Félix y Destino, Destino y Félix.
Ellos simplemente se tenían una atracción muy fuerte el uno por el otro. Pero, desde que Satanás alias el "Padre" de Destino los viera juntos hizo que de un día hermoso se haya convertido en el peor día para los enamorados.
El amor entre un demonio y un humano era algo inaceptable en el infierno y en la tierra; Puesto a las creencias religiosas estaba prohibido. Y lo más impactante para todos fue que el joven demonio estaba saliendo con un chico, idea que a Satán le asqueaba.
Todo eso y más, hizo desatar la furia de Satán, por la cuál tuvo que llamar a Destino porque con él iban a "conversar" sobre un par de cosas. Pero lo que no sabían ellos es que antes de ir al infierno, tuvieran una discusión.
--Siempre eres así? Por qué te comportas cómo un verdadero idiota?-- Preguntaba Félix hacía su pareja.
--Literalmente me hiciste pasar vergüenza frente a mis padres, y sabes que no es la primera vez que te comportas así.--
Destino no sé quedó atrás y contestó:
--Si sabes que me comportaré así, no me lleves y listo. O si no, nisiquiera vayamos.-- Dijo con tono renegado.
--Total, tus viejos son igual de tercos que vos. --
Esas palabras bastaron lo suficiente para que Félix le dijera:
--Eres lo peor, sabes?-- Decía con los ojitos aguados.
--Y para que sepas... Seré terco, si? Pero yo al menos me sé comportar, tarado!!--
Y sin más el pequeño se encerró en la habitación. Destino iba a disculparse, pero recibió el llamado de Satán, asi que decidió ir a ver que precisaba.
[En el infierno...]~
[...]
--No quiero que vuelvas a estar con él, eres una deshonra para el nombre de todos los demonios, sabes?
¿¡Cómo vas a estar con un humano!?--Destino únicamente escuchaba a su superior, mientras tenía la cabeza baja y pensaba en lo que podría llegar a pasar.
--Quiero que ya lo llames y le digas que tienen que terminar, porque él es solamente un estorbo-- Decía Satán.
El joven Destino, no hizo nada más que hacer lo que le dijeron, puesto que si no lo hacía iba a renunciar a su cargo como destino, y si lo hacía, el moriría.
Así que solamente llamó...
[...]
En la tierra, Félix se encontraba en la cama, mirando al techo mientras escuchaba canciones. Hasta que mira por el teléfono que su pareja lo estaba llamando, así que contestó:
--Dónde estás?! Sabes lo preocupado qué estoy?! Dime que estás bien y por favor vuelve a casa, si?-- Decía Félix con tono preocupado.
--Félix... Satán se enteró de lo nuestro y me obliga a terminar lo nuestro. No volveré a casa, pérdoname bebé-- Se escuchó un sollozo de parte del mayor.
Félix no caía en lo que el demonio dijo, hasta que una lágrima recorrió su mejilla y antes de decir algo Destino ya había colgado.
Todo se había derrumbado para ellos, ninguno podía estar sin él otro. Sólo quedó un gran hueco en sus corazoncitos.
[...]
Sólo habrían pasado 1 mes desde que Destino dejó de ver a su pareja, puesto a que en el infierno el tiempo avanza de manera más lenta. Miles de pretendientes llegaban por el mismísimo hijo de Satán, pero él las ignoraba a todas. Él solo quería estar con su pequeño y decirle que lo sentía tanto.
Se arrepentía tanto de que su "despedida" haya sido una discusión...
[. . .]
En la tierra era distinto, haya solo habían pasado 3 meses desde que Destino se fue.
Esos 3 meses fueron devastadores y muy depresivos para el chico, él cual no salía de su habitación por nada en el mundo.
Su rutina consistía en ponerse el buzito de Destino (el cuál era bastante grande), llorar, escuchar canciones tristes y seguir llorando...
Fue tan repentino, que perdió la noción del tiempo. Sus amigos Kodie y Michael hicieron de todo para poder alegrarlo, pero era en vano ya que él solo quería volver a verlo.
Él aún tenía la esperanza de que Destino llegara en cualquier momento, pero luego de 3 meses entendió que él jamás regresaría.
[...]
Destino decidió romper con la espera y fue con su superior para hablar sobre el tema de su ex-relación.
Samuel o como lo conocemos ahora por "Destino" o "Mr. Destiny" fue un joven quién vivió con su abuelita puesto a que sus padres murieron en un accidente automovilístico. La abuelita de Sam, prácticaba el arte de leer las cartas, magía negra y blanca, entre otras cosas.
El pequeño Sam quería saber que se sentía controlar en destino de las personas... Pero, no al tal punto de que él tuviera que romper con su amado..Le contó a Satán, lo que vivió desde que era humano y lo feo que se sentía que le quiten a alguien que ama.
Satán, comenzó a tener un poco de empatía y le dió como castigo que se cortase un dedito del pie, el cuál no volvería a crecer pero, a Destino no le importó en absoluto.
Luego de eso, el volvió a la tierra. Ya era de noche y estaba todo oscuro, incluso la casita de su pequeño, la cuál siempre estaba con unas lucesitas prendidas, con algún entorno positivo y alegre. Pero, esta vez estaba toda oscura y con un entorno frío y depresivo.
Destino entró a la casa y subió las escaleras solo para ver una escena que le rompió el corazoncito.
Ahí estaba, él, con su buzito puesto mientras abrazaba la almohada y lloraba desconsoladamente. Cuando el peli-morado dijo el nombre de su pareja, él se le quedó mirando.Él pensó que era alguna alucinación o un efecto secundario que tenían los medicamentos que le habían dado, porque al estar mucho tiempo decaído y encerrado, le agarró una gran depresión el cual tenía que estar medicado a cada tanto.
Pero algo cambió cuando vió que el peli-morado avanzó hacía él. Félix se dió cuenta de que en verdad era él.
Se levantó de golpe y fue a abrazarlo mientras lloraba en su pecho y le repetía:
"Yo sabia que ibas a volver..."
El cuál el peli-morado respondió:
❝Prometo no volver a irme, y perdón si lastimé tu frágil corazoncito, nada de esto volverá a pasar❞.
Destino no hizo nada más que consolarlo, y darle mimitos hasta que se quedara dormido, luego el levemente le dió en besito en la frente; Se acurrucó y le dió las buenas noches...♡