Capitulo 9

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Desperté, estaba recostada en el suelo, sobre la capa negra de Sasuke y mi capa blanca cobijándome. Me senté despacio tapándome con mi capa, aún me dolía un poco la cabeza pero me sentía mucho mejor.

Busqué con la mirada a Sasuke pero, no había rastro de él por ningún lado. Me levante y camine hacia donde están mi ropa tendida, ahora que no estaba Sasuke era el mejor momento para vestirme.

Me vestí rápido y me sentía aun débil, que por más que intente volver a mi transformación no lo logre, así que debía quedarme un poco más con mi verdadera apariencia, solo hasta que recuperara fuerza.

-Veo que ya despertaste ¿Cómo te sientes?- Me preguntó Sasuke

-Mejor. Perdón por las molestias que cause- Me disculpe con el azabache

-No importa. Hay que seguir con nuestro camino ya estamos muy cerca- Respondió Sasuke juntando su capa del suelo y sacudiendo el polvo que había sobre ella, haciéndome sentir un poco mal por ello, pero no me atreví a decir nada y solo le seguí de cerca en el camino.

Caminaba junto a Sasuke con la capucha puesta ocultando mi cabello azul. Sasuke y yo no platicamos en todo el camino cuesta arriba para llegar a la cima de la montaña, pero no era incomodo sino todo lo contrario. Conforme subiamos la alta montaña, el paisaje cambio a uno con nieve y viento helado por la alta altitud. Nunca había visto nieve en mi vida y debo de admitir que me sentía emocionada.

-Aquí es...- Fue lo primero que me dijo, después de una hora de camino en completo silencio.

-¿Crees que ella de verdad siga viva?- Pregunté, mirando de lejos el portón de la casa vieja de madera.

-Hay que averiguarlo- Camino hasta la entrada de la casa. Toco la puerta con fuerza un par de veces y dio un paso hacia atrás. Del otro lado de la casa se escucharon unos suaves pasos acercándose hacia la puerta y yo sentía nervios revoloteando en mi estomago.

Si de verdad era ella eso significaba que aun tenia una pequeña familia, una persona a la que estaba unida por sangre y que talvez pueda amar. La puerta se abrió lentamente y dejo ver a una mujer de edad avanzada.

Su cabello era canoso pero algunos de sus hebras eran de un color violeta. -Hola ¿En qué les puedo ayudar?- Pregunto amable la mujer.

No sabia que decir, me había quedado muda. Voltee a ver a Sasuke y él fue quien me hizo la seña de presentarme, respire, llenandome de valor para presentarme ante la mujer.

-Mi nombre es ____ Jakimioto, soy hija de Ayaka- Sus ojos se abrieron sorprendida y con su manos tapo su boca de la emoción pero luego frunció el seño.

-Mientes, mi nieta es... especial- Sonreí y quite la capucha que llevaba dejando libres mis hebras celestes.

Su enorme sonrisa volvió a aparecer y a su paso se acercó a mí para darme un fuerte abrazo al que yo respondo con el mismo amor. Se separo aún tomando mis manos para detallarme por completo.

-De verdad eres tú- Puso su mano derecha en mi barbilla y me dijo el mas hermoso cumplido que podía haber oído -Tienes el rostro hermoso de tu madre-

-Gracias- Sonreí encantada

-Pasen, pasen por favor. Debió de haber sido muy largo su viaje para encontrarme- Su casa era muy hogareña a decir verdad y con un toque de antigüedad, que me hizo sentir en casa.

-Siéntense- Tomamos asiento cómo ella nos había pedido

-Me alegra tanto verte con bien ¿Cómo están tus padres?- Sentí un nudo en mi estomago, no era culpa suya, ella no sabia lo que había pasado.

Serendipia (Sasuke Uchiha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora