No todo es de color rosa

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Las dos jóvenes continuaban con sus besos cada vez subiendo de intensidad, había sido mucho el tiempo que habían estado separadas y ahora solo quería demostrarse todo lo que sentía la una por la otra, Haruka bajo la cremallera del vestido de Michiru acariciándole la espalda provocándole varios gemidos pero cuando esta intento hacer lo mismo se detuvo momentáneamente viendo a la rubia.

Tengo una duda desde cuando usas vestido –dijo la aguamarina viéndola.

En rara ocasiones... pero que te parece si me lo quitas—la rubia la beso silenciándola.

Se volvieron a besar con pasión y Michiru no lo dudo más bajo la cremallera del vestido de Haruka bajándolo hasta la altura de la cintura y de inmediato bajo sus labios recorriendo el cuello de la rubia para luego detenerse en sus pechos lamiéndolos y succionándolos con sus labios provocando en Haruka más de un gemido de excitación pero no se quedaba atrás alzo el vestido de la aguamarina acariciándole las piernas para luego desliza una de sus manos a la entrepierna comenzado a estimulada.

Haruka... hazme tuya –susurro sintiendo como se empezaba a humedecer.

Michiru... te amo –le dijo la rubia besándola y dando media vuelta dejado a la aguamarina debajo de ella.

De inmediato alzo un poco más el vestido de la aguamarina y con su lengua comenzó a explorar la intimidad de la aguamarina provocando que esta gimiera alto y que abriera más sus piernas permitiéndole más libertad a la rubia la cual comenzó a penetrarla con dos dedos haciendo que Michiru gimiera pidiendo más, la rubia no lo dudo y comenzó a succionar su clítoris a la vez que la penetraba provocando que Michiru soltara más de un grito de placer pero antes de que llegara al orgasmo la detuvo.

Quiero que llegues conmigo –atrajo a la rubia besándola con pasión mientras introducía su mano bajo el vestido de esta penetrado con dos dedos su humedad intimidad.

Ambas ahogaban los gemidos entre sus besos mientras aumentaba la intensidad de sus besos y penetraciones hasta que llegaron al clímax provocando en ambas un grito de placer, quedaron abrazadas viendo el cielo.

Lo acabamos de hacer en un jardín –dijo de repente la aguamarina abrazado más fuerte a la rubia.

Si así ha sido y no nos han atrapado –tomo el rostro de la aguamarina besándola con pasión.

Pero el gusto les duro poco ya que se escuchaba unos pasos y voces acercándose a donde estaban ellas cosa que les asusto pues no estaban en unas condiciones decentes, así que a lo más rápido que pudieron se arreglaron.

Princesa Haruka... Princesa Michiru donde están –se escucho la voz de Daisuke a lo que la rubia suspiro aliviada terminándose de arreglar.

Por suerte es Daisuke y Tomoyo –dijo la rubia viendo a la aguamarina que la miraba sin entender—Son mis amigos de la infancia, es mejor que salgamos –le ayudo a terminar de arreglarse a la aguamarina.

Comprendo... no quiero regresar a la fiesta que haremos –dijo la aguamarina que solo quería dormir en los brazos de Haruka.

Vamos un momento y nos disculpamos... eso si esta noche duermes en mi habitación –se levantaron y salieron de los arbustos encontrándose con Daisuke y Tomoyo.

HARUKA –dijeron ambos sorprendidos pero fue mayor su sorpresa a ver a la aguamarina a lado de la rubia—Que diga Princesa Haruka y Princesa Michiru donde han estado –pregunto Tomoyo preocupada.

Solo hemos estado hablando no te tienes que preocupar –dijo la rubia sonriente—Aparte dejen las formalidades Michiru sabe que son mis amigos de la infancia.

El Guardián del MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora