Capítulo 13

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Viernes (12:34)

—Esta es la primera vez que nos dan pizza en esta semana —doy un mordiscos trozo que tengo en frente. Una parte de mi ser siente asco al sentir el sabor tan familiar de peperoni.

—Pues es lo que queda, agradece que tienes algo que comer.

Bufo mientras veo como Allyson se come su pollo a la plancha. 

—Eso lo dices tú qué estás comiendo algo decente.

—Es porque yo he traído comida de mi casa, no como tú, perezosa y media, que te confías en la calidad de comida de la escuela.

Me rehúso a despertar temprano cualquier mañana simplemente para prepararme mi almuerzo. Primero me intoxico el cuerpo con esta comida rancia a perder años de sueño.

—Ya. Es que me engañan cada día con la comida de los VIPs —Mis ojos se mueven frente a mí, dónde se encuentra el bar de ensalada, platos principales y la máquina de helados.

—Una completa estafa —Allyson toma su tenedor y apunta a la fila de niños ricos que no hacen más que reír entre sí mismos—, ¿Te imaginas pagar cinco mil dólares extra anuales por el paquete de comida de calidad? No vale la pena, especialmente porque después de la escuela vamos a comer a casa.

»El paquete que viene con la matrícula normal es más que suficiente. Sólo los niños de papi tienen acceso a esa comida.

La miro con desdén mientras termina su comentat. Está hablando la niña consentida de una familia dueña de una cadena de restaurantes muy famoso. 

—¿Y tú qué? Tus padres no son tan pobres como digamos, y tú tampoco trabajas para comprarte tus cosas. Eres una niña de papi.

—Vale. Estoy de acuerdo contigo —Allyson habla un poco molesta—. Ambas somos niñas de papi. Especialmente del tuyo, ¿Te imaginas cómo estaríamos sin su dinero? 

Conozco a Allyson como la palma de mi mano y sé que la hija de puta me ha lanzado un comentario lleno de mierda. 

—Que te jodan —levanto mis cosas para irme de la mesa, pero el brazo de Allyson me para.

—Me he pasado, Kate. Lo siento —dice vagamente—. Ahora por favor siéntate, suficiente ha pasado ya.

Sus padres habían discutido esa mañana. No era algo que pasara usualmente en su vida, los padres de Allyson se amaban incondicionalmente, estaban locos el uno por el otro y se respetaban a muerte. Pero de vez en cuando, tenían el típico desarreglo que los hacía pelear. Con unos simples gritos podían arruinar el día de Allyson al punto que se amargaba con medio mucho.

Esta mañana la discusión, sin embargo, involucró a nuestra familia. Por lo que Allyson me contó, la señora Miller no se siente cómoda poniendo su hija Allyson en riesgo, teniéndola cerca de alguien como Kate Williams. Se quiere separar de nosotros, irse a otro estado, para estar así más seguros. Claro que Mike Miller, un fiel amigo de la infancia de mi madre, no nos abandonaría en medio de todo este caos. 

Si algo tenía Michael Miller era que él es muy leal, como un perro. Pase lo que pase, siempre se queda al lado de los que reconoce como familia. Este mismo aspecto ya le ha hecho mala jugadas.

—Vale. Ahora suelta mi brazo, por favor.

Ella lo hace y en ese mismo momento, me siento a su lado nuevamente. Comemos en el silencio, en medio la tensión necesaria que se a creado. 

Hay una razón por la cual a mí me cuesta mantener una buena amistad: muchas veces no escucho lo que la otra persona me quiere decir. Podría ser que fuera demasiado egocéntrica. Allyson se ha quedado a mi lado porque nuestros padres son inseparables y dónde sea que yo vaya, ella es arrastrada. Somos como hermanas, básicamente. Fuimos forzadas a amarnos.

Te Odio Porque Te AmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora