Capitulo 3

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-Valla sorpresa Jev, nunca imagine que estarías aquí abajo, entre los humanos, y no con los de tu especie.

-¿Qué es lo que haces aquí Dabria?- le pregunte

-He escuchado rumores ¿sabes? Se dice que has estado viendo a una humana, que todos los días durante un mes te has reunido con ella-me dijo sin contestar a mi pregunta.

-¿Quién ha dicho tal mentira?

-¿Mentira? ¿De verdad creíste que podrías engañar a los arcángeles?, descuida, no has sido el único que ha creído poder engañar a los arcángeles, ve cuantos ángeles caídos existen.

-No lo hago, no estoy frecuentando a ninguna humana-mentí

-No te sirve de nada mentir Jev, los arcángeles ya lo saben todo, en este momento están en una reunión, ¿quieres saber para qué es esta reunión?- dijo emocionada.

No conteste, solamente la mire, sabía que me diría sin que yo le preguntara.

-Bueno, la reunión que están teniendo en este momento es para acordar si tú, Jev Cipriano, conservas tus alas, o te conviertes en un caído.

Estas últimas palabras resonaron en mi mente, “te conviertes en un caído”. ¿En un caído? Vivir para siempre en la tierra, sin poder sentir ningún contacto físico, con la preocupación de no saber en qué momento los arcángeles me puedan condenar al infierno.

-¿Y por qué tú, un ángel de la muerte, me está diciendo esto?- le pregunte tratando de que mi tono de voz se escuchara lo más calmada posible.

-Los arcángeles que están tomando la decisión de tu destino me otorgaron una misión, y esta tiene que ver con tu amada Amelie.

Al momento en que pronuncio esas palabras todos mis sentidos se pusieron alerta. ¿Amelie estaba en peligro? No, eso no podía ser cierto, ella no ha hecho nada, toda la culpa es mía, ella no tiene que pagar por mis errores.

-¿Y cuál es tu misión, borrarle la memoria?

-En el momento en que se te destierre del cielo el destino de Amelie ya no será continuar en la tierra- dijo con un tono de felicidad- pero no hace falta que los arcángeles me comuniquen su información, yo ya vi el futuro de Amelie, y ella ya no tiene otro amanecer más en la tierra.

Y con estas palabras, desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Dabria debe de estar mintiendo, debe estar resentida conmigo por haber terminado lo que teníamos, no puede ser cierto, fui muy cuidadoso con mis reuniones con Amelie, ellos no… Y de repente hubo un cambio repentino en la atmosfera, el cielo despejado y con un sol brillante había sido remplazado por un cielo gris con una temperatura de grados bajo cero, en ese momento supe que las palaras de Dabria no habían sido mentira. Necesitaba ir con Amelie…

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