Capitulo 1

12.5K 969 160
                                    


Isla Fronteriza del País del Agua, el lugar donde vivo.

El día de hoy el lugar esta repleto de gente y me dedico a servirles el tipo de ramen que les apetese, una vida fácil.

Sonreír y ser amable con los clientes, es lo único que tengo que hacer y no digo que no pueda hacerlo, pero hay algunos idiotas que malentienden las cosa.

—Linda ¿Puedo invitarte a salir después de tu hora de trabajo?— Dijo aquel asqueroso hombre que siempre me hostigaba

—No— Respondí fría, mientras servía su plato de ramen sobre la mesa.

—Vamos, ¿Hasta cuándo te vas a hacer la difícil?— El cerdo hizo el movimiento para levantar mi falda, pero con destreza atrape su mano antes de si quiera tocarme y la torcí.

—Ni se te ocurra, idiota— Me había enfadado y hacía cada vez más presión, creando una mueca de dolor en su rostro que me creaba satisfacción.

—¡Lo siento! ¡Lo siento!— Ante su lloriqueo, los demás clientes comenzaron a darse cuenta de lo que sucedía, por lo que me vi obligada a soltarlo.

Me retire sin decir nada más y entonces con una voz para sí mismo dijo: —Solo eres una zorra— Apreté mi puño con fuerza, pero decidí no decir nada más, tengo prohibido hacer un escándalo en horas de trabajo y menos habiendo tanta gente alrededor.

Seguí atendiendo a las demás personas, en su mayoría eran muy amables y respetuosos, el claro sinónimo de común para mí, pero en ese momento un hombre completamente fuera de lo común paso por esa puerta, haciendo sonar la campanilla.

Era alto, de cabello obscuro como la noche, un mechón suyo tapaba la mitad de su rostro, el solo sentir su presencia te causaban curiosidad, ganas de averiguar más sobre el hombre misterioso, uno de esos hombres perfectos que te describen en cualquier novela, tan inalcanzable.

—Es muy guapo ¿Verdad?— Susurro a mi oído Maru, la dueña del local, mientras me codeaba, con una mirada de complicidad

—No es de por aquí— Desvíe la pregunta que hacia la mujer a mi lado, era muy extraño tener visitantes nuevos por estos rumbos, tenia un mal presentimiento.

—Eso ya lo sé, linda. Si no estuviera casada me lanzaría a él sin pensarlo. Rápido ve a atenderlo, no vaya a ser que alguien más te lo gane— Comentó divertida, yo solo suspire con una pequeña sonrisa por tan absurdo comentario suyo y como me lo pidió, me apronte a atenderlo.

—Hola ¿Puedo tomar su orden?— Volví a repetir el mismo saludo que daba con energía con cada comensal

El hombre me exploró de arriba a bajo, con esa fría mirada suya y dijo: —En realidad solo estoy buscando a  ____ Jakimioto— Me contesto el hombre desconocido y mi corazón comenzó a ahogarse en un mar de nervios y preocupación.

—¿Para qué la necesita?— Pregunté ocultando todo mi nerviosismo al máximo.

—Vengo desde Konoha, de parte del Hokage para verla ¿Usted la conoce? Me informaron que ella vive en este lugar— En ese momento mi estomago se revolvió, no podían atraparme ahora, después de todo este tiempo que he estado escondida sin delitos.

—Oh bueno, ella no ha venido por aquí desde hace ya bastante tiempo, así que no sabemos nada de ella. Em... si no necesita nada mas me retiro— Hice reverencia y me di la vuelta de regreso a la cocina.

¿Qué hago? Tengo que escapar, si él viene de Konoha y me buscan con mi verdadero nombre, solo significan problemas.

—¿Qué es lo que quería ese joven tan apuesto?— Me espanto la repentina aparición de Maru con su pregunta con picardía, no quiero preocuparla, así que decidí mentir.

Serendipia (Sasuke Uchiha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora