Serendipia (Sasuke Uchiha)

Capitulo 21

He estado floreciendo gracias a ti y estoy tan agradecida de todo lo bueno que has proveído a mi espirito, sin embargo en este instante puedo escuchar como mi corazón está rompiéndose lenta y dolorosamente.

Podría estar mirando tu espalda todo el día, con solo eso sería feliz, sin embargo veo cómo ella puede caminar a tu par y prefiero morir.

Sé que te he hablado antes de lo qué hay aquí, dentro de mi pecho, pero no lo hice bien ¿Puedo intentarlo de nuevo? ¿Intentarlo una y otra vez, hasta que por fin alcance tu corazón? Por favor...

—¿Estas bien?— Pregunto Shikamaru, al ver que no dejaba de ver hacia dentro de la aldea, esperando a que diera una señal

—Si, deberíamos partir— Dije, dándome por vencida, él no aparecería.

—Espera, casi lo olvido— Dijo Shikamaru, sacando de la bolsa de su pantalón un pequeño sobre blanco —Sasuke me pidió que te la entregara—

—Gracias— Respondi amable al de coleta alta, recibiendo el papel.

Observé mi nombre impregnado en la cara del sobre, con puño y letra de Sasuke, la observo por algunos momentos, pero decido guardarla dentro de mi mochila.

—¿No vas a leerla?— Pregunto mi actual protector

—Lo haré en cuanto lleguemos haya— Respondí a su incógnita

—Como quieras, entonces en marcha— Tomó su mochila y juntos atravesamos las enormes puertas de Konoha.

Una vez más iba a dejar este lugar de forma cobarde, pero era mi más sana decisión.

—¿Realmente estarás bien?— Pregunto Shikamaru, al llegar a mi verdadero hogar entre el bosque.

—Lo estaré, ahora apresúrate a regresar a la aldea, tu esposa y bebé te esperan— Dije con una sonrisa, tratando de darle paz

—Volveré a revisarte en un par de días, así que trata de no hacer nada imprudente ¿Quieres?— Me dijo, revolviendo mis cabellos de forma tosca, pero amigable.

—Agh si, no te preocupes— Me queje, quitando su mano de mi cabeza

—Cuídate mucho, nos vemos luego— Y finalmente nos despedimos, una vez más estaba en casa, sola.

Estoy de vuelta, aunque podría significar el fin del mundo, tratando de empezar de nuevo y te adoro, pero he terminado. Es verdad, te encontré en la puerta más hermosa, pero cuando la atravesé no había suelo y he caído en el abismo, sola.

Camine hacia mi habitación y me despoje de la ropa que había traído de la aldea, cambiándola por la que realmente era mía, alistándome para una última cosa por hacer.

Salí de casa en dirección al único lugar donde me daba paz, ese lago a unos cuantos metros de mi casa, sosteniendo su carta, por más que lo intento no tuve el valor de leerla, sé que soy débil y con solo saber un poco él me haría derrumbar, pero... lo quiero.

Sin embargo estas de vuelta en tu hogar y yo estoy aquí, buscando mi único lugar tranquilo, donde pueda gritar cuanto te amo, sin lastimar a nadie más que mi garganta.

Nadie sabrá cómo reaccione al romper mi corazón, lo he destrozado todo y solo veré como arde, al igual que sus últimas palabras impresas en este papel, siendo sus ceniza arrastradas por el agua cristalina.

Desearía que hubieras pensado en esto, antes de que me fuera y me enamorara de ti...

—Bienvenida ¿En que podemos...? ¡Sora!— Exclamó contenta Maru en el instante en que me reconoció.