La historia de un recluso.

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Hace tiempo atrás... El iojan se negó a casarse con su prima la Serena. Su familia perdió grandes territorios por culpa de iojan.

El chico fue mandado a la bote por eso, el Johan aprovecho que podía ir a la cocina. Utilizo todos sus métodos culinarios que aprendió de trabajar en el campo a muy temprana edad.

Apartir de ese día todo cambio para el iojan, se dedico a hacer tepache de papas con sus cáscaras y emborrachar a todo nuevo recluso.

Cuando salió de la cárcel se decido a vender tepache de papas refinado y abrió una cantina. Ahora tiene hectáreas de papá con un ranchito sercas de la carretera hacía la sierra Tesia.

El Joey una vez que llegó con su bola de compás cristianos le calleron al rancho de Johan.

—¡Pariente! ¿¡Ya está lista la carnita asada!? — preguntó el Joey mientras abrazaba a su pariente. El iojan.

—¿Tú eres su carnalito? —pregunto Judai mirando a Johan.

—Aqui no se dice carnal mi querido judío. Se dice pariente. —dijo el Joey mientras que Ryō tomaba nota.

—Afirmativo pariente. —dijo el Yura mientras soltaba un chiflido.

—Aqui no se dice afirmativo, se dice fierro. —corrigio Joey. —Les voy a enseñar a conquistar a los cristianos a la manera norteña.

—Ya estoy listo para conocer a tus primas en la carnita asada pariente. —dijo el Ryō mientras se ponía su camiseta de cuadros.

—Jalate con la promo Judai. —dijo el Yura mientras se ponía sus botas con espoloneras.

—Fierro pariente. —dijo el castaño mientras se ponía su sombrero.

𝒀𝒖-𝑮𝒊-𝑶𝒉! 𝑨 𝒍𝒂 𝒎𝒆𝒙𝒊𝒄𝒂𝒏𝒂.🌮🤠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora