Era sábado por la tarde, mi padre y yo habíamos regresado a su casa.
Ni siquiera pude saber que era lo que había aceptado la noche anterior, pues justo después de preguntarle a mi padre en qué se supone debía apoyarlo mi abuela nos interrumpió y el solo dijo que más tarde hablaríamos de ello, pero el tema jamás volvió a salir.
Más tarde entre a internet para revisar mi horario de la universidad e imprimirlo.
Aliste mi mochila de modo que no me hiciera falta nada. Entre mis cosas tenía: 2 pares de audífonos (en caso de que unos fallaran o de que pudiera perderlos), un recopilador, mi bolsa de lápices con 4 plumas en colores básicos y 4 repuestos, 2 lápiz, 2 sacapuntas, 2 borradores, cargador para mi teléfono y una pila solar, papel higiénico, una botella de agua y mis pastillas por si llegaba a sufrir un ataque de ansiedad, después de todo es mejor estar prevenido para todo.Al terminar de arreglar mi mochila decidí ir a la piscina, me coloque unos shorts y una blusa de tirantes blanca.
Me recosté en un camastro bajo la sombra y revise mi celular por un momento para distraerme.
Después de eso entre a la piscina por un largo rato y finalmente decidí subirme a un colchón inflable.
Debido a que la piscina tenía malla sombra evitaba exponerme de más al sol, pero aún así el calor del sol lograba apreciarse, de tal forma que me relaje hasta el punto de quedarme dormida...Abrí mis ojos con pesadez y vi como el sol comenzaba a ocultarse, pero el hecho de poder tener esta vista era raro. De manera precipitada me levante, pero había olvidado que estaba en aquel colchón inflable...
Ante mi rápido movimiento y mi falta de equilibrio el colchón termino por doblarse y yo termine por caer al agua.-!!I!!- solo pude dar un pequeño grito antes de caer en el agua.
En ese momento la señora Cecilia, que era parte del personal de aseo de la casa me vio.
- Señorita Lydia! ¿Está usted bien?- dijo corriendo en mi dirección
- Si, solo me he caído del inflable - dije mientras salia de la piscina temblando de frío.
- Debe prestar más atención o podría golpearse con el borde de la piscina. No haga acrobacias que pueden ponerla en riesgo - dijo mientras me pasaba una toalla para secarme
- Si... -
¡Pero que vergüenza!
Parecía un perrito mojado que temblaba de frío y aparte de eso me llamaban la atención... Como si lo hubiera hecho adredeAgradecí a Cecilia por preocuparse y subí a mi habitación para tomar un baño.
Guarde las cosas de una de mis maletas y dejé las otras dos para guardarlas al siguiente día.
Finalmente me recosté en mi cama y me disponía a dormir cuando recibí un mensaje de mi madre:~¿Has hablado con tu padre?~
~ El ha estado ocupado trabajando~ respondí
Segundos después mi teléfono sonó de nuevo
~ Bien~
~ ¿Eso es todo?~ respondí
Realmente extrañaba a mi madre, pero sentía que para ella era diferente.
~ ¿Todo de que?~ respondió
~ Nada~ respondí y decidí esperar si me respondía algo más.
Algo como "¿Todo bien de regreso a casa? " "¿Que hiciste hoy?" "Suerte en la universidad" o un "Llámame si necesitas algo"Mi madre era como mi mejor amiga, incluso más que Montserrat; era mi madre y a la vez mi mejor amiga. Solía contarle un 97% de lo que me sucedía (cuando tenia la oportunidad) y nos llevábamos muy bien, sin embargo llegó un momento en el que ella comenzó a utilizar mucho el celular, tanto por trabajo como por comunicación con sus amistades...
Justo por ello dije que mi madre ERA como mi mejor amiga.
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Érase una vez nosotros
RomanceLa naturaleza de la vida es el cambio. Lydia Crimson es una estudiante de medicina cuyo padre la compromete con un joven llamado Austin Fernández. ¿Cómo se comportará cada uno ante este compromiso? ¿Se llevara a cabo o alguno de ellos se negara? ...