“Corro, corro, corro. Esta bien si me lastimo, aunque no te alcance soy feliz, maldigo a mi estúpido destino.”
Era tarde, ellos no dejarían que descansara o le darían tan solo 5 minutos para recuperar el aire. Querían matarlo y se veía en sus miradas, a pesar de esas mascaras que les cubrían el rostro, se notaba como querían deshacerse de él. Pero estaba siendo bastante rápido.
No podía morir, no ahora, quería quedarse en este mundo y casarse con su novio. Había deseado pedirle matrimonio desde hace tanto tiempo, pero ahora veía su vida pasar por sus ojos. Lo veía a él y a su hermosa sonrisa, veía sus ojos, su cabello, su cuerpo, definitivamente no quería irse de este mundo de esa manera.
Pero fue demasiado tarde.
-Lolito, ¿a donde crees que vas? —Una persona de máscara negra, con ojos y sonrisa roja se detuvo frente a él.
-¿Creíste que huirías así de fácil? —detrás del pelinaranja estaba otra persona, pero esta traía mascara blanca, definitivamente eran ellos.
-¿Qu-quienes son ustedes? ¿Por qué quieren matarme? —No podía preguntar otra cosa, si eran sus ultimas palabras por lo menos necesitaba respuestas.
La noche era perfecta, era estrellada y de luna llena, sin dudas un escenario bastante bonito. Y en el bosque aún más.
El de máscara negra sonrió debajo del artefacto que le cubría el rostro.— Al parecer nos conocemos bastante bien, ¿acaso no reconoces a tus propios compañeros? —Entonces ambos chicos se quitaron las máscaras al mismo tiempo. Revelando quienes eran ante la última petición.— Y respecto a lo segundo... —Willy se acercó al oído del otro chico, teniendo una mano detrás.— El alcalde de Karmaland te manda saludos.
Fargan tomó del cuello a Lolito y le enterró un cuchillo por detrás, del otro lado, Willy tapó su boca para que no emitiera ningún sonido e hizo lo mismo que su compañero.
Las punzadas se sintieron rápida y fríamente en el cuerpo del menor, no pudo hacer nada, no tenía fuerzas. Cuando los chicos se separaron de su cuerpo, dejaron que cayera de rodillas.
¿Eso era todo? ¿Lo dejarían así? ¿Con tan solo dos heridas? No, claro que no. Estamos hablando de la hermandad, si empiezan algo... Deben terminarlo.
Una puñalada más en el pecho.
Un corte limpió en la garganta.
Y listo.
Lolito murió desangrado en aquel lejano bosque, muy por fuera de Karmaland.
El trabajo estaba hecho.
[...]
-Mangel, trata de calmarte, seguro que Lolito regresa pronto. No sabemos de que trataba esa misión. —Rubius y Alex trataban de calmar a su mejor amigo, se veía tan nervioso, se supone que Lolito tenía que haber regresado ya.
-¿Como quieres que me calme Rubius? ¡Lolito debió de haber regresado hace una semana! —el pelinegro golpeó la mesa en la que estaba recargado.
-Luzu dijo que se trataba de un simple atraso, ya sabes como es esto. A veces tardan, Lolito tardaba en sus misiones y lo sabes. —habló el mayor de los tres, Alex.
