Capítulo 9

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Esa tarde hablamos de todo, por primera vez pude desahogar todas las cosas que sentía, todo el sufrimiento que viví lo deje plasmado ante mi pequeña sobrina, estaba agradecido con Dios por que me sentía vacío de dolor, todo el rencor estaba afuera. Al anochecer fui a acompañar a Laura hacia su casa, de regreso estaban Los gemelos y Alexander frente a la casa de mi papá, Que hacían ahí? Porque Alexander estaba allí? A caso Adrian lo hizo a propósito ?

-"Hey Josh, ven acá" Dijo Adrián

-" Que pasa?"-Dije seguido de acercarme a donde estaban ellos sentados.

-"Te presento a un amigo" -Dijo burlándose

-"De verdad es que eres muy estúpido Adrian. Hola Alexander como estas?"Pregunté saludando a Alex, que aunque no sentía nada por el me alegraba verlo ya que era mi amigo.

-"Bien bien, pero no mejor que tu"-Dijo mirándome de pies a cabeza. Me ruboricé, casi nadie me decía cosas así, aunque yo era un chico de 14 años aparentaba mucha más edad, era delgado, mi piel era morena clara, alto y con un pecho bastante ancho por hacer ejercicios no muy constantes pero si los realizaba.

-"Nunca vas a cambiar Alex"- Dije

-"Hey Josh ya se que te gustan los penes, jaja no te preocupes no le diré a nadie"-Dijo José interrumpiendo.

En realidad no me había importado de que Adrian le contara, simplemente era momento de pensar en mi y no en los demás, creo que la clave de la felicidad siendo Gay es mantenerte firme ante todo, no necesitas a nadie para ser feliz, cuando pienses menos en los demás y más en ti, créeme. Serás muy feliz. -"Si José, en realidad no me importa a quien le digas de verdad me da igual, Y bueno tengo que irme, mi papá me llevará a mi casa, quiero ver a mi mamá, hasta luego"-Dije despidiéndome de los chicos.

Al llegar a mi casa no podía dejar de pensar en Adrian, cada detalle que hacía, cada palabra que decía, pensaba en todo, no podía sacar de mi mente ese día en su habitación mientras le hacía masajes en sus pies.

-Los días iban pasando y todo se tornaba cada vez más difícil, Siempre estaba pensando en Adrian, hasta que entendí que lo que sentía por el era más que gusto, era mi primer amigo, el más cercano a mi, a pesar de que José la mayoría de veces estaba a nuestro lado no me importaba tanto como me importaba Adrian, su compañía era necesaria para mi, verlo era un requisito para ser feliz en mi día a día, todo era tan difícil ya que cada vez yo me hacia notar, lo celaba, lo cuidaba, hacia lo que el me pidiera, éramos inseparables, pero el era hetero, ¿como poder enamorarme de un heterosexual? ¿De nuevo voy a sufrir como lo hice como pequeño? O ¿esta vez voy a saber llevarlo todo a Cabo? Mi mente daba mil vueltas,no sabía que pensar o que hacer, lo necesitaba, el era mi combustible, pero como no quererlo si cada vez que lo celaba o me molestaba el siempre me pedía disculpas, el iba tras de mi como un chico hace por su novio, el se preocupaba si yo me molestaba, eso hacia que yo no me detuviera, ¿Porque el dejaba a las chicas cuando yo se lo pedía? ¿Acaso soy más importante que esas chicas? Eso me confundía y hacia que cada vez creciera mi cariño por el.

Las vacaciones habían terminado, comencé un nuevo año cargado de energías positivas, tenía nuevos amigos, mis notas eran excelentes y era feliz, en las mañana iba a clases, al llegar a mi casa almorzaba y me iba a ver a mi gran amigo, A Laura y a Melanie. Un día mi padre no pudo pasar por mi temprano, fue a buscarme a las 7 de la noche ese día era viernes así que podría quedarme a dormir con el, al llegar, me bajé del auto para abrir el portón del estacionamiento, cuando escucho que me llaman al otro extremo de la calle, era Adrian.

-"Adrián, como estas? De verdad disculpa se que tenía que estar aquí temprano para pasar la tarde con ustedes pero todo se complico y no pude venir, pero cuéntame que hicieron hoy?" Pregunte ancioso.

Te amaré por 1000 años mas. (GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora