Jisung entró a paso firme al colegio aquel lunes por la mañana, estaba dispuesto a llevar a cabo su plan y nada podía salir mal, o eso quería pensar. Dejó sus cosas en su salón y salió en busca de Chenle, su mochila estaba sobre el asiento de siempre así que sin duda había asistido ese día. La cafetería estaba repleta de alumnos esparcidos por diversos sectores, pero no lograba ver a Chenle en ningún grupito, eso le sorprendía ya que el mayor era de estar pegado a quien fuera y hablando en demasía. Se sentó con decepción en una de las mesas, sentía que su plan no serviría de nada y que quizá el mayor ni siquiera le dirigiría la palabra en todo el día. Jaemin llegó corriendo con su sonrisa de cada día, llevaba un par de hojas en sus manos. Se sentó frente a él y le extendió las hojas, las cuales contenían un nombre en ellas.— ¿Qué hiciste ahora? — Preguntó, elevando una ceja.
— Oh nada, sólo tomé "prestadas" unas hojas de la carpeta de Chenle y vine a traertelas. — Sonrió con satisfacción y se inclino en su asiento. — Ahora mismo está buscándolas y tú~ — Dijo, señalando al castaño. — seras el héroe que se las dé y así podrás comenzar una conversación con él.
— Estás loco Na Jaemin. — Dijo, negando con una sonrisa. — Mejor ya voy a buscarlo para decirle que las encontré.
Jaemin asintió, pero cuando el menor se fue, su sonrisa se borró por completo. Sabía que era inútil siquiera intentar que Jisung sintiera algo por él, el castaño siempre lo vería sólo como a un hermano mayor. Jeno, quien había estado viendo todo, se acercó y con sigilo se sentó frente al peli-rosa. Este no se había percatado de su presencia, por lo que se permitió a sí mismo el deleite de observar de cerca el rostro del menor. Jaemin poseía más belleza en su dedo meñique de la que otros podrían poseer en todo su cuerpo, o así lo veía él. Carraspeó un poco para hacer que el peli-rosa se percatara de su presencia y así fue. Éste le dedicó una sonrisa.
— Buenos días, Jeno. — Dijo, pero el peli-negro sabía que su sonrisa no era del todo sincera.
— ¿No se lo dirás nunca, verdad? ¿Hasta cuando sufrirás por lo mismo, Jaemin? — Cuestionó, frunciendo el ceño.
— Sólo quiero que él sea feliz. ¿Tú no harías lo mismo por la persona a la que amas aunque sabes que no te corresponde? — Aquello fue como una puñalada en el pobre corazón del mayor, era exactamente lo que estaba haciendo.
— Lo hago, lo llevo haciendo por años. Pero, ¿sabes qué? Estoy harto de ver como esa persona deja su felicidad en último lugar siempre, como se menosprecia a sí mismo por tratar de hacer felices a otros en vez de preocuparse por sí mismo por una vez. Y yo sufro por verlo así, porque merece ser feliz y algo mejor en su vida que pasársela resolviendo problemas ajenos y ocultando lo que siente por miedo a herir y ser herido. Así que sí, creo que sí lo haría, de hecho lo seguiré haciendo. Ten un buen día, Jaemin. — Finalizó y se alejó a paso firme de la vista del peli-rosa.
Jaemin estaba sorprendido, podía tomar aquello como una confesión algo extraña, pero eso no quitaba que fuera una confesión. Renjun en diversas ocasiones trató de hacérselo saber, sin embargo él jamás pensó que verdaderamente Jeno pudiera sentir algo más que amistad por él. Por otro lado, Sanha estaba tirado en el suelo del salón de gimnasia. Jisung pasó por ahí y prefirió preguntarle qué sucedía a ir con Chenle, su amistad era primero. Se sentó a su lado cruzándo sus piernas, el rubio parecía estar en un trance del cual sería difícil sacarlo. Jisung mojó su dedo meñique y lo introdujo en el oido del mayor, haciéndolo quejarse fuertemente.
— ¿Quién murió? — Preguntó riendo.
— Tú morirás si vuelves a hacer algo así, mocoso insolente. — Bufó, limpiando su oido con su camiseta del uniforme.
— Ya enserio, ¿qué pasó? Que yo sepa el suelo se limpia con el trapo que el entrenador deja en el armario de limpieza. — Sonrió, pero el contrario no se veía tan feliz como solía ser siempre.
— Eunwoo hyung es lo que pasa. ¿Por qué es tan tonto? Hasta un mono notaría lo que siento... Siempre está con sus amiguitos de la universidad y yo quedo en último lugar. No somos nada, pero aún así me molesta y no se da cuenta de ello, ni de que estoy enamorado de él desde que empecé la secundaria. — Bufó, inflando sus mejillas.
— Deberías decírselo, ya sabes que es un hecho casi científico que todos notan cuando estás enamorado, menos la persona de la cual lo estás. — Habló firme, cruzándose de brazos.
— La ciencia apesta más que las zapatillas de Lucas. — Suspiró y se puso de pie. — El timbre está por sonar, mejor ya vamonos o nos darán un buen regaño, Jisunggie.
Jisung asintió. Por más que hubiera perdido su oportunidad con Chenle había valido la pena estar para ayudar a Sanha, aunque no sabía si realmente lo ayudó. Caminó rumbo a su salón y buscó al peli-blanco con la mirada. Éste aún no llegaba, por lo que sólo dejó sus hojas en su mesa con una pequeña nota que decía "Las encontré, ten más cuidado niño raro. Atte : tu admirador no admirador". Jaemin lo mataría por desperdiciar su esfuerzo en "tomar prestadas" las hojas de Chenle, pero prefería que su primera conversación fuera obra suya y no del mayor. Chenle entró en el salón minutos después, luego de que la música sonara. Jisung estaba nervioso por lo que pudiera decir de su nota, era realmente estresante la situación pero valía la pena si aquello le permitía tener una oportunidad.
Chenle leyó la nota y sonrió, pero al buscar a quien podría ser el responsable, su mirada se topó con la de aquel castaño que Mark había intentado golpear. Las mejillas del contrario tomaron color y agachó su cabeza. Tierno; pensó. Tomó sus cosas y se sentó a su lado, Kai podría vivir sin él por un día. Sacó el brazalete de su mochila y lo observó por una última vez, esa era la única conexión que tenía con aquel chico y ahora que se lo iba a entregar, temía que no hubiera nada más que pudiera unirlos. Jisung no entendía por qué el mayor estaba a su lado, pensaba en su plan pero es difícil hablar cuando claramente pareces un tomate y sientes que tu estómago explotará de tantas mariposas acumuladas. El peli-blanco tocó su hombro, debía voltear a verlo, no podía ser grosero.
— Hola, soy Chenle. — Dijo sonriendo, pero al no recibir respuesta pensó en que él no hizo nada cuando Mark iba a golpearlo, se sentía culpable. — Lamento lo que hizo Mark y lamento no haberte ayudado... Él puede ser muy malo a veces, aunque creo que ya lo sabes. En fin, si no quieres hablar conmigo lo entenderé, sólo quería darte esto. — Dijo y le extendió el brazalete al castaño, para luego ponerse de pie.
Jisung tomó su brazo. Es ahora o nunca; se dijo a sí mismo y con el poco valor que tenía, habló. — Soy Jisung y gracias, es muy importante para mí, aunque no me había percatado de que no lo tenía.
Unos chillidos provenientes de las ventanas que daban al pasillo, hicieron que Jisung desviara su vista de Chenle. Donghyuck, Jaemin, Renjun y Sanha estaban parados ahí, haciendo señas de aprobación y dándose pequeñas palmadas algo fuertes unos a otros. El castaño abrió sus ojos en demasía y trató de hacer señas para indicarles que se fueran, pues detrás de ellos estaba su profesor de física, pero no funcionó.
— ¿Son tus amigos? — Preguntó Chenle y Jisung volvió su mirada a él nuevamente.
— Sí... Lamentablemente lo son. — Suspiró. En realidad los quería a todos, pero a veces se comportaban como bestias.
— Y... ¿Tú y yo podemos serlo? — Cuestionó el mayor. Jisung no quería amistad, pero al menos estaba dando un paso.
— Claro.
Continuara...
Aviso que me costará actualizar porque estoy de vacaciones con mi familia. XOXO dijo el Chanyeol♡
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𝐒𝐔𝐍𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑
Fanfiction❝ Chensung ; Girasol ❞ Jisung lo sabe, lo sabe mejor que nadie. Sabe que al amor no puedes escogerlo, llega solo y a veces duele. Pero conocerlo no fue su error, su error fue enamorarse de alguien inalcanzable para él. Mientras el mayor buscaba una...