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Sasuke estaba raro desde hace días y eso me tenía preocupada y con mi mente pensando mil cosas a mil por hora.

¿Ya se aburrió de mí? Quizá se arrepintió de esa idea de ser novios. Quizá conoció a alguien más.

Habíamos quedado en vernos esa noche pero aún no me escribía nada. Mi teléfono comenzó a sonar en ese instante y me volvió el alma al cuerpo.

-Hola – saludé de inmediato –

-Hmp, sé que dije que iría por ti pero podrías ver tú esta noche a mi departamento –

No sé si fue una pregunta o una orden.

-Claro – respondí - ¿A qué hora quieres que este allí? –

-En una hora está bien – dijo Sasuke con un tono de voz raro que hizo que me doliera el estómago-

Va a terminar conmigo.

-Sasuke – dije temblando - ¿Está todo bien? –

-Hmp, nos vemos acá –

Tenía mis ojos llenos de lágrimas y no sé exactamente el motivo. Fui rápidamente a la ducha y luego a vestirme. Tenía un hermoso vestido color mostaza que combine con mi chaqueta de cuero negra y unos zapatos negros también.

Me maquillé suavemente un poco los ojos y conduje hacia el departamento de Sasuke.

No quería salir del auto, tenía terror, pero si algo ya había aprendido es que siempre se sobrevive a una ruptura, aunque creo que esto poco que tengo con Sasuke dolería más de lo que fue con Sasori.

Toqué la puerta llena de nervios y Sasuke abrió a los segundos después.

-Hola – dije sonriendo –

Sasuke sonrió y sentí que podía respirar de nuevo.

-Te ves preciosa – dijo observándome de pies a cabeza – Pasa –

Entré y deje mi bolso en el sofá de la sala. Tenía la mesa puesta, con un par de velas, un par de copas y una botella de vino blanco en la mesa.

-Tomé asiento por favor – dijo fingiendo cortesía como si fuera un mesero –

-Muchas gracias – dije educadamente fingiendo ser una especie de cliente o algo así –

Al parecer Sasuke había preparado una cena para ambos.

Sasuke enseguida sirvió la comida y se sentó junto a mí.

-¿Y qué estamos celebrando? - dije curiosa –

Él ignoró olímpicamente mi pregunta y comenzamos a comer mientras conversábamos y bebíamos vino. La cena estaba deliciosa, Sasuke había preparado todo.

-¿Quién te enseñó a cocinar así? – dije asombrada –

-Mi madre – dijo Sasuke bebiendo de su copa de vino – Yo y madre pasábamos mucho tiempo juntos cuando yo era pequeño. Mi padre trabajaba e Itachi iba a la escuela y ella y yo hacíamos todo junto, fue así como aprendí –

Sonreí al imaginar la cercana relación que Sasuke tiene con su madre.

-¿Cómo se llama tu madre? – Pregunté curiosa –

-Mikoto – Sasuke sonrió al pensar en ella con un poco de tristeza – Le he hablado un poco de ti, quiere conocerte –

Inmediatamente me sonrojé. ¿Conocer a su madre? Ese era un gran paso pero no tenía miedo de saltar si era necesario.

-Me encantaría conocerla también, suena como una mujer muy dulce – dije imagiandola –

-Tenía planeado visitarla mañana – dijo pensativo Sasuke –

-Deberíamos hornear un pastel – dije pensando en voz en alta - ¿Le gustan los pasteles? –

Sasuke asintió con una mueca de disgusto.

Fuimos con Sasuke al supermercado, compramos todo lo necesario para hornear un pastel, decidimos rellenarlo con dulce de leche y crema pastelera.

Nunca había horneado algo antes. Con Sasuke vimos varios tutoriales de YouTube y leímos varias recetas en google, adoraba lo buen compañero que podía ser Sasuke a veces, me acompañaba en cada locura que se me ocurría y era fantástico poder contar con alguien así.

Sasuke no tenía batidora, nos tuvimos que conseguir una con su vecina, y el pastel nos quedó bastante parecido al del video.

Lo dejamos reposar en el refrigerador y ya eran cerca de las tres de la madrugada cuando terminamos de ordenar el desastre de la cocina.

-Estoy agotada – dije tomando mi teléfono – creo que ya debería irme –

Sasuke me miró sorprendido.

-¿No te quedaras? -

Inmediatamente comencé a reír.

-¿Quieres que me quede? –

-Hmp, puedes irte si quieres – Sasuke había vuelto a ser Sasuke otra vez haciendo reír de nuevo –

Inmediatamente corrí a sus brazos para besarlo. Sasuke me levantó tomando mis piernas dejándolas alrededor de su cadera y comenzó a caminar hacia su habitación.

Quitó mi vestido rápidamente mientras se deshacía de su camiseta al mismo tiempo, mis bragas desaparecieron también en cuestión de segundos. Su boca ya se encontraba allí haciéndome jadear, sus manos sujetaban fuertemente mis caderas y sentía que en cualquier momento podía estallar del placer que estoy sintiendo. Arqueé mis caderas cuando sentí unos de sus dedos dentro de mí al mismo tiempo que su boca. Sasuke siguió así un par de minutos hasta que finalmente tuve mi primer orgasmo de la noche, y digo el primero porque sé que no será el último.

Sasuke sacó su miembro erecto de su bóxer y lo introdujo dentro de mí, mantuvo un ritmo fuerte, sus embestidas me hacían jadear muy fuerte, estoy segura que todos los vecinos nos podían oír.

Sasuke no dejaba de mirarme, su mirada era fuego.

-Eres mía – No sé si fue una pregunta o una afirmación –

Miré a Sasuke y mientras sus embestidas subían de ritmo pude decir entre gemidos.

-Soy tuya –

Sentí como en ese instante me vine, Sasuke también, no nos dejamos de mirar a los ojos en ningún momento, creo que esta es el mejor sexo de mi vida, esa frase ya se estaba volviendo repetitiva, pero cada vez con Sasuke era simplemente mejor.

Sasuke se quedó dormido de inmediato, acomode mi cabeza en su pecho y me dispuse a cerrar mis ojos también.

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Fingiendo ser plebeya.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora