mejor lograba visualizar, a lo lejos, lo que parecía ser un chico que corria rápidamente hacía mi dirección. Cuando estuvo lo suficientemente cerca pude ver que se trataba de un chico albino, un poco mas alto que yo, delgado y llevaba consigo lo que parecia ser una pesada mochila sobre su espalda.
