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Seungcheol volvió a la casona luego de confirmar que su socio Soonyoung se fuera para acordar ciertas cosas en la armería y el grupo de soldados profesionales bajo el mando de ellos, todo para cumplir su parte del tratado de ayudar a las hadas, ya que luego de la reunión en el bosque, ambos lados firmaron un tratado que acabo siendo más amistoso que un tema de negocios.


En cuanto se encontró con su hermano menor, sin darse cuenta de que este salió hace poco del sótano, lo tomo del brazo para llevarlo a su habitación para poder explotar por lo que estuvo aguantando todo ese tiempo en el bosque.


- ¡¿Por qué mierda Minki o tu no me advirtieron de esto?! – Le encaro muy alterado, caminando en círculos con pasos fuertes.


- ¿Qué? ¿A qué te refieres, idiota? ¿Acaso no salieron bien las cosas? – Pregunto confundido y por la forma de hablar de Seungcheol, se imaginaba que estaba exagerando lo que fuera que lo tiene así.


- ¡Que no me dijeron que Jihoon es una ternurita! – Jeonghan se mordió el labio para no reírse, relajándose y entendiendo todo – Si fuera por mí, lo habría ayudado desde el primer segundo, porque más allá de su perfecta apariencia, pude ver cómo es su carácter y créeme, si no fuera porque debía mantener la cabeza fría y demostrar que tenemos buenas intenciones, me le habría insinuado descaradamente – Confesaba haciendo movimientos exagerados con sus manos como si eso explicara algo, pero no entendió nada.


- Bueno, ¿Entonces todo resulto bien? – Seungcheol hizo un puchero ante su vaga reacción por lo que el tanto sufrió.


- Si, tan solo destaque el hecho de que con nuestra familia las hadas deben tener una relación más estrecha, aun si se consigue que todos los humanos los vean como una especie agradable y pacífica. Sería ideal algún compromiso arreglado, pero sería como obligarlos a algo que probablemente no quieran, así que lo mejor es que se dé naturalmente si ocurre – Jeonghan mira burlonamente a su hermano mayor.


- ¿Qué se dé naturalmente entre tú y Jihoon? – Corrigió con una media sonrisa y levantando una ceja juguetonamente, a lo que Seungcheol quiso negar por la vergüenza de que su hermanito se burlara de él, pero termino asintiendo algo tímido, haciendo reír a Jeonghan.



...




Debido a que todo el tratado resulto, los humanos bajo el mando de los Yoon empezaron a entrar al bosque bajo las ordenes de Seungcheol, siendo guiados por las hadas para empezar a eliminar a los orcos sin piedad, pues una de las cosas que especifico Cheol en el tratado fue que lo harían a su manera.


Iban avanzando de a poco "limpiando" el bosque según el área que las hadas les especificaron en donde habitaban los orcos, demostrando su destreza en cuanto a armas y estrategia se refiere.


Jeonghan decidió ayudar, ya que, si bien no estaba tan preparado como esos soldados, seguía siendo más habilidoso que muchos. Como Joshua se preocupaba de que fuera a pasarle algo, decidió acompañarlo a las rondas realizadas para ir matando orcos, en donde a pesar de que parecía estar siempre con paranoia y temor, ayudaba avisando donde había orcos y si estos se acercaban, para luego mantenerse escondido en un lugar seguro. De esa forma en equipo derrotaron varias de esas brutas criaturas, en donde luego de que Jeonghan acababa con los que le avisaba el ángel, volvía a su lado y lo abrazaba para calmarlo, pues el sonido del metal chocando le ponía muy nervioso aparte de quedar solo sin alguien en quien apoyarse.

Remedium meum (JIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora