Le había dicho sí a Austin.
Aquella noche salí de prisa de su casa después de que me abrazó.
Estaba feliz, pero a la vez me sentía ansiosa con respecto a la situación...¿Qué pasaría la próxima vez que nos encontráramos?
Pensaba en ello hasta que mi teléfono comenzó a sonar.
Era una llamada, de un número desconocido~ ¿Quién habla? ~
~ Señorita Lydia, soy Joe, el hombre que la recibió el día de ayer cuando vino a visitar a Austin ~
Su voz mantenia algo de apuro~ ¿Sucede algo? ~ pregunté rápidamente
~Es Austin, el día de ayer su fiebre empeoró... Se niega a ir al hospital y... Pensé que tal vez usted podría ayudarme~
~No puede ser...~
Ayer, hasta antes de salir de su casa, ya no tenía fiebre...~Voy para allá~
Dije y colgue.
De inmediato pedí un carro que me llevara a casa de AustinCuando llegué Joe me esperaba fuera de la casa
- ¿Dónde está? - pregunté por Austin
- Por aquí por favor - dijo y comenzó a avanzar en el interior de la casa
Lo seguí pero esta vez no me llevo a la habitación de Austin.
Nos adentrarnos en la casa hasta bajar unas escaleras.Estábamos en una parte de la casa que en la cual había una piscina.
- Puede dejar sus cosas aquí - dijo Joe señalando una pequeña mesa
- Gracias - dije y después de hacer lo que me dijo busque a Austin con la mirada...
Al mirar en dirección a la piscina mis ojos se centraron en algo, una mano que se hundía.
Entre en pánico y sin siquiera pensarlo corrí hacia la piscina y me adentre en esta.Si Austin tenía fiebre muy alta podía haber caído al agua después de perder la conciencia, y si estaba débil ni siquiera podría su cuerpo en el agua...
De inmediato me senté en el borde de la piscina y me deje caer dentro de esta... fue estúpido no pensar que esta parte estaría demasiado profunda... Y yo... Yo no sabía nadar.
Cuando reaccione ya estaba dentro de la piscina, pero de inmediato mi cuerpo comenzó a hundirse.
Intenté todo tipo de movimientos bruscos para no hundirme pero no sirvió de nada.
La desesperación me invadió de inmediato...
Está sensación, el como el agua golpeaba mi cara y mi cuerpo se hundía... De nuevo la estaba viviendo...Pero no duró mucho.
Fue cuestión de un segundo para encontrarme en los brazos de Austin.
Me abrace a él con fuerza y segundos después, al tranquilizarme note cómo me llevaba a la entrada de la piscina, donde la profundidad era menor.-Lydia-
En cuanto pude ponerme de pie solté mi agarre y me separé de él mientras lo tomaba por los hombros
- ¿Estás bien? - dije en cuanto mis ojos se encontraron con los suyos
- ¡Ey! ¡Deberías preocuparte por ti!, ¡¿A quien se le ocurre entrar a la parte profunda de una piscina aún cuando no sabe nadar?!- era la primera vez que lo veía molesto, y la primera vez que me gritaba... Pero ni siquiera le tome importancia
- ... - toque su frente - No tienes fiebre
- ¡Por supuesto que no!... - aún mantenia un tono de voz alto, pero después de esto último suspiro y relajo un poco su expresión - Si tuviera fiebre no estaría en una piscina.
¿Crees que me dejarían salir de mi habitación si tuviera fiebre? - su tono era más tranquilo pero aún había algo de molestia tanto en su tono de voz como en su expresión facial
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Érase una vez nosotros
RomansaLa naturaleza de la vida es el cambio. Lydia Crimson es una estudiante de medicina cuyo padre la compromete con un joven llamado Austin Fernández. ¿Cómo se comportará cada uno ante este compromiso? ¿Se llevara a cabo o alguno de ellos se negara? ...