Al tercer día en el que comprendió que Matthew se quedaría nuevamente en la casa, fue a tocarle la puerta de la oficina y no esperó permiso para entrar.
Matthew levantó la mirada de la computadora que tenía en frente y la miró. Isabella cruzó los brazos y lo fulminó con la mirada. Brotaba ira por cada poro. Desde que estaba embarazada, sentía las emociones mucho más intensas, por momentos no sabía hacer otra cosa que contar hasta diez para no estallar cuando estaba enojada
— Y bien? — le dijo Matthew. Apoyó los codos sobre el escritorio y su cabeza sobre las manos entrelazadas
— Y bien? No me vas a decir tu? Vengo por una explicación y una que me guste. Es el tercer día que no te vas, quiero que te vayas — Él la miró y por alguna inexplicable razón del universo, sonrió. Fue una leve sonrisa, una sobrada sonrisa. ÉL. SE. SONRIÓ
— Tu acabas de sonreír? — preguntó exasperada. Era lo último que esperaba y necesitaba. Salió de la habitación hiperventilando y gritando
— ¡No te quiero aquí! Accedí a quedarme porque sabría que no estarías pero esto no era parte del trato — Isabella caminaba, gritando y moviendo los brazos exageradamente. Él, por supuesto, cuando ella había salido hecha una furia de su oficina, la siguió pero solo se quedó parado, con los brazos cruzados y el ceño fruncido mientras ella se montaba el numerito del siglo
— NO QUIERO QUE ESTÉS AQUÍ, NO QUIERO QUE ESTÉS ENCIMA, NO QUIERO QUE ME CONTROLES — tomó una gran bocanada de aire y siguió. Matt frunció más el ceño — BASTANTE QUE TE DEJO SER PARTE, QUE DEJO QUE TE APAREZCAS MILAGROSAMENTE EN LA CONSULTA DEL DOCTOR Y NO TE DIGO NADA, BASTANTE QUE DEJÉ QUE TU CHOFER ME PERSIGA — siguió soltando más palabras hasta que no pudo más y paró para respirar. Al instante sintió la necesidad urgente de sentarse
Matthew no le levantaba la mirada a ninguna de sus acciones — Ya está? Terminaste? — Isabella suspiró y se abanicó con las manos. Al ver que ella no respondía, siguió — No está bien que hagas eso — su voz era dura, precisa
Isabella lo miró dos segundos transmitiéndole su duda sobre a que se refería — Esto — le contestó Matthew mientras con el dedo indice de la mano derecha hacia un circulo señalando lo que acababa de suceder, o más bien, lo que acababa de hacer ella
— Es tú culpa, tu me estresas. Si quieres que este tranquila, vete — él levantó una ceja
— Deberás intentar controlarlo, no me iré a ningún sitio — Isabella quiso protestar pero negó con el dedo y prosiguió — mucho menos volveré a trabajar fuera sabiendo que sos imprudente y que no puedes controlar tus reacciones por el bien del niño —
— No pretendo acostumbrarme a ti, si es eso lo que insinúas — escupió
— Entonces ninguno de los dos ganará, pero no es que a mi me sea una paria estar todo el día aquí, como que le estoy agarrando el gusto — Matthew dio por finalizada esa conversación en su cabeza, tenía imprudentes ganas de zarandearla ¿seguía siendo un juego esta situación para ella? serían padres, un bebé vendría al mundo en un par de meses y sería de los dos, juntos — Deberás dejar de trabajar, estudiar esta bien, por el momento, entrarás en el mes seis y ni se te ocurra llevarme la contraria — aunque intentó sonar duro y autoritario, sabía que Isabella no le haría ni caso pero él realmente quería que ella dejase de trabajar. Tenía la leve sospecha que ella tampoco había caído completamente en la realidad de que sería madre y que ha ambos los compartiría un vínculo para toda la vida que nunca pensó que los uniría en estas condiciones. Necesitaba un trago o varios
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Desde que él había salido de la habitación, Isabella no se había movido del sillón en el que se encontraba. Le sorprendió que conociese el tiempo que llevaba embarazada aunque, por otro lado, el siempre tenía el conocimiento de todo lo que lo relacionaba. Por otro lado también sabía que por mucho que él le dijese que hacer, ella no iba a obedecerlo. Cerró los ojos y sus oídos se agudizaron al escuchar un auto en marcha. Matthew volvía a salir de noche, tal vez ella pudiese hacer lo mismo
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Vivos Deseos (SD #2)
RomanceLibro segundo de la saga Deseos, continuación de Oscuros Deseos #SD2 Isabella afronta una nueva realidad sola, lejos de lo conocido, que pone en perspectiva sus mayores miedos y sus deseos mas ocultos. Mientras tanto, Matthew se sumerge cada vez más...