El Templo sobre las Nubes

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El aire era frío y azotaba con fuerzas las ropas de Lán Xīchén mientras este avanzaba a paso suave pero firme, siempre en ascenso por una de las más altas cumbres de GūSū mientras la nieve lo cubría todo a su alrededor cual manto blanco y perfecto evitando que cualquier brizna de vida proliferara, el paisaje aunque desolado contenía en su soledad una belleza que lo dejaba sin aliento: el cielo despejado con un sol radiante y las nubes que parecían un esponjoso y extenso mar a sus pies el cual por momentos dejaban ver las casas de la secta GūSū Lán y de los ciudadanos de ciudad Caiyi.

Retirando la capucha que cubría su cabeza Xīchén se detuvo y cerro sus ojos aspirando el frío aire un momento, aun no sabía que lo había impulsado realmente a aceptar la petición de su tío quien parecía tener más deseo de que el saliera de su reclusión luego de lo sucedido hacía ya casi dos años con sus hermanos jurados, que una verdadera preocupación por el estado del, hasta entonces desconocido, templo en la cumbre de aquella montaña.

Casi dos años habían pasado desde el nefasto desenlace del caso del cuerpo descuartizado más la herida estaba allí, aun abierta, de solo pensar en los hombres que había amado como hermanos...no, incluso más que hermanos y el final de ambos, hacía que su corazón se apretara, sabía que tenía parte de la culpa, si solo hubiera sido menos ciego, si hubiera dudado más, si hubiera tomado en cuenta las señales que él bien sabia siempre estuvieron presentes, la tragedia se habría evitado, Niè MíngJué estaría vivo, su pequeño hermano no habría tenido que pasar 13 años sufriendo por su amor, Wèi WúXiàn no habría sido señalado como un villano y Jīn GuāngYáo...su A-Yáo...

-"¡Lán Xīchén! En esta vida, le he mentido incontables veces y he lastimado a innumerables personas, tal como usted dijo, asesine a mi padre, hermano, esposa, hijo, maestro y amigo ¡No hay nada malo que aún ni haya cometido en esta tierra! ¡Pero nunca he pensado en hacerte daño!"-

Aquellas palabras se repetían en la mente del mayor de los Jades de GūSū una y otra vez, y era verdad, GuāngYáo nunca había hecho algo malo hacia él, al contrario, lo había ayudado cuando más lo necesitaba, había sido su apoyo y su confidente, había acudido a el cada vez que algo le aquejaba y Jīn GuāngYáo siempre había tenido las palabras adecuadas y el consuelo necesario. Aquella noche en el templo perdió mucho más que a sus hermanos jurados, había perdido parte de su propia alma y corazón y después de dos años el dolor seguía latente....

Sin esperarlo un suave y melódico silbido saco de sus pensamientos a Xīchén y le hizo voltear en busca del causante sorprendiéndose al ver a una pequeña y regordeta ave multicolor que resaltaba en la blanca nieve, era extraño que algún ave pudiera sobrevivir en aquel clima y más uno tan pequeño. Inclinándose suavemente hacia el ave estiró su mano y el pajarillo salto hasta posarse sobre ella, aquel animal era tan pequeño que cabía perfecto en su palma

- ¿Qué haces por acá pequeño?- pregunto y como respuesta recibió un alegre gorjeo - ¿no tienes frío? Debes estar muy lejos de casa...- y como si el ave entendiera sus palabras movió su cabeza como negando antes de alzar el vuelo, entonando la misma melodía que había llamado su atención anteriormente.

Con gracia dio dos vueltas alrededor de Xīchén antes de alejarse y posarse sobre una roca no muy lejos, pero al ver que lo miraba extrañado volvió a volar a su alrededor para luego alejarse posándose en la misma piedra que antes repitiendo la misma acción hasta que entendió– Quieres que te siga...- Olvidando momentáneamente sus pesares siguió al ave emprendiendo nuevamente el camino hacia la cima, esta vez acompañado del alegre canto del ave el cual no se detuvo en ningún momento incluso cuando las nubes comenzaron a cubrirlo todo evitando que el cultivador pudiera ver más allá de su nariz, sabía que avanzar en aquellas condiciones era peligroso, el camino se ponía cada vez más angosto, pero algo le decía que debía seguir avanzando guiado por el cantar del ave.

El Destino es CiegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora