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Hero queda por unos segundos sobre mí. Mi cuerpo empieza a moverse logrando que sus manos se aparten de mi cintura.

Finalmente siento mucho menos peso en la parte de mi cintura.

Por fín luego de mucho pude respirar profundo, ese hombre estaba loco, de eso estaba muy segura.

Hero se levantó, mi cuerpo seguía recostado sobre el enorme colchón de la lujosa cama. Me miró en forma de advertencia, como si yo hubiese hecho algo malo.

En el momento en que dió un paso para tomar su corbata me senté.

El profesor suspiró sonoramente, abriéndose paso desde la puerta de la habitación hasta el centro de la habitación.

—Bien, debo irme —por primera vez en la última semana me había sentido extremadamente felíz por solo unas cuantas palabras. Quise disimular mi felicidad pero no pude evitar esbozar una gran sonrisa mientras le miraba directamente a su traje —Iré a la empresa —me informó, yo miré mis uñas, para que le quedará lo bastante claro lo poco y nada que me importaba donde estuviera, mientras estuviera lejos de mí todo estaría perfecto —Kein —quitó su vista de mí para pasar al hombre quién parecía sentirse como un mal tercio —¿cuántas horas vas a estar aquí? Necesito saber para pagarte.
Puse mis ojos en blanco —¡¡¿Porque no puedo ir a un siemple Instituto normal como cualquier otro?!! —por primera vez me atreví a preguntarle. El trataba de tenerme encerrada las 24/7 en este calabozo sin salida.

La atención de ambos paso sobre mí.
Hero me miró con enojo.

Quise morderme la lengua por haber dicho eso, pero ya estaba, no podía volver mis palabras atrás.

—Ya cállate —me ordenó. El profesor tuvo una leve expresión de confusión, sin embargo pareció dejarlo pasar.
Sentí repulsión por aquél hombre al que mi padre me había obligado a estar.

Era tan... tan... poco hombre.

—Tres horas señor. Me pondré al corriente lo más que pueda para saber lo suficiente nivelada que se encuentra en el area de matemáticas.

¡¡Tres horas!! Y para colmó ¡¡de matemáticas!!

Suspire pesadamente.

—Bien, debo irme a ayudar en la empresa a mí padre —el profesor asintió, yo simplemente me límite a ignorar sus palabras —portate bien cariño —hablo dirigiéndose a mi.

Acercó su mano al hombro del hombre mientras este simplemente sonreía. —Quiero que trates bien al profesor, es uno de los mejores de la ciudad —aparte mi mirada de ellos. —Porfavor Anderson, tenle un poco de paciencia. Ella es una pequeña fiera.

El profesor no rió, más bien se removió incómodo mientras dirigía mi más sincera mirada de odio a Hero.

—No quiero esta estupidez Hero, solo quiero ir a una escuela normal. Me sentiría mucho mejor si regresará al Instituto con Nicky —El se alejo de profesor, apenas se dió la vuelta su enorme sonrisa desapareció dirigiéndose hacía mí.

Levanté la cabeza. Yo seguía sentada sobre la cama.

El me tomó con fuerza del brazo, aquéllo hizo que mi cuerpo se levantará enseguida.

Su rostro nuevamente se encontró con el joven profesor, quizo disimular una vez más con una sonrisa fingida pero lo único que consiguió fue algo parecido a una mueca.

—Si me disculpas... —agache la cabeza. Sus dedos eran demasiado gruesos y largos, mientras sus uñas un poco largas. Por breves segundos pude ver mi piel, empezaba a teñirse de un feo rojo —debo hablar un minuto con mi esposa.

Juguete Del MillonarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora