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Realmente odiaba mi horario y mi rutina. Estaba completamente cansado y sin lugar a dudas necesitaba unas vacaciones de todo, dormir durante horas y horas en mi colchón y probablemente despertar únicamente para comer alguna sopa instantánea para volver a dormir; sí, definitivamente eso era lo que más ansiaba.
Así, probablemente no estaría quedándome dormido en la parada del autobús, porque a este ritmo probablemente terminaría durmiendo en cualquier banca de la ciudad como vagabundo. Sí, si fuera realmente una opción lo haría sin ninguna pena. ¿A quién le importaba realmente?
Sin embargo, aquí me encontraba nuevamente, esperando porque el autobús decidiese por fin hacer su aparición y rogar a Dios porque no viniera tan lleno, aunque, regularmente a esta hora estaba moderadamente vacío, definitivamente tenía que tener algún beneficio tener un horario tan jodido. Y bueno, estudiar de siete de la mañana a tres de la tarde estaba terminando con mi cordura, sumado al hecho, mis jodidas prácticas que terminaban por consumir mi estabilidad; y sí, podía culpar al jodido sistema; porque no era todo, no, todavía tenía que llegar a mi departamento y comenzar con mis tareas para mañana. No podía ser jodidamente mejor.
Volviéndome a mi realidad, el autobús giró por la esquina haciendo que las escasas tres personas en la parada se pusieran de pie junto conmigo para esperarlo justo en el borde de la banqueta. Esperando que terminara deteniéndose a unos centímetros frente a mí, escuché el característico sonido de los zapatos de una persona corriendo, y seguido de esto, escuché claramente un "vamos Sunny, ahí está el autobús." Girándome hasta dónde provenía aquella voz, me encontré con un sujeto deteniéndose para atrapar a la pequeña a su costado y cargarla.
Hice una seña al conductor del autobús mientras las últimas personas abordaban y descendían del mismo indicándole que una persona más iba abordar. Mirando como el hombre terminaba su recorrido frenando por muy poco hasta donde me encontraba, sonreí una vez que se colocó frente a mí y me susurró un "gracias" amable antes de subir al vehículo frente a nosotros.
Una vez que terminó de abordar, aún con su hija en su brazo derecho y su maletín y una pequeña bolsa en su mano derecha por fin pude darme cuenta de que se trataba del mismo sujeto que había visto hacía un par de días atrás, el tipo con su hija que me había dicho gustosa los números que acababa de aprender. Últimamente me encontraba siendo demasiado despistado, posiblemente se debía al sueño, cosa que realmente no descartaría. El hombre se detuvo frente a un par de asientos vacíos y se deslizó hasta el que se encontraba en la ventana, llevando consigo a la pequeña hasta su regazo y sentándola allí acallándola por sus objeciones al querer tomar el asiento vacío a su costado.
Sonreí tímidamente cuando en una invitación silenciosa me indicó que tomara asiento a su costado, era el único otro asiento vacío en el autobús que estaba poniéndose en marcha en ese momento, por lo que realmente no tenía muchas alternativas. Asentí agradeciéndole del mismo modo, mientras la pequeña sobre él miraba pegada a la ventanilla la avenida y el parque central.
No sabía realmente si debía emitir algún tipo de palabra debido a que nos habíamos encontrado con anterioridad en una situación similar a esta, y evidentemente, recordaba su rostro -como no recordarlo si era jodidamente atractivo-.
—¡Uh, hola! — Sacándome de mis pensamientos hacía su padre, la pequeña a mi costado se percató de mi presencia y parecía reconocerme de nuestro último encuentro, por lo qué sonrientemente agitó su manita rápidamente dirigiéndome un saludo.
Sonreí amigablemente, probablemente era un tipo difícil de pasar desapercibido o de olvidar; bien era pequeño, mi cabello decolorado a rubio y mi extravagante estilo de la moda probablemente eran uno de los factores. ¿Verdad?
—Hola. — Respondí sonriéndole ampliamente.
—Sunny, no molestes al joven. — Regañó el hombre a la pequeña quién le dirigió una pequeña mirada de disculpa.
—No hay problema. —Murmuré hacía la pequeña más específicamente, realmente, hasta este momento no me había percatado que había estado mirando al hombre. Dios mio, Kim Jinhwan.
Generalmente no pienso demasiado en las personas que me encuentro en la calle debido a que son encuentros casuales de una vez en la vida probablemente, sin embargo, cuando bajé del autobús, todas las preguntas que hace unos días atrás sobre el hombre trajeado con su pequeña hija tomando el autobús lo que parecía ser ahora del diario, se aglomeraron todas en mi cabeza.
Antes decidir despejar mi mente con lo ocurrido, me encogí de hombros y preferí darme prisa en llegar a mi departamento, de todas formas, sería una noche horriblemente larga.
Hihi~~~ ¿cómo estáááááán? decidí lanzar esta pequeña historia ya, arriesgándome jajajaja.
Cómo ya saben, espero traer un capítulo semanal a partir de ahora, dejando los martes como día de actualización. B:
¿Les está gustandooo? Jajaj sé que va un tanto lenta, sí, pero así es esto, primero tenemos que pasar por el proceso en que se conocen. Y es lento y bastante romántico. Debo advertir que la historia no tendrá más de 15 capítulos, por lo que tampoco es una historia larga. Sin embargo es completamente lo opuesto a "él", para que se queden tranquilos.♡
Espero sus bonitos comentarios y votos, saben que eso me da muchos animos de seguir escribiendo♡♡♡
LoveU.
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central park/columbus circle bus stop. » junhwan
Short Story❝-¿Has escuchado hablar del primer deseo de navidad? - Sin darme cuenta, ahora nos encontrábamos admirando los pequeños copos de nieve que caían frente a nuestros ojos. Detrás de mí, mientras rozaba ligeramente sus dedos con los míos, sentí un nuevo...