Débil || ChenMin

13. Chantajes de una madre desesperada.

Los hermanos están en una cafetería tomando un café mientras platican acerca de su madre, aquella mujer a pesar de haberse portado mal sus hijos la siguen viendo, por muy enojados que estén no pueden dejarla sola y mucho menos dejarla sin alguna clase de ayuda. Cada uno es exitoso, MingSoo se volvió reconocida con sus pinturas, muchos la catalogan como una mujer muy talentosa y MinSeok tiene demasiada fama y sus libros han traspasado la barrera asiática, es tan reconocido en por lo menos tres de los cinco continentes. Aquel que lea su libro queda fascinado por su forma de escribir y sobre todo por el dulce romance que trata el libro, a todo mundo le encanta el final donde una madre desquiciada mintió sobre la salud de sus hijos y el protagonista vivió su historia de amor.

Sus lectores no saben que ese libro se basa en un acontecimiento real, MinSeok nunca quiso que la gente supiera que se trata de un hecho que él vivió, tendría a la prensa y los murmullos de la gente encima, además de que sería un escándalo, no quiere eso para él, ni que involucre a su familia.

—¿Fuiste a dejar la despensa con mamá? —MinSeok sorbe poco café, está demasiado caliente.

—Como siempre —MingSoo lanzó un suspiro pesado, siempre termina peleada con su madre por diferentes motivos.

—¿Qué pasó? —pregunta el hermano.

—Ya sabes, chantajes de que si no regreso con ella, se suicidará —sabe que su madre solo utiliza eso para mover sus hilos para hacer que regresen sus hijos —. Dudo que lo haga. Yo no puedo dejar a mi esposo ni a mis hijos.

MinSeok le da razón, mira a su bebé que está dormida en su carriola.

—Te comprendo, yo tampoco voy a abandonar a mi familia solo porque ella quiere, ni siquiera quiere tener un momento con mis hijos —MinSeok de verdad que está molesto —. Las pocas veces que van, finge quererlos.

Ha visto su cara, cuando los niños no la ven hace muecas de fastidio, pero cuando están con ella, EunYeong les sonríe de una forma tan hipócrita y eso es algo que MinSeok no quiere tolerar.

—También hace lo mismo con los míos, cuando ellos piden que los cargue, ella simplemente dice que le duele la espalda y que no está en condiciones —saben que su madre está perfectamente sana.

Mientras a ellos los enfermaba, ella se aseguraba de mantenerse saludable. La han querido enviar con un psicólogo u otro especialista pues su madre tiene un gran trauma con el hombre que no se hizo cargo de ellos. Tiene que dejar ir esos recuerdos porque le están haciendo mucho daño.

—No sé qué vamos a hacer con mamá —MingSoo se siente rendida, por más que ha intentado hablar con ella para que cambie su actitud, no lo logra.

—No lo sé —MinSeok le da otro trago a su café, esta vez más largo.

—Quiero pedirte un favor —MinSeok asiente ante las palabras de su hermana —. Tomaré unas vacaciones con mi familia, solo serán dos semanas, entonces podrías...

—Claro, yo le llevaré la despensa cuando sea tu turno —MingSoo se siente tan agradecida con su hermano.

—Muchas gracias, cualquier cosa que necesites yo vendré pronto.

Los hermanos se toman su café hasta que las tazas quedan un tanto vacías, pero todavía no se marchan de la cafetería, la bebé de MinSeok ha pasado de estar en la carriola a sus brazos, la bebé está tranquilamente observándolo mientras toma de su biberón. Cuando MinSeok no está viendo a su hermana mientras habla le está sonriendo a su bebé.

—Entonces, ¿cuándo le contarás a JongDae? —su hermana saca el tema a relucir.

MinSeok siente que no puede hablar sobre ese tema con su marido, sabe del buen corazón de JongDae y es probable que ni siquiera lo señale por algo que no fue ni siquiera su culpa. JongDae es un buen hombre y seguramente lo entenderá.