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Sentí como tiraban con fuerza de mi brazo, ya no estaba enfrente de Thomas, ahora lo único que podía ver era su ancha espalda, su brazo derecho estaba elevado y a su lado se encontraban sus hermanos, con sus armas desenfundadas, me sostuve de su chaqueta y miré sobre sus hombros, De La Fuente estaba allí, junto a tres de sus hombres, sus manos enfundadas en unos elegantes guantes negros y las escopetas colgaban de sus hombros .-Te vez muy hermosa esta noche, Rose. Ven conmigo y estos hombres no morirán por tu culpa



Mis piernas parecían moverse solas, el nudo era enorme en mi garganta y mi pecho dolía al respirar, coloque las manos sobre mi estómago y pase a un lado de los hermanos, pude oír su voz por primera vez en mucho tiempo, diciendo mi nombre, con temor.



De La Fuente sonrió y movió un poco su mano para tomar la mía, ellos no eran sucios, se tomaban su tiempo y cumplían su venganza, no los satisfacía meterte una bala en el cráneo y dejar tu cuerpo tirado, ellos te tomaban y hacían lo que quisieran contigo. Su mano fría tomó la mía, podía sentir el frío metal debajo de mis dedos .-Cazare a toda tu familia, iré detrás de ellos, uno por uno, y a ti te dejaré para el final, te reuniré con tus hijos y los mataré enfrente de tus ojos



Sus ultimas palabras fueron como un golpe en el rostro, o una gran inyección de heroína, podía sentir la sangre correr por mi cuerpo hacia mis manos y pies, mis oídos zumbaron y la sangre manchó mi rostro. El ruido de las balas se oyó más fuerte, caí, sobre mis rodillas y el cuerpo sin vida de Ernesto De La Fuente.



Los hombres restantes cayeron y el ruido de los zapatos golpear contra en empedrado se hacía cada vez más cerca, podía verlo, podía ver su garganta abierta de un lado a otro, aún sostenía con fuerza el broche.



Mi cuerpo se elevó, podía ver las luces destellando enfrente de mi, mi boca sabía a metal. Había matado al hombre que había jurado vendetta a mi familia.



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Las sabanas se sentían bien debajo de mi adolorido cuerpo, ya no traía el vestido, sino un camisón que me cubría por completo, mi rostro estaba limpio. Lo último que podía recordar era a Thomas subiendo junto a mi al carro.



Un escalofrío recorrió mi cuerpo, el dolor en mi estómago era insufrible, podía reconocer el dolor, no es la primera vez que alguien me dispara.



Podía ver la calle desde la pequeña ventana a un costado, los niños corrían por el empedrado, sus ropas manchada de tierra, al igual que su rostro, mujeres cargando cajones y los hombres con cerveza en sus manos y riendo de lo que el otro decía.



La muda de ropa se encontraba sobre la pequeña mesa junto a la ventana, una falda que llegaba hasta mis tobillos y una camisa blanca, eleve mi cabello en una coleta mal echa y salí de la habitación.



El piso de madera cirugía debajo de mis pies, podía ver a las cuatro mujeres sentadas en la pequeña mesa, tomando el té y parloteando de cualquier tema. La pequeña de corto y ordenado cabello fijo sus azules ojos sobre mi, di un paso hacia atrás, mirando hacia mis costados buscando la puerta de salida .-¿Quieres una taza de té?



-Quiero salir de aquí



-Thomas no estará nada contento si sales de aquí



El rechinar de la puerta hizo eco en la pequeña sala, al otro lado de la habitación entraban los hermanos .-Tengo que volver a casa



John dio largos pasos hacia mí, para luego envolverme con sus brazos, podía sentir su respiración sobre mi cabello, y oír su agitado corazón. Junte mis manos detrás de su espalda, su pecho se sentía cálido .-No soportaría verte morir otra vez



-No es la primera vez que me disparan .-Time su rostro entre mis manos, sus ojos estaban llenos de lágrimas, pero su sonrisa era enorme .-Me recuperare



-¿Que hacías en esa fiesta?



-Tomando una copa



Sonreí, caminé detrás de John, allí estaba Arthur, sus manos enfrente de su cuerpo, su cabello peinado perfectamente hacia atrás y su rostro pálido .-¿No me darás un abrazo?



Este dejo la boina sobre la tetera, me tomo por la cintura y me elevo unos centímetros del suelo.



Su bigote pico en mi frente, sus mejillas tomaron un leve color rojo .-Es bueno volver a verlos



-¿Porque estabas en esa fiesta, Rose?



Thomas estaba enfrente de mi, su rostro se veía cansado, la argolla en su dedo anular resplandecía, apreté los puños, ellos no podían ser .-¿Que hacían en la fuente de las farolas?



-No me respondas con otra pregunta



Pase una mano sobre mi rostro .- Costello, Salvatore Costello, es mi hermano, estaba allí siendo su acompañante, el iba con la intención de hacer un trato, De La Fuente no tendría que haber estado allí, lo que sucedió no tendría que haber pasado, ahora todo será un caos, habrá una guerra entre las familias, no puede haber una guerra entre familias



-Tranquilízate, deberías volver a la cama



-No, John, tengo que volver a casa, necesito llamar a Lissa



-¿Lissa no murió?



John sostenía su boina entre ambas manos, sus ojos brillaron aún más al decir su nombre, Lissa amaba a John, y John amaba a Lissa.



-Solo un grupo pudimos escapar, Lissa y yo nos mantuvimos juntas hasta el día de hoy, le hemos perdido el rastro a Rachel, luego de llegar al campo de refugiados nos atacaron y ella logró salir con un grupo que iba hacia Green Ville, la vimos hace un par de años en la costa oeste, se casó y tuvo dos niños, se la veía bien, ella dijo estar bien. Lissa se casó, ella es realmente feliz con su nueva vida, ha venido a Londres a buscar un vestido de novia, ella puede sacarme de aquí, necesito llamarla.




CostelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora