Abri mis ojos lentamente tratando de acostumbrarme a la fuerte y vibrante luz de aquel lugar, parpadeé repetidas veces, y solo así luego de unos segundos pude darme cuenta que, claramente no me encontraba en mi habitación, lo pensé por unos segundos hasta que lo recordé, ayer, por la noche luego de cenar junto con Ángel, había decidido quedarme solo en la sala y escribir la lista de canciones para mi próximo programa.
Me levanté del, bastante incómodo sofá y entonces fue en ese momento en el cual me percaté que había dormido, por segunda vez, cubierto por la manta color rosa de Ángel.
Solté una sonrisa inconscientemente mientras miraba la manta.
La doble cuidadosamente y caminé hacía el segundo piso, hacía el cuarto de Ángel. Era demasiado temprano para que Ángel estuviera despierto aún, dejaría la manta en algún lugar del cuarto y saldría rápidamente para no despertar a Ángel.
Llegué al segundo piso, caminé con pasos lentos, cuidadosamente y sin hacer ningún ruido abri la puerta de la habitación Ángel, pero grande fue mi sorpresa al ver que Ángel no se econtraba allí.
«¿Se había marchado?»
No, no era posible, sus cosas aún seguían allí, no se había podido marchar. ¿Tal vez se había levantado temprano? Su cama estaba perfectamente extendida, no parecía que nadie hubiera dormido allí.
Deja la manta sobre la cama y baje nuevamente, ¿Quizá estaba en la cocina y no me di cuenta? ¿O en el baño? No, había un baño en su habitación y no habia nadie allí.
Fui directamente hacía la cocina pero tampoco había nadie, todo estaba exactamente igual como Ángel lo había dejado la noche anterior. La casa era pequeña, por lo que, no habían mas habitaciones en las cuales buscar... excepto tal vez una.
Caminé rápidamente hacía mi habitación sin mucha esperanza, porque, no había posibilidad de que Ángel estuviera allí ¿Verdad? ¿Por que lo haría? En esa habitación no había nada que pudiera resultarle realmente interesante.
Abri la puerta de mi habitación e inmediatamente solté un suspiro de alivio, Ángel se encontraba allí, durmiendo plácidamente sobre mi cama, cubierto hasta la cabeza con mis mantas ¿Qué hacía allí? Aunque en realidad ya no me importaba saber la respuesta, estaba aquí, no se había ido a ningún lado.
Caminé sigilosamente para no despertarlo y lo observé por unos minutos, respiraba pausadamente y sus largas pestañas resaltaban en su rostro.
¿Porqué me había preocupado tanto? Después de todo desde el principio Ángel dijo que solo se quedaría por unos días. Él podría irse cuando quisiera.
—¿Al?— Habló Ángel
—Buenos días—Le dije suavemente
—Buenos días— Respondió
Vi como se frotaba los ojos con sus manos y estiraba sus brazos con pereza.
—¡Ah! ¡Dormi taaan bien, hacía mucho tiempo que no dormía asi! ¿Que quieres para desayu... — Calló de pronto
—¿Um? ¿Angel? ¿Estás bien?
—Y-yo, ¡Puedo explicarlo lo juro! E- es que yo... mi manta... entonces ¡Ay!— Se cubrió la cara, con sus manos pero, logre ver un ligero tono rosa en esta.
«Tierno»
—Esta bien, no estoy molesto.— Le hable para tratar de tranquilizarlo.
—¿No lo estas? ¿Seguro?
—Hm— asentí
—Yo... cuando vi que te quedaste dormido te puse mi manta, creo que no lo pensé muy bien — coloco su mano en su nuca riendo nervioso— Luego, recorde que no tenía otra manta, pero no quería quitártela por miedo a que te despertaras, asi que vine a dormir aqui, ¡Pero iba a levantarme temprano a dejarla tendida! ¡Pero te levantaste antes que yo! — cruzó los brazos y hizo un ligero puchero.
«Realmente tierno»
—Gracias— dije
—¿Hm?
—Por la manta, me habría congelado si no lo hubieras hecho
—N-no es nada
Un silencio se formó en el cuarto
—Un café estaría bien
—¡Claro!
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Después del desayuno, junto con Ángel salimos con dirección al pueblo como ya se nos había hecho costumbre durante los últimos días, solo que esta vez Ángel traía consigo una pequeña mochila donde guardaba nuestro almuerzo y por supuesto el almuerzo de su querido amigo canino. Pasamos por la casa del alcalde y Ángel le dejo su comida al can que corrió en nuestra dirección con un feliz movimiento de cola en el momento en el cual nos vió.
—¡Esta bien amigo! Volveremos a la hora de la cena ¿Si? — Ángel acariciaba suavemente al perro pero se detuvo de repente y observó atentamente uno de los callejones cerca de nosotros.
—¿Ángel?
—¿Hm? — me respondió sin prestarme real atención, ya que su mirada seguía en aquel callejón.
—¿Vamos?— pregunté
—Eh... si claro— Camino hacía mi dirección sin dejar de observar ese lugar.
—¡Nos vemos amiguito! — miró nuevamente a Loky el cual comía con entusiasmo la comida que Ángel le había dejado.
Caminamos por unos minutos más en los que Ángel se encontraba callado, lo cuál era realmente extraño, ya que siempre tenía algo interesante de lo cual hablar, sabía que algo había pasado
—¿Al? — Habló por fin
—¿Hm?
—¿Aquí hay niños? Me refiero aparte de Charlie
—¿Por que lo preguntas?
—Desde que llegue aquí no he visto ni un solo niño jugando o saltando, que es lo normal.
—Nunca he visto a ninguno tampoco
—¿Y no te parece algo extraño?
—Hm— Negué
—Curioso...
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¡Hola! Se que soy un poco lenta con las actualizaciones pero es que de verdad ando super super ocupada por casa.
Para los que no saben, estuve editando desde el capítulo 1, corrigiendo algunas cosas y agregando algunos detalles.
Asi que si cuando puedan denle un vistazo❤️
Esta vez pondré un reto : 170 votos para el próximo capítulo
