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Me incliné sobre la barra, dejando descansar mi cuerpo allí, los apresurados pasos se lograron oír por la bocina del teléfono .—¿En  donde carajo te has metido, Rose Mary?

La voz de Lissa salió apresurada, estaba más que enfadada .—Me  encuentro bien, Lissa, gracias por preguntar

-¿En donde estás? ¿Te han echo daño? Salvatore está como loco, tú padre a dado órdenes de que no lo dejen salir del hotel, las cosas en casa se pusieron feas, han enviado a Rocco y Anthony a Nápoles con Pantoneon, Lucky envió a sus hombres por ti, pero no había rastro

Deje salir el aire de mis pulmones, papá había enviado a los gemelos con su aliado más grande, Pantoneon Rííno, Don Peppe, como lo conocían en Nápoles, estaba segura que nada les sucedería .—Estoy  bien, solo quiero volver a casa, ¿pueden enviar a alguien por mi?

-Lucky enviará a sus hombres

-Perfecto, Small Heath Birmingham, hay un bar, La guarnición

-Cuídate, Rose, por favor

-Lo haré, Lissa, algo más, no quiero que vengas

-¿Sucede algo?

-No, solo no quiero que te pongas en peligro aquí, no hagas más preguntar, cuando te vea juro contarte todo

No deje que contestara y corte la comunicación, John estaba allí, parado a unos cuantos metros de allí, su rostro estaba arrugado .—¿Porque  le has dicho que no venga?

-No voy a darte explicaciones John

-Rose

-Ya basta .—Aplaste  mi estómago, me dolía respirar .—No  sería justo para Lissa

-Lo que estás haciendo no es justo

-Ya basta John, ella te amo, eso es verdad y estoy segura que siempre va a amarte, pero eso ya no puede ser, Lissa es una mujer casada

-Eso no tiene importancia, Rose, no puedes tomar decisiones por ella

-Claro que puedo, y lo haré, no volveré a verla de esa manera, su alma se rompió por completo cuando el túnel explotó, todos estos años creímos que los tres habían muerto allí, Lissa sufrió, de una manera que no puedes imaginar, se que no es tu culpa, pero le costó demasiado superarte John, ella está feliz ahora, y verte otra vez, la derrumbará de nuevo. Estoy intentando no poner un maldito blanco en tu espalda, ella ama a su esposo pero el amor que te tiene a ti es mucho más grande y hará lo que sea por ti, eso también implica engañar a su esposo, y por si no lo sabías, los italianos son muy posesivos con sus mujeres, y realmente no quieres tener de enemigo a este italiano.

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La noche había caído, las calles se veían mucho más sombrías que antes, el viento frío se colaba por las aberturas de la pequeña ventana, estaba sentada enfrente de esta, esperando ver el coche que me llevaría de vuelta a casa.

Luego de volver del bar no había compartido palabra con nadie, me sentía demasiado débil par afrontar a todos ellos, John aún seguía más que enojado por haberle prohibido ver a Lissa, es mucho mejor no remover sentimientos del pasado. Junte mis piernas sobre mi pecho y deje caer mi cabeza sobre mis rodillas, los golpes en la puerta se oyeron, me levanté de donde estaba, arrastrando mis pies abrí la puerta, Thomas estaba allí, no traía su gabardina y un cigarro colgaba de sus dedos .—Es  noche de cartas para Poll, pero ha dejado la cena lista, es mejor que vayas, John y Arthur no dejarán una migaja

Las plantas de mis pies se elevaron del piso, mis brazos se juntaron en su cuello, y nuestras bocas volvieron a encontrarse, el sabor a ron me inundó, y mis mejillas ardieron. El beso no duró más que unos cuantos segundos, Thomas se apoderó de mi, sus brazos me cubrían y sus labios parecían recordar perfectamente nuestra danza. No podía verlo a los ojos, o me echaría a llorar en su pecho .—Nunca  dijimos adiós, me lo debías

Sus manos sostuvieron mi rostro, nuestras miradas se conectaron, pero el azul de sus ojos ya no era el mismo .—Rose 

-No lo digas, por favor .—Las lágrimas picaron en mis ojos, escondí mi rostro en su pecho .—Volveré  a casa, y esto terminará aquí, me olvidaré de ti, me quedaré con el recuerdo de Francia, así ya no volveré a sufrir .—Sus brazos volvieron a cubrirme, podía sentir su acelerado corazón .—El destino no nos quiere juntos, la primera vez, la guerra nos separó y creí demasiado tiempo que habías muerto en el túnel, nos dieron una segunda oportunidad, pero eres un hombre casado

El silencio reinó en la habitación, Thomas aún me sostenía contra su cuerpo .—Te he visto morir en Francia, una y otra vez, en mi cabeza

-Nuestro amor ya no podrá ser, más que un doloroso recuerdo .—Sus manos subieron y bajaron sobre mi espalda, me sentía en casa, pero dolía, demasiado .—Porque duele tanto Tom, si realmente nunca fuiste mío .

CostelloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora