Batalla

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HOLOOOOO DE NUEVOOOO!!!
Lamento no haber subido capítulo el lunes pero se me vino todo el tiempo encima, así que espero que les guste el capítulo y compense los días que no pude subir.
Bien espero que disfruten el capítulo!!
Sin mas que decir......A LEER!!!

-Destructor...-dijeron todos los integrantes del clan Hamato con un muy claro tono de odio en su voz; especialmente en el más pequeño de la familia y su maestro rata; pero en el caso de la chica de ojos color miel, al mencionar el sobrenombre de su padre sintió un gran dolor en su interior pues estaba demasiado dolida de que su padre solo la utilizara para cumplir su venganza y tampoco paraba de reprenderse así misma por haber lastimado y meter en un gran conflicto al pecoso.

Por otra parte, Karai se dirige hacia Oroku Saki para posicionarse al lado del mismo y así poder tener una mejor visión de Splinter, las tortugas y su hermana menor quienes en ese momento se encontraban en una gran desventaja y la verdad era que la chica no podía dejar de mirarlos mientras que la culpa la carcomía por dentro pues se sentía verdaderamente mal de haber delatado a los chicos y de meterlos en esa situación, especialmente al chico de ojos celestes y a la kunoichi más pequeña lo cual era sorprendente pues su relación con ella no era la mejor.

-Así es tortugas- respondió el hombre con armadura con un muy claro toque de arrogancia en su voz –veo que lograron sacarte de tu habitación Miguel Ángel- continuó a la vez que debajo de su casco se podía apreciar una desagradable sonrisa al escuchar como el menor de la familia Hamato gruñía en forma de respuesta, pero esta sonrisa se borró de inmediato al momento de dirigir su mirada hacia su mejor guerrera, Dark Dragon.

La pequeña Avalon al sentir la fija e inexpresiva mirada de su padre sintió un gran temor que no había sentido desde hace mucho tiempo provocando que comenzara a temblar un poco. Aquella acción no pasó desapercibida por nadie en especial por el quelonio de naranja quien se preocupó al instante al percatarse del estado de la chica, y sobre todo por su padre por lo que este no dejaría pasar esa excelente oportunidad de reprenderla por su total falta de respeto hacia el clan del pie.

-Además aquí tengo frente a mí a una pequeña traidora- empezó a hablar con frialdad mientras se acercaba a la castaña rojiza quien solamente atinaba a retroceder alarmando al pecoso y extrañamente a Karai también –tú eras la mejor guerrera de todo mi clan Avalon, tenías un potencial extraordinario- continuó mientras sacaba sus cuchillas- pensé que serías mucho más que esto y que tendrías más cerebro para permanecer siempre leal a mí, pero me traicionaste, ¡TRAICIONASTE A TU PROPIO CLAN!-reclamó sorprendiendo a todos y aquello comenzó a hacer efecto en una de las tortugas en específico.

-L-Lo siento- tartamudeó Avalon con un pequeño hilo de voz mientras chocaba contra la pared- p-pero no podía permitir que s-siguieras con todo esto y tampoco p-podía lastimar aún mas a la persona que amo- dijo la chica tratando de sonar lo más segura de sí misma posible y este gesto enterneció un poco al pecoso, aunque aún se sentía muy herido, pero aquello también provocó una gran ira en su padre.

- ¡CALLATE DE UNA MALDITA VEZ! -gritó enfurecido Destructor mientras clavaba sus cuchillas justo al lado de Avalon provocándole un corte algo profundo en su mejilla, cosa que la petrifico y sorprendió a todos.

-D-Dente por favor, t-te lo suplico- rogaba la chica de ojos color miel al borde del pánico. El pequeño Miguel Ángel al ver el estado en el que se encontraba la chica que conquistó su corazón lo dejo completamente devastado, pero sobretodo furioso por lo que desenfundó sus armas y se preparó para cualquier movimiento que hiciera Destructor.

Destructor al ver el pánico que había creado en su ahora temerosa hija, empieza a sentir una gran satisfacción por lo que no estaba dispuesto a detenerse ahí –me tienes realmente harto Avalon, te llamé y traje a esta ciudad para que cumplieras con una simple misión, destruir a las tortugas ¡SOLO TENÍAS QUE HACER UN MALDITO TRABAJO Y NI SIQUIERA SABER HACER ESO BIEN!- gritó Saki para que, acto seguido sujetara a la chica castaña rojiza del mentón con brusquedad obligándola a mirarlo a los ojos, cosa que alteró mucho más al quelonio pecoso.

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