Fingiendo ser plebeya.

23

Mi cabeza dolía muchísimo, como si fuera una resaca. Abrí mis ojos lentamente pero la luz me molestaba demasiado.

-¿Sakura? – escuché la voz de mi madre –

Intenté abrir mis ojos con todas mis fuerzas pero era difícil.

-Iré por la enfermera – le dijo a alguien más en la habitación –

Abrí mis ojos y lo primero que puedo ver es a Ino llena de lágrimas.

-Hasta que despiertas frentezota, llevas casi dos días durmiendo – Ino me abrazó fuertemente y volvió a observarme –

-Agua – susurré –

Ella de inmediato buscó agua para mí. La habitación estaba llena de flores y globos y esas cosas. Bebí agua y pude aclarar un poco mi mente, estaba en un hospital pero ¿Qué pasó? Cierro mis ojos y lo primero que recuerdo es a Sasori.

-Sasori – susurro con terror – Tranquila, que por el momento está preso –

Sonreí aliviada. Mi madre al volver con la enfermera me contaron que llegué golpeada, con signos de violencia sexual, que ya me habían hecho todos los análisis y que podía volver a casa.

Mi madre quiso llevarme a su casa pero le insistí en que quería estar en mi apartamento.

-No quiero dejarte sola – repetía una y otra vez – además tenemos que ir a la policía a constatar testimonio –

-Pues iré cuando me llamen, no hay problema –

-Terapia psicológica también una vez por semana – anunció mi madre como medida extra –

Puse mis ojos en blanco y asentí. La verdad es que solo quiero descansar y olvidar esta mierda.

Ya en casa busqué mi cargador y encendí mi teléfono, miles de mensajes que podría responder después. Mi miré en el espejo y mi cara era casi irreconocible.

Mis mejillas hinchadas y con moratones, mis labios rotos. Observé mejor mi cuerpo y estaba jodida por todas partes, parecía un monstruo. El timbre sonó.

Ino ya estaba de pie allí con un bolso con sus cosas.

-No te perdiste mucho de la universidad, pero debes el examen de anatomía celular avanzado y aquí traigo los apuntes –

Nos sentamos con Ino en la mesa a estudiar mientras reíamos y comíamos dulces.

-Creo que estaré al menos una semana sin ir a la universidad hasta que mi cara vuelva a ser normal – dije mirando mi rostro en la cámara de mi celular – Sé que a estas alturas toda la universidad debe saber lo que ocurrió pero no quiero miradas o preguntas –

-Pues debes tomar tus anti inflamatorios a la hora doctora – dijo bromeando Ino – Sakura ¿puedo preguntarte algo? –

Me había llamado Sakura, debe ser algo serio y estoy lista para abrirme con las personas que me aman. Asentí.

-¿Por ese motivo terminaste con Sasori? ¿Por qué te golpeaba? – Ino sentía vergüenza de preguntarme algo así porque su mirada estaba en el suelo –

-Sí- respondí- pensé que terminando con él acabaría todo pero Sasori es una persona enferma -

-Suigetsu se sentía culpable ¿sabes? Decía todo el tiempo en la clínica que él lo sospechaba, pero que tú se lo habías negado, decía que debió insistir más –

Ahora quien se sentía avergonzada era yo por callar algo así.

-Sentía vergüenza, hubo un momento en que sentí que merecía esos golpes por no ser lo que él quería, creo que estaba volviéndome loca – reí despacio y un pequeño gruñido de dolor se escapó de mi boca – joder – dije quejándome –