Capítulo 22

1.1K 134 14
                                    


No lloraria, estaba segura de no hacerlo, pero aún así la frustración me golpeaba con fuerza, tratando de hacerme caer.

Posó su fría palma sobre mi mejilla, no podía hacer otra cosa que mirar sus exóticos luceros que cada vez se acercaban mas y mas a mí.

Estoy aquí, porque quiero quedarme contigo. El tiempo que me quede de vida es tuyo— Dice

¿Mientes?— Preguntó incrédula

No puedo estar lejos de ti por mucho tiempo— Me acercó y después de tanta espera y sufrimiento mis labios logran alcanzarlo

Hace tanto tiempo que había deseado experimentar este sentimiento de aceptación, de amor y compresión.

No deseaba un apretón de manos en este momento yo deseaba sentirlo cerca, así que fui egoista, me abrace a su cuerpo, buscando el calor que tanto anhelaba y lo encontré siendo correspondido.

Levantó mi rostro, hacia él y una vez más cierro mis ojos, sin pedirlo, sus labios se posan sobre los mios con una increible suavidad.

Me acaricia con cariño, desde mi cabeza, baja por mi espalda y se posa sobre mi cintura, todo sin dejar de besarme.

Puedo sentir su discreta invitación a estar con él, de amar juntos, pero yo...

No deberíamos, no aún, Sakura...— La culpa y vergüenza aún hace peso sobre mi corazón

Ella lo sabe todo, sabe que te elijo a ti...— Murmura, dando a mi corazón finalmente tranquilidad.

Todo había terminado.

Tomó su rostro y con infinita felicidad digo: —Gracias...

No soy, ni seré nunca, un hombre común— Susurró, comprimiendo mi pequeño cuerpo contra el suyo.

Negué con la cabeza, levante la mirada para observarlo y dije: —Solo necesito que seas tú— Mi corazón se sentia tan calido, tan feliz y próspero.

Le bese y acaricie de la misma manera, con el mismo amor y delicadeza, hasta que terminamos en mi habitación, siempre juntos y vinculados.

Y en el momento en que la luz de la mañana entró a la habitación, dejándome ver su rostro durmiendo con tranquilidad a mi lado, mientras me abrazaba, supe que todo iría mejor.

Se quedó conmigo a construir un hogar juntos.

Pasaron tres meses, Sasuke tuvo que salir a su aldea natal para terminar con algunos de sus labores y sobre todo, terminar oficialmente su matrimonio con Sakura.

La puerta de casa fue tocada por la tarde, jamás espere tener tal visita.

Hola— La mujer hermosa de cabellos rosas me saludó con una sonrisa —Lamento venir sin ninguna invitación o aviso, pero ¿Puedo pasar?— Pregunto avergonzada.

Por supuesto, pasa por favor— Me hice a un lado, dejándole entrar —Siéntate— Y ofreciéndole un lugar en los sofás que estaban en la sala de estar

Serendipia (Sasuke Uchiha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora