Caminos Cruzados

Plan fallido

HOLOOOOOO CHICOOOOOOOOS!!!
Bueno primero que nada quiero darles muchas gracias por el apoyo que le dan a esta historia, no saben cuanto aprecio eso, muchísimas gracias y también quería desearles una muy Feliz Navidad y un próspero Año Nuevo y que la pasen increíble junto a sus seres queridos y que tengan un año de mucho éxito y felicidad!!!

Ahora sí...Estoy de vuelta con un nuevo cap y personalmente me encanto escribirlo, espero que lo disfruten mucho!!!!
Quería subirlo hoy porque no tendré la computadora en unas semanas así que trate de hacerlo lo más largo posible y resulto pues es el cap más largo de la historia hasta ahora, disfrútenlo!!
Sin mas que decir....A LEER!!!

En la guarida

Al momento de caer la noche las tres tortugas mayores se preparaban para salir al patrullaje nocturno lo que los tenía realmente emocionados ya que su hermanito los acompañaría como antes y al llegar la hora de patrullar, Rafa decidió ir a buscar a Mikey.

En la habitación de Mikey

La tortuga de bandana roja abrió con cuidado la puerta de la habitación del pecoso con una sonrisa en el rostro y notó que su hermanito estaba recostado en su cama boca abajo con la almohada sobre su cabeza, cosa que le pareció realmente extraña al temperamental.

-Mikey ya es hora del patrullaje, vámonos- dijo Rafael analizando el comportamiento del menor.

Al instante en que escuchó la voz de su hermano mayor, Miguel Ángel retiró la almohada de su cabeza al instante y limpió sus ojos rápidamente eliminando los rastros de las lágrimas que no había parado de soltar y las que amenazaban con salir para que el mayor no notara que había estado llorando y creyó que funcionó, pero se equivocó: -sí sí jeje, en un segundo voy- respondió rápidamente la tortuga pecosa con nerviosismo tratando de ocultar la tristeza en su voz, pero a Rafael no se le escapó este detalle.

-Mikey ¿te encuentras bien? - preguntó el de ojos esmeralda con un tono de preocupación en su voz.

-Sí estoy bien hermano, enseguida voy- dijo el pequeño disimulando una gran sonrisa, pero él temperamental se dio cuenta al instante de que era totalmente falsa.

-De acuerdo- dijo el de rojo no muy convencido y caminó a la salida, hecho un último vistazo de reojo al pecoso y se fue de la habitación. Cuando Rafael se alejó, el de bandana naranja se aseguró de que estuviera completamente solo y con una voz quebrada y apenas audible mencionó: -realmente desearía estar bien-. Después de decir aquello se abrazó así mismo mientras una última lágrima se deslizaba por su mejilla cayendo al piso.

En la ciudad

Las tortugas corrían y saltaban de tejado en tejado buscando algún tipo de rastro que haya dejado el clan del pie, pero por más que buscaban no lograron encontraron nada por lo que decidieron ir a revisar al lugar donde han tenido sus encuentros últimamente y se dispusieron a entrar.

Dentro del edificio

Al entrar a aquel extraño lugar; en el cual no paraban de pelear contra el clan del pie; notaron que todo estaba en completo silencio lo cual les pareció demasiado extraño por lo que decidieron ir a investigar por toda la construcción.

Buscaron y buscaron por todo el lugar con la esperanza de encontrar algo que les fuera de ayuda, pero no encontraron ni el más mínimo rastro de que el pie haya estado ahí esa noche.

-No lo entiendo- dijo Rafael rascándose la cabeza estresado y sobretodo confundido –se supone que deberían estar aquí-.

-Tal vez sabrían que vendríamos ellos sabrían que vendríamos y planean emboscarlos o nos estén esperando en otra parte- comentó el genio pensativo.