𝐓𝐖𝐎

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Jisung despertó por un golpe en su cabeza, Heecheon estaba ahí parado con cara de pocos amigos. El menor se enderezó con cuidado y talló sus ojos con mucho esmero, como si fuera una forma de deshacerse del sueño que tenía. Heecheon estaba a punto de explotar, o eso decía su rostro en aquel momento en el que Jisung pensaba que perdería la vida, probablemente.

— ¿La vida es dura como tu corazón, hyung? — Cuestionó, ladeando su cabeza con una sonrisa mientras el mayor ataba las cortinas con rapidez.

— Lo duro y difícil aquí es que tú no seas tan idiota. Ya despierta que debo irme con O-oon en unos segundos y tú aún andas de vago. — Se quejó el peli-negro. — Por cierto, ya te hice el desayuno y el dinero está en el tarro de galletas para tu almuerzo. La cena la pagaré yo, ¿okay? Ya me voy pequeño engendro, te quiero. — Habló rápido y besó la cabeza de Jisung para luego salir corriendo fuera de la casa, dando un portazo.

Era sábado, un día totalmente común y aburrido para él tal y como lo eran los domingos. ¿Y Heecheon se iba? Las cosas no podían ser peor, odiaba estar solo pero tanpoco le agradaba mucho la idea de salir un día en que los adolescentes salían con locura a las calles. El castaño se levantó y se estiró un poco para así prepararse para su día, quizá podría aprovechar la ausencia del mayor y pedir helado y otras cosas, sería una de sus pocas travesuras en la vida, como cuando le arrojó una pequeña lata de pintura a Jaemin en la cabeza por haber arruinado su tan trabajosa pintura en clase de arte. Se vistió y bajó a la cocina para desayunar, Heecheon era un buen cocinero pero si hablaban de maquillaje... Necesitaba un poco de ayuda.

Mientras comía, su teléfono sonó de modo que lo tomó en sus manos. Al ver de quién se trataba, el jugo de naranja que estaba bebiendo terminó salpicando toda la mesa y él tosiendo frenéticamente. Chenle le había enviado un mensaje, pensó que era raro ya que había supuesto que lo del día anterior fue sólo un sueño, sin embargo debía reconocer que era muy tonto pensar aquello.

Chenle❤

Oye admirador,
creo que deberías
enviarme lindos
mensajes, eso es
lo que se supone
que un admirador
normal hace, ¿no?

Exacto, un admirador
normal, pero, ¿quién
te dijo que yo soy
como todos?

Oh, eres único, eso
es nuevo. ¿Y qué
tienes planeado
para mí?

No lo sé, el amor
no es lo mío, apenas
me entero de que lo
siento.

Eres realmente
único querido
admirador, pero
no puedo quejarme,
es la primera vez
que me sucede esto.

Sólo finge que soy
un amigo más, no
quiero que tomes
en cuenta mi
existencia sólo por
ser uno de los tantos
chicos (o chicas) que
te aman.

Eres todo un caso,
sin embargo... Me
gusta alguien.

Lo sé.

¿Y aún así me das
tu corazón? Eres
genial.

Te hablo luego,
ahora debo irme,
tengo un compromiso

Adios♡.

Adios.

Jisung suspiró, tenía razón, a Chenle le gustaba Mark. Tomó las llaves y salió para ir a ver a Joohyun, una joven que siempre lo ayudaba con sus problemas. La peli-negra trabajaba en una floristería, las flores eran su amor y le encantaba cantar para ellas antes de abrir el pequeño local. Una locura para algunos, pero para Joohyun era necesario y para Jisung era tierno. Lalisa, Nayeon, Rosé y Momo ayudaban en el lugar y todas amaban a Jisung, era como su bebé consentido. Lalisa era extrovertida y muy enérgica, tierna y sexy a la vez; Rosé era un poco tímida y reservada, sin embargo tenía su lado divertido. Nayeon era una chica tierna y divertida, aunque también algo tímida al principio y Momo era una chispa, una chica agradable y cariñosa. Todo esto en una floristería era la razón por la que el pequeño lugar era tan concurrido, un mar de gente los días de semana. Sin embargo, los fines de semana no habían muchos clientes, de modo que decidió pasarse por ahí porque llevaba tiempo sin verlas.

𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora