Capítulo 7

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No podía correr a los brazos de mi madre o los de mi hermano porque en lugar de calmarme, ambos se pondrían histéricos. Así que desde mi ventana (con mucho cuidado) bajé hasta el garaje para tomar mi motocicleta, llevando conmigo un casco extra.

Solo una persona conocida no estaba involucrada en todo esto. Solo ese chico era ignorante.

Aceleré mi motocicleta fuera del garaje. La velocidad y el sonido del motor me comenzaron a calmar, evitando así que lágrimas siquiera se formen en mis ojos.

No tardé ni dos minutos en estacionar la motocicleta frente a su casa. Apagué el motor ya que estaba haciendo demasiado ruido. 

Mis ojos barrieron el lugar de un lado a otro, sin embargo no había rastro del rubio. 

—¿Cómo puedo ser tan tonta? —susurro—. Es viernes por la noche, seguramente tienes otras cosas que hacer.

—En realidad no.

Mi cuerpo completo de una media vuelta exaltada por la voz de Scott.  Su cabello está desordenado ya que se ha quitado el ridículo gorro de su uniforme. Él tiene una sonrisa en su rostro que deja mostrar su perfectos dientes y de paso, hace que sus ojos marrones iluminen la noche.

>> ¿Me estabas buscando, gatita?

Hago una mueca después de escucharlo decir eso. 

—Mi nombre es Kate, no gata. Lo que acabas de decir se escucha demasiado mal en siete lenguajes distintos.

Mira mi casco y la motocicleta con curiosidad antes de abrir su boca para preguntar algo tonto: 

—¿Es una motocicleta?

—No —le respondo sarcásticamente— es un autobús.

—¿Es tuya? —yo asiento mientras él se acerca a la bestia para admirarla mejor—. No te veía como el tipo de persona que conduciría una Ducati Monster.

—Una Ducati Monster 1200 S, por eso el color "concreto." La roja me parecía que llamaba mucho la atención.

Sus cejas se alzan en una señal de que tal vez lo he impresionado un poco.

—¿Regalo de mami y papi? —Pregunta después de un segundo. 

El chico vive en una casi mansión y mi motocicleta ahora es un factor que me hace una niña consentida.

—No —Le respondo—. La motocicleta me la gané yo.

Observé como su cara se transformó en una mezcla confusa y en sus ojos marrones pude ver curiosidad. Sabía que una pregunta se avecinaba, así que rápidamente dije:

—¿Quieres dar una vuelta? —Alzo el casco negro extra que había sacado de una caja.

—Jamás me he subido a una motocicleta.

—Que mejor primera vez que conmigo, ¿No crees?

***********

Me tomó unos cuantos minutos para convencer a Scott de dar un paseo. Al parecer le asustaba un poco el hecho de montar algo sin puertas o cinturones de seguridad.

—¿Sabes que si estrellas esto estamos básicamente muertos? —gime Scott mientras con cuidado de no tocar el escape de la motocicleta se sube detrás mío.

—No te preocupes sé conducir —ajusto los espejos del Ducati de tal forma que pueda ver bien lo que hay a mis lados.

—¿Tan siquiera sabes a dónde vas? 

—No —respondo mientras sujeto los frenos—, pensaba dejar que tú me muestres el camino.

  Las manos de Scott se encuentran sujetas a la parte de atrás de la motocicleta. Su cara completamente cubierta por el casco que yo me aseguré de poner bien después de que él se quejara de lo inseguras que son las motocicletas. Lo único que podía sentir era el calor que emitía su cuerpo y las leves vibraciones de la bestia. En realidad, eso era también lo único que podía escuchar, como el motor rugía ocultando alguno de los quejidos de Scott.

Te Odio Porque Te AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora