La relación que tenían era probablemente la más inocente que podía haber, ninguno buscaba nada del otro, lo único que conseguían en la relación era amar y ser amados, cosa que al menos por el momento ambos conseguían.
Hubieron tropezones, celos discusiones y varias cosas más, pero estaba bien porque ninguno de los dos tenía idea de que estaban haciendo, era algo nuevo que les causaba miedo, no era como cuando descubres algo y te da miedo salir herido, era más bien el miedo a que el otro salga herido. Habían pasado seis meses y cinco días desde que se había confesado a Karma y en mucho tiempo podía afirmar que estaba feliz o lo más cercano que podía a eso siendo él. Aun así, había aprendido varias cosas entre ellas que el pelirrojo era realmente alguien muy dulce y cariñoso, cuando quería, además de que poseía unos asombrosos dotes culinarios.
Karma a su vez también había aprendido de Asano, había descubierto que a pesar de parecer un tirano se preocupaba por sus cercanos, que tenía un conejo peludo y regordete al que consideraba su mayor confidente y que tenía un gran talento para dibujar.
Una noche, Karma se metió por la ventana del oji-violeta en medio de la noche.
"Gakushuu" Susurro, el peli-naranja le había advertido que el director se encontraba con él y no le haría más mínima gracia que el 'bandido de la clase E' se encontrara en la habitación de su hijo. El pelirrojo tocó levemente la ventana del balcón y está se abrió. Era extraño que el dueño de la habitación no se hubiera despertado con eso.
Ingreso completamente encontrando que esta estaba vacía, se tiró en la cama la cual yacía tendida como era típico de Gakushuu y espero. Pasaron quizá veinte minutos para que el pelirrojo escuchara la puerta de la casa abrirse, se asustó un poco estaba casi quedándose dormido en cama ajena.
"No lo apruebo." La voz del director resonó seria y fría mientras discutía con alguien.
"Solo le estoy informando" Gakushuu hablo también frío y cortante. "No me interesa su opinión respecto a mis relaciones interpersonales." Karma también había aprendido que aunque Gakushuu no lo demostrara sentia cierto aprecio por su padre y estaba seguro de que aquello le había dolido.
"No te permito seguir con ese delincuente, ¿tiene idea de cómo quedaría mi colegio si alguien se enterara de que mi primogénito es gay?" Karma podía sentir el odio en las palabras del Asano mayor, le molesto el hecho de que a Gakuho le importara más la opinión ajena que la felicidad de Gakushuu.
"No me interesa, sigo siendo mejor que ellos" Y con eso el menor de los Asano dio por finalizada la conversación para partir a su habitación escuchando como su padre abandonaba la casa. Al ingresar en su pieza se encontró que su cama estaba siendo usurpada por el pelirrojo, el cual parecía estar dormido en ella.
Se acercó al pelirrojo, jamás pensó que una persona podría hacerlo tan feliz como lo hacía Karma y aunque realmente odiaba las mierdas románticas el sentia todas esas estupideces por el pelirrojo, se acercó un poco más a él robándole un pequeño beso para después alejarse un poco y sentir toda la sangre subir a sus mejillas al ver la burla marcada en el rostro del contrario.
"Así que ahora robas besos a las personas dormidas, que bajo has caído Gakushuu" Burló antes de sonreír y volver a besar al contrario sin dejar que este respondiera.
Un beso suave pero intenso, Karma era así normalmente, intenso, no en un mal sentido, el chico te hacía sentir como si estuvieras envuelto en nubes donde todo estaba bien porque él siempre iba a tener amor para darle.
Eso era, probablemente, lo que más atemorizaba a Asano, el que Karma lo ame más de lo que él lo puede amar, no estaba acostumbrado a ello, ni al sentimiento ni al tener que expresarlo, ambas cosas de manera desinteresada. Poco sabia del sentimiento en sí y lo que leía le parecía simplemente ridículo.
Por ello había decidido vivir aquel sentimiento sin experiencia previa y con algo de temor de primera mano.
Eventualmente fue notando que en el momento en el que se enamoró del pelirrojo su vida cambió un poco, ahora vivía el día a día con más emociones de las que normalmente presentaba. Eso es extrañamente emocionante, nunca sabía con qué rareza iba a llegar el pelirrojo, desde una pequeña travesura que no hacía mal a nadie hasta 'pescar' matones.
Su relación por el momento era privada y solo sabían de ellas las personas de la clase E y Ren. Por diferentes motivos varias personas habían comenzado a sospechar de una posible relación y por obvias razones no se habían guardado esa dudosa información para sí mismos. El chisme había comenzado con un 'No les parece que Asano está menos irritable últimamente' y algunas personas diciendo haberlo visto como una chica alta, baja, rubia, morocha. Ningún avistamiento coincidía ni con otro ni con la realidad. Ya que la persona con la que salía era alta, pelirroja, delgada y, un dato irrelevante para él pero probablemente el más importante si de chisme hablamos, un chico.
No cualquier chico, el segundo chico más inteligente de todo el instituto, después de él por supuesto.
Los chismes llegaron desde el edificio principal hasta la clase E, para finalmente llegar a los oídos del director quien decidió tomar cartas en el asunto teniendo como resultado la discusión que habían tenido minutos atrás.
Volviendo a la situación actual Karma seguía besándole, con la misma intensidad pero más lentamente como si intentara seducirlo, quizás para llegar al 'próximo nivel'. El ojicobre acariciaba su nuca con las yemas de sus dedos enrollando los mechones de cabello con cierto romanticismo. No iban a mentir habían llegado a un punto en el ego o su orgullo no importaba cuando estaban solos. No importaba quién era mejor ni ninguna de esas banalidades, cuando estaban solos eran ellos y nada más por ello cuando Karma jadeó al sentir los labios de Gakushuu en su cuello no hubo burla alguna en el peli-naranja. Asano no era tonto, por supuesto que no, sabía en qué consistían el sexo jamás lo había puesto en práctica pero no podía ser tan difícil ¿No?
No lo fue quizá se complicó un poco cuando preparo al pelirrojo pero fuera de eso todo había sido perfecto, al menos para ellos.
Los jadeos y gemidos formando una melodía excitante en la habitación donde las manos tocando todo cuanto podían, el clímax y las estrellas en sus ojos. Las respiraciones alteradas que daban pasaron a pequeños besos y caricias en el estado post-orgasmo que se encontraban. Antes de finalmente recostarse uno sobre el otro, en silencio, solo disfrutando de la compañía mutua.
Pasaron casi veinte minutos en los que se dedicaron a mimarse mutuamente, después una ducha y de nuevo a la cama, algo muy impropio del peli-naranja era estar de vago pero parecía que al estar con Karma se le había pegado aquella maña. Aun así no se quejaba porque ahora el peli-rojo se encontraba recostado en su pecho mientras dormía pacíficamente.

ESTÁS LEYENDO
Grabación
Hayran Kurgu[A Karma le gusta Asano, a pesar de que le cuesta reconocerlo la clase E decide ayudarlo a declararse. ¿qué podría salir mal?] ×~× Contenido [TW]: ×Pesamientos despectivos hacia uno mismo(? ×Homoerotico descriptivo. ×Iniciada:02/Enero/2020 ×Finaliza...