Capítulo 17

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Aclaración: No incito al consumo de alcohol ni otras sustancias.
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—Esto es una puta locura.

Concuerdo con Scott. Esto es una locura en cantidades industriales. Una cabaña en medio de un pequeño bosque, una estructura abandonada y en medio de la nada. No hay electricidad, por lo que simplemente hay una luz muy tiene provocada por los pequeños focos LED que el organizador había traído a la fiesta. Apenas y podía distinguir el rostro de Scott y sino fuera porque me está tomando de la mano, ya lo hubiese perdido de vista.

La música estaba a tope, muchos adolescentes hormonales ya se encontraban frotándose el uno con el otro al son de la base. Unas cuantas chicas se estaban intoxicado con unas botellas de alcohol. Escuchaba gritos, risas y de vez en cuando se escuchaban gemidos ahogados. 

Un completo caos de adolescentes perdiendo el control. Era terrible, una vista desesperante. Pero no podía negar que me gustaba y el corazón se me acelera con la expectativa acumulándose en mi vientre.

No me arrepiento de haberme puesto un vestido corto. A pesar del frío afuera, esta cabaña estaba demasiado caliente, sofocante, diría yo. Todo debido a la cantidad de personas que estaban generando calor. Unas cuantas perlas de sudor comenzaron a descender por mi frente, la manera que mi cuerpo desesperadamente trataba de refrescarse.

—Si quieres nos podemos ir —le ofrecí a Scott. Pero mi corazón y mente pedían a gritos que él dijera que quería quedarse.

—No. Has estado hablando de cuánto querías venir a esta fiesta por toda una semana. No seré yo quién te límite —le escucho decir, apenas podía entender sus palabras debido a la música.

Le sonrio aunque dudo que pueda ver mi gesto. 

—Gracias —grito, para luego acercarme y besar su mejilla.

Las cosas con Scott habían estado un poco raras. Esta semana habíamos estado coqueteando un par de veces y en muchas de esas ocasiones estuvimos al límite de besarnos. Siempre había algo que me detenía. Aún así le había dejado muy claro que me gustaba, se lo había dicho unas noches atrás. Él me dijo, "pues tú también me has quitado algún suspiro, Kat." Pero no pasó nada más, solo un patético intercambio de palabras que formó una despedida fugaz. 

—Kate —me llama y yo acerco mi oreja a sus labios—. No bebas nada raro, ¿Vale?

—Vale —respondí. Me aseguraría de no beber nada desconocido. Pero claro que sí iba a beber.

Obviamente ni Josh ni mi madre sabían que estaba aquí. Fingí estar muy cansada y me dirigí a mi habitación para "dormir." Dejé la puerta con llave, algo que no es inusual ya que es mi forma de tomar precauciones. Me dí una pequeña ducha y en vez de saltar en mis pijamas, me puse un vestido de color durazno. Salí por mi ventana, asegurándome de dejarla abierto para cuando regresara.

—¿Conoces a alguien? —me pregunta muy cerca de mi.

Muerdo mis labios porque puedo sentir cómo su cuerpo se apega un poco a mi espalda. Nos encontramos siendo aplastados por otras personas los cuales bailaban como si su vida dependiera de ello. En ese humor quería estar, pero necesitaba beber algo primero, darme valor y volverme estúpida.

—No conozco a muchas personas del colegio —contesto—. Aún así no creo que pueda reconocerlos entre tanta multitud. 

Comienzo ver alrededor buscando la fuente de tantas bebidas. Unas luces rojas muy opacas resaltan entre los cuerpos sudorosos. Estas luces parecen llevar a una habitación de la cual acaba de salir una chica.

Te Odio Porque Te AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora