Fingiendo ser plebeya.

18

Las aburridas reuniones de negocios comenzaron. Mis padres se reunían con sus socios a evaluar las distintas propuestas y presupuestos para este año.

Yo trabajaba en la cafetería de sábado a domingo por lo que algunas veces asistía y otras veces no.

Con Sasuke también las cosas habían cambiado, pero para mejor, y he decidido decirle la verdad, las palabras de Itachi no dejan de sonar en mi cabeza. No puedo dejar que esta mentira crezca, es hora de decirle que si soy igual de rica que todas a esas personas que detesta y demostrarle que no somos todos iguales, que hay gente como yo, como Hinata, como Ino que somos capaces de ver las personas por lo que son y no por cuanto dinero tienen en el banco.

Miraba como Naruto y Sasuke reían sentados en la biblioteca y me sentí afortunada por tenerlos en mi vida.

-¿Por qué sonríes así Sakura-chan? – me preguntó Naruto –

-Nada- sonreí - ¿Cenamos en mi casa el viernes? Invitaré a Hinata –

-Pues tendrán que cenar solas porque con el teme trabajamos – dijo apenado – Pero el lunes estamos libres –

Hice un puchero.

-Está bien – dije apenada –

Quería organizar la cena para decirles la verdad pero con el transcurso de los días pensé que sería mejor decírselo a Sasuke primero, pues él es con quien tengo una relación más íntima.

Mi madre había llamado el viernes para acompañar a mi padre a su cena con la familia de Sasori, lo cual sería un desastre así que en un comienzo me negué, pero luego decidí que no tengo porque temer de él ni de nadie, así que iré.

Antes llamé a Sasuke.

-Hola – dijo al contestar –

-Hola – sonreí al escuchar tu voz - ¿ya vas para el trabajo? –

-Sí- dijo sin ánimos – no puedo creer que me perdí tu cena –

-Respecto a eso, quiero que cenemos antes tú y yo – dije rápidamente – Hay muchas cosas que quiero hablar contigo –

-¿Necesitas hablar? – Sasuke dijo confundido - ¿Esto es el "tenemos que hablar" del que hablan las chicas cuando quieren terminar? –

Comencé a reír.

-Claro que no, te amo ¿recuerdas? Estaría loca para terminar contigo, al contrario, no sabes cuánto significas para mí, lo mucho que me ayudas día a día, no quiero que esto termine, de hecho quiero que esto nunca termine, quiero casarme y...mierda estoy asustándote – comencé a reír –

Sasuke también comenzó a reír.

-¿Y tener hijos? Me gustaría tener un hijo, o varios, quien sabe – Sasuke sonaba distraído –

-Bien, de eso más o menos quiero hablarte, es algo importante y te amo mucho – dije extrañándolo –

-Está bien pequeña molestia, te amo también –

-¿Estas sonriendo? ¿Con esa sonrisa con la que siempre sueles mirarme? – le dije –

-Joder, sí ¿desde cuándo es que me puedes leer como a un libro? –

-Ese será mi secreto – dije sonriendo – ten un hermoso turno, te amo –

Sasuke cortó la llamada y sonreí.

Me di un baño y lo primero que hice fue arreglar mi largo cabello, lo sequé y encendí la alisadora para arreglarlo más.

Saqué la ropa que me había comprado mi madre, demasiado cara pero me harían sentir poderosa frente a Sasori.