3 años más tarde:
Y allí estaba, corriendo por la casa intentando de que mi pequeño Minho de ahora 8 años quien no se quería poner el uniforme de el instituto.
- No quiero! No quiero! No quiero!- Gritaba mientras corría por los pasillos pero al fin fue atrapado por unos brazos que salieron de la habitación del baño.
Suspiré y frente poniendo mis manos en mis rodillas cansado.
- A ver, Junior ¿Porque no quieres ponerte el uniforme?- Cuando alce mi vista cargando a el más pequeño, se encontraba nada mas y nada menos que mi amor, y ahora mi reciente esposo: Lee Minho, decidió llamarlo "Junior" ya que esto era una abreviación de "Minho Junior".
- ¡Porque es feo, papá!- Se quejó el más pequeño, cruzándose de brazos y con un puchero en sus labios.
-¿Como que es feo?- Preguntó indignado el más grande.- Si es...- Miró el uniforme en mis manos y puso cara de asco.- Si, es bien feo.
- ¡Minho!- Grité yo y el se calló.
-Bueno, pero no es taaan feo- Sonrió nervioso hacia mi.
Yo solo rodeé los ojos y me acerqué hacia donde estaban ambos.- Debes ponerte el uniforme, pequeño, son las reglas de la institución.
-¡No! ¡No quiero!- Dijo y volvió a hacer un puchero.
-Pero ya verás que todos los demás niños llevarán el uniforme, pequeño...- Intenté convencerlo.
- ¡No!- Gritó y yo suspiré ya cansado de tanto intentar.
- ¡Si te lo pones, papá Minho te dará una paleta cuando salgas de tu primer día de clases!
- Pensándolo así...- Comenzó el más pequeño de los tres y tomó el uniforme de mis manos.- ¡El instituto de Mexico me espera!- Se bajó de un salto de los brazos de Minho y corriendo se fue a cambiar.
Luego de aquella noche, el primer año volví finalmente con Minho y ambos intentamos vivir en Los Angeles en mi antigua casa, pero no funcionó ya que aquella casa traía muchos recuerdos que prefería olvidar para no lastimarme y lastimar a los que me rodean, fue difícil pero otra vez con ayuda y sobre todo del pelinegro y sus ojos tranquilizadores, logré volver a salir adelante y empezar de nuevo.
Así que en el segundo año decidimos mudarnos a un departamento en Los Angeles, pero tampoco funcionó ya que el espacio era muy reducido y el echo de estar aún en aquella ciudad no ayudaba mucho.
Por lo que en el tercer año decidimos mudarnos a Mexico, los primeros meses vivimos junto a la hermana de Minho quien nos ofreció amablemente su casa, y a pesar de estar apretados vivíamos bien, claro, hasta que encontramos una bonita casa en el centro con dos habitaciones y cuando la fuimos a ver decidimos que esta era la indicada, y así fue, vivimos aquí hasta el día de hoy, los tres como una hermosa familia feliz.
Changbin y Felix decidieron quedarse en Los Angeles, pero nos visitan a menudo y nosotros a ellos. Hyunjin y Jeongin también se quedaron allí y siempre nos envían para las fechas importantes regalos.
- Eso no tuvo mucha psicología paternal.- Dije cruzándome de brazos y alzando una ceja, Minho se había comportado como un verdadero padre desde el día uno y había encontrado unos libros que eran de psicología paternal con los que me torturaba constantemente.
- Si la tuvo, niño, solo piénsalo, ira al instituto y disfrutará su gran día dándose cuenta de que todos llevan el mismo uniforme, ni siquiera se acordará del dulce y cuando vuelva a tener que ponerse el uniforme mañana no habrá problema alguno.- Dijo rápido y luego me guiñó un ojo.
Yo sonreí.- Bueno, debo admitirlo, eso estuvo bien pensado.
- Claro, si lo pensé yo.- Dijo sacando pecho.
Yo solo rodeé los ojos para luego reír y comenzar a caminar por los pasillos, pero sus fuertes brazos me detuvieron y me dieron la vuelta acercándome a su cuerpo y dejó un beso en mis labios.- Ahora que Junior estará en el instituto tendremos más tiempo para nosotros dos.- Me guiñó por segunda vez haciendo que me sonroje.
- Pervertido.- Dije golpeando suavemente su pecho y seguí caminando por los pasillos escuchándolo gritar.
- ¡Era ver una película! ¡Solo eso!- Reí ante sus palabras y bajé a la cocina para terminar el desayuno.
Luego de unos minutos lo serví y de tal palo tal astilla ambos vinieron corriendo al oler comida.
- ¡A mi sírveme primero!- Dijeron al mismo tiempo.
- ¡Yo soy tu hijo!- Dijo Junior haciendo un puchero.
Minho lo miró entrecerrando los ojos y luego me miró a mi.- ¡Yo soy tu esposo!- Hizo un puchero también.
Yo solo me reí y le dí primero al Minho mayor quien le sacó la lengua a Junior, rodeé los ojos ante su actitud infantil.
Desayunamos los tres y luego de limpie cada uno su plato salimos fuera saludando a los vecinos y nos subimos al Jeep de Minho quien comenzó a manejar rumbo a el nuevo instituto al que iría Junior.
Una vez que llegamos fuera ambos bajamos y el pequeño bajo a nuestro lado tímido.
- Oh! Vamos, niño! Si no eres ni la mitad de tímido en casa ¿Lo vas a ser aquí?- Dijo tiernamente agachándose el pelinegro a el pequeño quien se escondía detrás de mi.
De un momento a otro vino un niño rubio y muy tierno.- Hola! Mi nombre es Hwan ¿Quieres que seamos mejores amigo?- Le pregunto a mi pequeño haciendo que mi corazón se estruje al oír el nombre de mi antiguo mejor amigo.
Junior simplemente tomó la mano del niño.- ¡Claro!- Se estaba por marchar cuando el pelinegro habló.
- ¿No te olvidas algo?- Preguntó.
Minho pequeño se sonrojó.- No aquí, papá...
-¿Como "no aquí papá"?- Dijo indignado imitando la voz de Junior.- ¡Yo te di la vida y me dices "no aquí papá"!
Reí ante el comentario de Minho.
Junior rodeó los ojos y sonrojado se acercó hasta nosotros haciéndonos señas para que nos agacháramos, y así lo hicimos.
-Adios, papá Jisung- Dejó un beso en mi mejilla.
- Adios, papá Minho- Dejó un beso en su mejilla y se fue con su nuevo mejor amigo.
Sonreí y me levanté, a mi lado el pelinegro también lo hizo y tomó mi mano acariciandola.
- Ya y hasta se consiguió novio el pequeño mamon.
- ¡Minhooo!- Le grité y el se encogió de hombros sonriendo nervioso.
- Ya lo siento, niño...- Me sonrió y besó mis labios.
Sonreí, esta vez, vivía realmente, feliz y muy bien acompañado.
Muchas cosas pasaron pero por primera vez luego de mucho tiempo todo comenzó a ir bien.
Y pensar que todo comenzó en una prision, en una celda, en un convicto, en El Convicto.
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Prófugos -Minsung-
Fanfiction2DA PARTE DE LA TRIOLOGÍA Luego de seis años mi vida parecía volverse normal, claro, aquel pasado y aquella persona siempre seguirían en mi mente, pero cualquiera que me viera ahora siquiera se le cruzaría por la cabeza todas las historias que e vi...