Después de un "pequeño" accidente causado por una inofensiva broma, Miguel Ángel es castigado injustamente por Splinter haciéndolo sentir no deseado, por lo que, con el corazón herido, decide escaparse unas cuantas horas para relajarse y olvidarse d...
HE VUELTOOOOOO!!! *le lanzan todo tipo de cosas* Auch! Lo siento!!! TnT En verdad perdónenme por tantos meses sin actualizar pero ahora sí en mi escuela se pasaron y no me dejaban descansar!!! Además tenía algunas complicaciones con el asunto de la computadora que ya saben cuál es, pero eso no volverá a pasar!!! Ya tengo más tiempo disponible y computadora propia así que podré actualizar más seguido!! Bien espero les guste el capítulo que en mi opinión es muy emotivo!! Espero les guste y compense mi desaparición. Sin mas que decir......A LEER!!!
Realmente la escena que mostraba el pequeño quelonio frente a sus ojos era en verdad impactante para todos los presentes ya que ninguno podía creer que alguien como Miguel Ángel, alguien de una personalidad tan alegre, cálida, tierna y bondadosa que no sería capaz de hacerle daño a alguien ni siquiera a su peor enemigo pudiera guardar tanto rencor en su corazón y lograr expresarlo con tan solo mirada y todos ahí comprendían a la perfección la reacción del pecoso, cosa que los entristecía pero no lo culpaban pues cada uno reaccionaría igual sí estuvieran en su lugar.
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- ¡¿Qué hacen todos ustedes aquí?! –preguntó o mejor dicho exigió saber el chico de ojos celestes con veneno en la voz a la vez que suelta los barrotes y se levanta de donde se encontraba tratando de tranquilizarse un poco y no alterase aún más.
-Mikey yo... yo quería decirte que...-trato de hablar la chica con un claro nerviosismo, pero fue interrumpida por Miguel Ángel quien aún mantenía aquella dura expresión primera vez vista en él.
-Detente Avalon, no quiero escuchar nada de lo que tengas que decir...por favor ahórrate tus palabras- comentó la tortuga menor apartando la vista de ella cosa que rompió el corazón de la pobre chica y lo único que pudo atinar a hacer fue llorar en silencio. Por otra parte, Splinter estuvo a punto de acercarse a la celda, pero sus intentos fueron detenidos por las palabras del menor- y tú ni siquiera te atrevas a abrir la boca...ya escuché todo lo que tenías que decirme, no quiero seguir escuchándote- finalizó para después darle la espalda provocando que, tanto él como la joven sintieran como sí les atravesaran un hierro hirviendo en el corazón por lo que solo se hicieron a un lado en silencio.
Ninguno de los presentes se percataba aún de que aquella figura misteriosa que no les quitaba la vista de encima.
Las tortugas mayores al presenciar como Miguel Ángel trató a su padre y a la kunoichi, tenían miedo de la forma en la que reaccionaría con ellos, lo que menos querían ahora era otra gran discusión con él que tuviera como resultado que no quisiera dirigirles la palabra por un largo tiempo. Al darse cuenta de la situación en la que se encontraban tomaron valor y Donatello fue el que decidió comenzar a hablar.
-Mi...Mi...Mikey- dijo o mejor dicho tartamudeó Donnie perdiendo el valor que tenía segundos antes.
- ¿Qué es lo qué quieres Donatello? -preguntó el pecoso aun dándole la espalda con un tono de voz neutral que les causaba cierto temor, además el nerviosismo aumenta debido a que el pequeño jamás los llamaba por su nombre completo ni el asunto era mucho más serio de lo que creían.
