#11 Tu falta

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–Sólo camino en las noches, escucho mi música mientras veo el atardecer y me quedo callado ante todo  -comentó de forma pausada

—¿Porqué me amas? -soltó fríamente y mirándolo fijamente

—Por que eres tú. No encuentro nada más que tú. 

Un incómodo silencio siguió mientras estaban sentados en una banca. 

—Te haré daño y lo sabes perfectamente, ¿porqué insistes? 

Miró a la chica a su cara, plasmando la mirada en sus ojos, mejillas y labios. 

—Llegaría a sufrir sólo por estar contigo, que me quiten la piel si quieren, no quiero verte mal nunca.  -Respondió seriamente y triste

La cara del muchacho se le notaba un tanto triste y sus manos tensas... 

—Además de que siempre me lo niegas o te escondes, no es serio de tu parte que ciertos temas y te alejas o intentas. Eso se que es repentino para ti, pero yo quiero hacerlo. -prosiguió hablando mientras la miraba


Así la muchacha se levantó y caminó directo a la calle. En su rostro no se veía ninguna expresión ni sus propios sentimientos alertaban algo a la muchacha 

Fue que el muchacho se le soltó unas lágrimas y veía marcharse la silueta de la muchacha que Amaba. ¿Cuando más la verá? 


—Lloro y sufro por ti, nadie más. Me cago los días por ti cuando estás mal. Me mutilo los putos brazos por ti, me asesino por jodidamente tu.  -comentó al aire libre 

La chica se dio vuelta y pispeó al chico, cuando negó con la cabeza y se fue. 


Caminó desolado y en llanto sereno el muchacho, a un Bar Prostíbulo de la zona. 

Entró y pudo ver todo tipo de lujuria y parafernalia sexual por haber. 


Se sentó en la barra y pidió cervezas, comenzó a beber. 

Entretenido viendo los actos sexuales y aberraciones que se hacían en el lugar, una mujer desnuda se acercó al muchacho, se le acercó a su oreja izquierda y le gimió y empezó a preguntarle cosas coquetamente


—Ahh, hmn hermoso... ¿Tan joven y triste? Me puedes hacer de todo por 5 dólares, cariño

—Muerete perra -contestó agresivamente y la empujó fuertemente

Se dio vuelta y empezó a mirar a las mujeres desnudas bailando en una mesa. 

—No es lo mismo. Ya no puedo... -exclamó susurrando

Cuando un sujeto gordo con una camisa blanca toda sucia, estaba tomando sangre de cerdo en una copa, se percató del muchacho y sacó una revolver de su cintura, la colocó en la mesa a disposición del muchacho. 

Este se dio cuenta y miró al hombre gordo

—Suicidate, no vales nada. Basura de mierda, maricon débil... Ella lo sabe y no hace nada. Intentaste todo de ti y nada. 

El muchacho lo miró con cara de confusión y agarró el revolver, cuando lo colocó en su cabeza y miró hacia abajo. 

Estaba a punto de apretar gatillo cuando el revolver se le corrió y el disparo le llegó al techo. 


Hubo un segundo de silencio y todos pararon sus aberraciones y actos sexuales, para mirar al chico y reírse de él

—HAHAHAHA! FALLÓ EL TIRO, DESGRACIADO -Todos alentaron y gritaron a cantos 


El muchacho desorientado salió corriendo del Bar Prostíbulo y siguió caminando por la calle. 

Ya era de noche, la luz de la luna hacia brillar sus lágrimas y su capucha. 

Cuando de un callejón apareció la muchacha, el amor que pensó que perdió el muchacho talvez... 

Se miraron fijamente y la muchacha sacó la misma revolver que estaba en el bar y apuntó directo a la cabeza del muchacho. 

—No lo sé. -protestó la chica ante el muchacho impresionado por la situación

Cuando disparó... El cuerpo cayó lentamente al piso y un río de sangre brotaba del suelo. La chica se acercó al cuerpo ya muerto y comentó 

—Nunca supe cómo amarte. 




~Soy yo y esa eres tú... 

-El tiempo. 


El burdel de las ParanoiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora