Takataka dijo el Kaiser.

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El Yugi iba caminando por las calles de su cuidad. Sí lectores, aún seguimos con la saga de Puebla. Después nos iremos mas al norte, dónde la marihuana inunda las calles y los primos se dan besos para reforzar sus lazos familiares.

Bueno, regresando al Yugi. Él iba muy de tarde, a las 8 de la noche. Ya que se le hizo tarde en el Conalep. Yugi estudiaba enfermería, en Conalep no podría salir embarazado, porque es hombre. Pero como estamos en wattpad, Yugi tenía tres meses de embarazo con el Yami. 

¡Ya en lo que estaba! ¡Hace mucho que deje de ser fujoshi como para estar hablando de que el Yami le pegó un rapidín a Yugi en los baños de Conalep!

Precisamente Yugi iba pasando por los barrios de mala muerte. Ahí donde se aparece el Yura.

—Aun que sea de contrabando, aunque sea diavesen cuando pero amaaaaamame~ —El yugi cantaba canciones de Jenny Rivera osiosi debido a sus genes norteños.

Su abuelito era un maestro. No de los que dan clases, no señor... Era un maistro albañil, construyendo casas de mas fina arquictuera desde que Lázaro Cárdenas estaba de presidente.

—¡Quitenle todo lo que traiga a ese pelos tiesos! —se escucho el Judai mientras que la banda de cholos cristianos le pegaban con cruzes al Yugi.

—¡no mi bebé! —dijo el pequeño mientras se tiraba al suelo cubriendo a su retoñito.

—Eres vato nmms wey... —dijo el Joey mientras le bañaba con agua bendita al Yugi.

—¡pero estamos en un historia de wattpad! —replico el Yugi.

El Kaiser reprodujo el Ave María fail en su esterio mientras se hechaba unas oraciones bien perronas que parecían rap.

—¡Señor Jesucristo ven a iluminar a esta joven alma encaminada en los caminos de satán! ¡Bendice a esta criatura que está en camino! ¡A tu pequeño hijo señor! —rogaba el Kaiser con una túnica blanca.

Judai se acerco con una pequeña copita.

—El cuerpo y la sangre de Cristo. —dijo el castaño mientras le metía una oblea de cajeta en el osico a Yugi.

El Yura tenía un botecito y se acerco a Yugi.

—¿Qué quieres? —dijo el tricolor todo ensordecido por la música.

—Es el diezmo no te hagas hijo de... Satanás y cumple tu deber como buen hermano que eres. —dijo el peli morado mientras le ponía el bote en la cara a Yugi.

Cuando Yugi dió el diezmo llegó la Tea con una ramas de cilantro, entonces le pegó con ellas en la espalda y en la cabeza.

—¡Sal demonio del cuerpo de este niño! ¡En el nombre de Jesús te ruego que salgas de este hijo de Dios! —decia la Tea y encontré le reventó un huevo en la cabeza de Yugi. —He limpiado tus pecados, puedes irte pequeña alma.

Una vez terminada el "asalto"de nuestros queridos cholos cristianos Yugi corrió a casa. Aprendió que esta vez no se quedaría tan tarde en el Conalep si no quería volver a vivir esa extraña experiencia...

𝒀𝒖-𝑮𝒊-𝑶𝒉! 𝑨 𝒍𝒂 𝒎𝒆𝒙𝒊𝒄𝒂𝒏𝒂.🌮🤠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora