𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑

𝐎𝐍𝐄

Jisung se encontraba sentado en el fondo de la cafetería, como cada mañana observaba a aquel pequeño joven mantener una animada conversación con quien se presentara frente a él. Jamás se atrevió a dirigirle la palabra, porque así era su vida, eran de mundos distintos y en el mundo en el que vivían, hablar con un joven como él sería un pecado para los populares como el peli-blanco. Por ello sólo se limitaba a apreciar su belleza desde lo más lejos posible, eso no estaba prohibido y hasta donde él sabía, no era considerado como acoso, todos observamos a quien amamos de vez en cuando. Se lamentaba por ser tan aburrido, tan simple y tan ñoño, sin embargo Donghyuck y Jaemin siempre encontraban lo más bello de él. Le gustaba hacer bromas malas, consideraba un chiste que "Reporter" sonara como "Harry Potter", pero si él lo decía sus dos mayores estallaban a risas. Sin embargo él se consideraba como el arroz blanco, no tenía personalidad y sin la sal no sería nada y esa "sal" no había llegado a su vida, de modo que no pensaba ser alguien interesante.

Renjun y Yukhei lo discutían, Jaemin y Donghyuck lo discutían, a veces se unía Sanha a la pelea y se quejaba de su poca confianza en sí mismo y, si estaba de buen humor y desocupado, Jeno también se quejaba de ello. De modo que el pequeño de catorce años no tenía más remedio que asentir y decir que había comprendido y que trataría de cambiar su opinión sobre sí mismo, cosa que era una mentira piadosa para librarse de la presión de sus amigos.

Jaemin corrió hacia él con un libro, no era raro que eso pasara, el peli-rosa siempre estaba absorto en los libros de la biblioteca y sabía acerca de muchas cosas. El mayor se sentó frente a él con su distintiva sonrisa y le extendió el libro café que llevaba en sus manos.

— Esto te ayudará con tu tarea de música, es un libro que explica claramente lo que es el amor, sus probables etapas y síntomas. Y también cómo expresarlo. — Sonrió el peli-rosa, juntando sus manos sobre la mesa.

— ¿Te has dado cuenta de que sé lo que siento y que puedo escribirlo fácilmente en una simple hoja de papel? — entrecerró sus ojos, pero el libro quizá le serviría para familiarizarse un poco más con sus repentinos sentimientos.

— No soy idiota, estoy en todas mis facultades mentales como para notar que no tienes ni una mínima idea de por qué sientes ese "revoltijo", como tú lo llamas, dentro tuyo. — Jaemin era listo y su especialidad era leer a las personas. A veces daba miedo como rápidamente comprendía la vida de alguien con sólo analizar su aspecto, sus gestos o sus acciones, muy peculiar para tener dieciseis años apenas.

— Bien, lo leeré, pero no te prometo sacar un diez en esta tarea. Me es totalmente ageno este sentimiento y no me digas que no es verdad, porque por más que quizá lo sienta por él... Jamás lo había experimentado antes. — Suspiró, volviendo su mirada al chico bajito, un año mayor que él pero que aún así asistía a su salón debido a que quedó en un salón menor.

— ¿Aún no te atreves a hablarle, verdad? — Jisung asintió con melancolía. Sabía que jamás le sería posible decirle algo coherente, ni siquiera un "Hola". — Llevas un año detrás de ese duende, sólo debes empezar con un "Hola, me llamo Jisung" y él te hablará la vida, porque habla hasta por los codos.

— No me alientes a morir, ya lo has hecho antes y terminé rechazado por mi personalidad y físico. Aunque eso no era amor, sólo una confusión entre el cariño amistoso y el romántico. — Suspiró, había sido rechazado por Huening Kai, quien había sido su mejor amigo hasta enterarse de los verdaderos sentimientos de Jisung por él. — Además... Estamos tan alejados como Marte lo está de Plutón y para especificar, él es Marte.

— No digas bobadas, Jisung. — Bufó Jaemin, pero su conversación y su regaño no pudieron seguir debido a que la música de entrada se hizo presente. — Te veo luego mi pollito, debo ir a clases y tú también, te quiero. — Tomó al menor entre sus brazos y lo besó en su cuello, haciendo que éste se quejara.