𝐍𝐈𝐍𝐄

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Chenle observó al menor con emoción, Park Jisung estaba practicando en aquel momento y al oir su voz chillona, lo volteó a ver. El castaño se acercó a una mesa donde había un pequeño parlante y retiró su teléfono, para luego apagar la música. Al apagarlo le sonrió, secando su sudor con una toalla, para Chenle era apuesto aún así. Que locura, estar enamorado de un brabucón que lo había engañado y terminó hablando con un extraño y sólo considerar apuesto a un chico que era ternura pura, o al menos eso descubrió en el poco tiempo que había hablado con él, que se reducía a esa mañana.

— Hola hyung. ¿Qué haces por aquí? Pensé que tenías clase de coreano a esta hora. — Dijo, acercándose al más bajo, su diferencia de altura lo hacía sentir un tanto intimidado.

— Se suponía que sí, pero Hyungwon hyung me pilló en un momento inadecuado... Verás, decidí pedirle a mis padres que me permitieran asistir a clases de canto, sin embargo no eceptaban. Por ello Hyungwon intervino y aquí estoy, a punto de inscribirme. Loco, ¿no? — Rió, Jisung no podía creer que aunque hablara tanto, no se cansaba de él, no era como oir a Yukhei hablar.

— Algo, Jaemin hyung está decidido a ir a una universidad de arte aunque sus padres no están para nada de acuerdo con ello. Aún así ya eligió la universidad y todo. — Rió. Jaemin podía ser muy rebelde y alocado, era por eso que lo quería tanto.

— Eso es algo que no sé si me atrevería a hacer. — Dijo el más bajito, manteniendo una tierna sonrísa en su rostro. — ¿Y tú tomas clases de danza? No me has contado mucho de ti, por más que te pedí que lo hicieras seguías insistiendo en que hablara de mí.

— Pues sí, tomo clases, pero también soy ayudante de Jimin hyung así que preparo coreografías para los principiantes. — Habló, agachando su cabeza.

— Eso es genial, algún día quizá me anote en clases de baile para que tú seas mi mentor. — Rió y el castaño hizo lo mismo negando con su cabeza.

Hyungwon interrumpió aquella charla debido a que ya había hablado con Taehyung y por aquel día empezaría a esa hora con clases particulares, luego debería fijar un horario que no interviniera con sus clases de coreano las cuales aún eran necesarias. Ambos se despidieron, Jisung sólo se dejó caer en el suelo de madera formando una estrella con su cuerpo, no podía creer que Chenle le hiciera perder totalmente su cabeza. Jimin entró y lo hizo levantarse, debían seguir con su clase particular antes de la hora de llegada del grupo menor. Sin embargo, la concentración de Jisung se veía bastante interrumpida por el constante pensamiento que llegaba a su mente, Zhong Chenle.

La tarde pasó rápido y el castaño acabó rendido, el grupo menor era bastante difícil de controlar a veces y a eso se le sumaban sus muestras para los principiantes que planeaban anotarse en aquella academia. Bin y Minhyuk siempre lo felicitaban, ahora con más entusiasmo ya que no debían fingir ser lo que no eran porque Mark estaba decidido a ser diferente sólo por Donghyuck. Preparaba sus cosas, ya estaban cerca de la hora de cierre pero Jimin y Taehyung estaban conversando con algunos empleados, por lo que le quedaba tiempo. Unos golpes en la puerta llamaron su atención, Chenle estaba recargado en el marco de la puerta con su distintiva ropa de marca y su cabello perfectamente peinado, siempre era tan perfecto a sus ojos.

— Jisung, ¿quieres que te llevemos a tu casa? Hyungwon hyung no tiene problema en ello. — Sonrió, esperando una respuesta del contrario.

— ¿Seguro? No quiero causarle molestias, después de todo soy un total extraño. — Dijo, haciendo una pequeña mueca arrugando su nariz.

— No es molestia, él aceptó gustoso. — Afirmó el peli-blanco. — ¿Vamos?

— Está bien. — Sonrió y tomó su bolso para así seguir al mayor hasta el estacionamiento.

𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora