Rubius estaba en un área fuera de las cámaras, se encontraba en un pequeño lago y aunque trajera esa pesada capucha, al estar sentado con sus piernas cruzadas parecía un niño.
Lobo nocturno había saqueado lo suficiente, ahora buscaba al desconocido de la hermandad, esperaba fielmente que el se encontrará por ahí y después de buscar un rato por fin encontró una capucha negra, pero tenía que ver si era o no a la persona que el esperaba.
-Garçon noir, c'est toi? (Chico oscuro, ¿eres tú? —habló el ninja casi susurrando pero lo suficiente para que la otra persona lo notara.
-Te dije que no me hablarás en francés. —Contestó Rubius un poco de mal humor.
-Vaya, veo que alguien esta enojado, —Vegetta se sentó al lado del chico— parece que ahora no te molesta mi acento.
-No me molesta, me da risa que es diferente. —Por fin estaba sonriendo el chico aunque no se veía.
-Bien... ¿que haces aquí? Se supone que tenías que "atraparme" —el pelinegro hizo las comillas con sus dedos— igual que la otra noche.
-Se supone que tenia que venir otra persona. Yo quería descansar.
-¿Que hiciste? —Si vegetta se ganaba la confianza del hermano, tal vez y le diría su identidad.
-Oh... No, no puedo decirte, sería como revelarte quien soy y nop, no puedo. Tramposo. —Rubius empujó ligeramente a lobo nocturno y ambos comenzaron a reír.
-Lo intente. —el ninja alzó sus hombros.
-¿Como lo haces? —Rubius volvió a ver el lago, que reflejaba lo bonita que era esa noche.
-¿El qué?
-Que sea tan fácil hablar contigo. Se supone que tendríamos que matarnos el uno al otro y miranos, sentados juntos, en la noche.
-Si quieres puedo matarte. —contestó con sarcasmo el pelinegro.
-Eres tan agradable como Veg... —casi revelaba algo importante.
-¿Como quien? —Había dado en el blanco, sabía que la hermandad eran personas que conocía pero no tanto.
-Olvidalo, ¿puedes darme algo de lo que robaste? Necesito pruebas de que te hice algo. —Rubius se sonrojo debajo de esa pesada capucha.
-Claro, toma, esto ni siquiera se porque lo tome, —El ladrón le entregó un libro a Rubius, era un libro en blanco.— Oye, ¿pasaras mañana por acá?
-¿Quieres que venga? —Rubius se sonrojo aun más, se sentía tan confundido.
-Claro, podría enseñarte algunos trucos. —Guiñó el lobo nocturno.
-Bien, aquí estaré. Adiós "Lobo Nocturno" —Rubius imitó el acento del otro chico, algo que causo risa en ambos.
-Au revoir, garçon noir. (Adiós, chico oscuro) —El ninja se fue tan rápido como pudo, para después subir por un lado de su fortaleza flotante.
Rubius se ensució un poco la ropa y la cara con tierra, para que pareciera que se enfrentó al ladrón y no que platicaron. Cuando entró a la hermandad, ambos chicos se sorprendieron pero Willy fue casi corriendo a donde Rubius.
-¿Que te pasó? —Dijó Willy sacudiendo la ropa de Rubius, para después comenzar a quitar el gorro y todo lo que cubría el rostro del castaño.
-Wi-will, Willy, estoy bien. —Pero el peliblanco no paraba de limpiarlo hasta que alguien lo detuvo.
-Willy, Rubius esta bien, —Fargan tomó el brazo del peliblanco y lo llevo hasta la mesa.— Habla, ¿que paso?
«Eso fue extraño» pensó el castaño. —No paso nada, lo encontré, peleamos y le quite esto. —Rubius lanzó el libro a la mesa.
-¿Es todo? ¿Un libro? —Fargan hojeo el libro y volvió a aventarlo.
-¿Que querías? No es tan fácil atraparlo, hazlo tú. —Rubius se sentó en la silla. Su buen humor se estaba yendo.
-Tranquilos, los dos. Es muy noche, mañana lo hablaremos. —Willy interrumpió antes de que pasará algo más.
-Bien, me voy. Buenas noches chicos.~ —canturreo el castaño mientras se iba. Cuando la puerta se cerró Fargan habló primero.
-¿Que diablos te pasa? Rubius no es tu hijo. —Fargan azotó ambas manos en la mesa.
-¿Ahora no puedo preocuparme por los miembros de la hermandad? —Willy empezaba a enojarse por la actitud de hace días de Fargan.
-E-esto no es más que preocuparse, ¿que pasa contigo y con él? —Fargan tomó los hombros de Willy y este acercó su rostro hasta poder besarse con el del antifaz.
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Bien, capítulo largo porque no sé si podré subir dos capítulos. :(
Los tqm ♡
