Fingiendo ser plebeya.

26

Sasuke estaba recostado en mi cama, su pecho subía y bajaba de forma acelerada.

-Lo siento – dijo de pronto –

Mierda, está arrepentido.

-Está bien – dije intentando aparentar estar bien – seguimos siendo amigos, no ocurre nada –

Me senté en la cama y comencé a colocarme mi ropa interior.

-Tengo hambre – lo observe aun en ropa interior - ¿te quedas a cenar y pido algo para los dos? –

La mirada de Sasuke se iluminó por un instante para luego volverse sombría.

-Creo que es mejor que me vaya – dijo culpable –

-Vamos Sasuke, quédate – supliqué- solo será pizza, un par de amigos cenando juntos y listo –

-Los amigos no hacen esto – dijo señalando la cama y mi cuerpo casi desnudo –

-Solo fue esta vez – dije apenada –

Al comienzo fueron encuentros sutiles como "Oh, justo pasaba por aquí ¿te llevo a casa?" y eso terminaba en mi apartamento, específicamente en mi cuarto con ambos desnudos en mi cama.

El pedía perdón y se marchaba arrepentido todas las veces.

Y yo me quedaba llorando.

El invierno había llegado y me sentía un poco sola. Un mensaje de Gaara hizo vibrar mi teléfono, a pesar de decirle que no quería estar con nadie por el momento él seguía insistiendo.

La nieve no dejaba de caer y sin embargo me encontraba caminando desde la biblioteca a mi apartamento. Mi auto definitivamente no tiene solución, pasa más en el taller que conmigo.

Un auto se detuvo a mi lado.

-Súbete –

Hice lo que él me dijo.

-¿Debería asustarme? ¿Me estas siguiendo? – dije observándolo fijamente -

-Hmp, solo pasaba por aquí y tu cabello no es algo común, por eso supe que eras tú – dijo Sasuke observándome –

Inmediatamente encendió la calefacción y fue un alivio, no me di cuenta pero tenía mucho frio.

Sasuke estacionó en mi apartamento.

-¿Subes hoy? –le pregunté –

Sasuke negó con su cabeza.

Bajé del auto y al dar un par de pasos resbalé por culpa de la nieve. Comencé a reír como loca.

Sasuke bajó rápidamente del auto y fue a ayudarme.

-¿Estás bien? – dijo levantándome de la nieve –

Seguí riendo mientras lo miraba fijamente y sin querer había comenzado a llorar. No podía dejar de llorar, Sasuke ahora me observaba preocupado.

-¿Sakura que ocurre? – dijo tomándome suavemente de los brazos –

Lo alejé bruscamente, y estrellé mis puños en su pecho.

-Te odio, te odio, te odio, te odio – le decía mientras lo golpeaba- te odio, te odio, te odio –

Sasuke sujetó mis muñecas para que lo dejara de golpear y me alejó de él. Cubrí mi rostro mientras más lágrimas caían por mi rostro. La rabia me hizo observarlo fijamente.

-Tú y yo no podemos ser amigos. Aléjate de mí. Debí darle una oportunidad a Gaara. Necesito superarte Sasuke porque aun te sigo amando con todas mis fuerzas y cada vez que estamos en mi habitación tengo la esperanza de que me digas que me amas y eso no ocurre, ya no puedo seguir aferrada a lo que fuimos – dije eso y salí corriendo de allí- 

Me adentré a mi apartamento y me derrumbé en la puerta. Hundí mi cabeza en mis piernas y seguí llorando.

Alguien golpeaba la puerta. Me levanté y abrí sin antes mirar quien era.

Grave error, Sasuke entró rápidamente a mi apartamento.

-Vete por favor – dije observándolo con más lágrimas en mis ojos –

Sasuke caminó rápidamente hacía mí y me besó. Un beso posesivo, intenso, desesperado. Luego comenzó a besar toda mi cara, mis mejillas, frente, nariz. Apoyó su frente con la mía y me observó fijamente.

-No vuelvas a decir que me odias, no vuelvas a decir que debiste darle una oportunidad a alguien más, vuelve a decir que me amas por favor –

Más lágrimas corrieron por mi rostro.

-Te amo Sakura, pero no me puedo perdonar lo que te hizo Sasori, la culpa llega a mí cada vez que toco tu cuerpo, cada vez que te deseo – Sasuke se alejó un poco –

No entiendo nada ¿Qué está diciendo Sasuke? ¿Culpa de qué?

-¿Qué estás diciendo Sasuke? – dije sin entender –

-Ese día en la fiesta no te acercaste a mí en ningún momento porque habías prometido dejarme en paz, pero ese día lo único que yo quería era que te acercaras a mí para poder decirte que te perdonaba por haberme mentido, que te amaba, que ya nada importaba y que quería volver contigo y mi maldito orgullo me lo impidió y luego te fuiste con él y ese imbécil te golpeo y todo fue mi culpa –

Sasuke miraba el suelo mientras se jalaba el pelo frustrado.

-No puedo perdonarme haber sido tan cobarde-

Me acerqué a él para abrazarlo.

-Eso significa que ¿tú aún me amas? – Pregunté confundida con un poco de esperanza –

-Todo este tiempo, jamás he dejado de hacerlo ni por un segundo –

Inmediatamente lo abracé y fue como sentirme viva al fin.

-No vuelvas a alejarte ni alejarme de ti – dije llorando –

-Nunca más – dijo Sasuke abrazándome fuertemente  –

F I N

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